viernes, 10 de agosto de 2012

Quien coma de este pan, vivirá eternamente




Oh Jesús, deleite de mi alma, Pan de los ángeles, (Sal. 77,25),
Todo mi ser se sumerge en Ti
Y vivo de Tu vida divina, como los elegidos en el cielo,
Y la autenticidad de esta vida no cesará aunque descanse en la tumba.

Oh Jesús, Eucaristía, Dios inmortal,
Que permaneces continuamente en mi corazón,
Y cuando estás conmigo, ni siquiera la muerte puede dañarme.
El amor me dice que Te veré al final de la vida.

Rebosada de Tu vida divina,
Miro tranquila hacia los cielos abiertos para mí,
Y la muerte avergonzada se irá con nada,
Porque Tu vida divina está encerrada en mi alma.

Y aunque por tu santa voluntad, oh Señor,
La muerte ha de tocar mi cuerpo,
Deseo que esta separación suceda cuanto antes,
Ya que con ella entraré en la vida eterna.

Oh Jesús, Eucaristía, vida de mi alma,
Tú me has elevado a las esferas eternas,
Por la Pasión y la agonía entre atroces tormentos.


Autor: Santa Faustina Kowalska (1905-1938)



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