viernes, 28 de junio de 2019

Familia, el mejor equipo ha de ser el de tu casa


El mayor reto que tenemos todos es lograr el éxito en nuestra familia

Últimamente hemos oído hablar mucho de conciliación y de las ayudas a la maternidad, una realidad que afecta a millones de familias y frente a la que no se puede mirar hacia otro lado. A mí personalmente me gusta diferenciar la palabra conciliación de la palabra corresponsabilidad. Parecen lo mismo, pero tienen sus matices.

Cuando hablamos de conciliación, nos referimos a compatibilizar un trabajo remunerado con las tareas domésticas, las responsabilidades familiares y la vida personal y esto realmente abarca toda la vida, no sólo cuando nuestros hijos son pequeños, sino cuando entran en la adolescencia, cuando existen personas dependientes o cuando nuestros mayores necesitan de nuestros cuidados.

Al hablar de corresponsabilidad nos estamos refiriendo al ámbito doméstico y familiar. En sentido estricto podríamos decir que es la compartibilidad de tiempos dedicados a familia y a trabajo y en sentido amplio, como desarrollo pleno de las personas en el ámbito del trabajo, afectivo, familiar, personal, de ocio, etc. Es decir, disponer de tiempo para uno mismo manteniendo ese ansiado equilibrio.

Conciliación y corresponsabilidad familiar son dos de los grandes retos del siglo XXI.

Conciliación no es trabajar menos, sino organizar el trabajo de manera distinta, facilitando responder con éxito a todas las responsabilidades. No es un problema exclusivo de las mujeres con las consiguientes renuncias que ello conlleva, afecta a todos, hombres y mujeres, porque afecta a nuestras familias y por tanto afecta a nuestra sociedad, en tanto en cuanto que el trabajo, como necesidad universal de la persona, es un derecho y un deber en el ámbito de realización personal.

Cualquier organización de éxito, tiene una organización interna donde se alcanzan acuerdos, que generan compromisos de necesario cumplimiento. De no ser así, aparece la desconfianza y ningún equipo de élite delega las decisiones más importantes en uno solo de sus miembros. Todos forman parte del proceso de toma de decisiones en los aspectos de vital importancia y se responsabilizan de esas decisiones haciéndolas suyas… Pues en una familia ocurre lo mismo.

Hoy en día existe una nueva tendencia, que va íntimamente ligada a la flexibilidad, que incluye a la familia entre los denominados grupos de interés de las organizaciones ( stake-holders). Junto al cliente externo e interno, a los proveedores, las autoridades, el medioambiente y la sociedad en general, la familia constituye un elemento más a tener en cuenta.

Si en el ámbito laboral y de las administraciones parece que se está empezando a tener en cuenta esta realidad, incluso se está empezando a cuidar la racionalización de horarios y la flexibilidad en los trabajos. Pero esa gestión del tiempo y de las tareas, ¿también se cuida en nuestros hogares?

Es fundamental que las parejas cuando deciden emprender una vida en común, se sienten reposadamente como si de una empresa se tratara, a negociar cómo van a organizar su vida respecto a la asunción de funciones que conlleva la convivencia ( cuidado de los hijos, tareas domésticas, situación laboral, etc….), porque todo eso va a tener un gran impacto en sus vidas tanto en el momento en el que deciden iniciar esa vida en común, como a futuro, mucho más cuando llegan los hijos…

Por eso al hablar de corresponsabilidad, es importante añadir la palabra “parental”, entendida como  una necesidad del menor para su desarrollo, en donde la implicación del padre en la crianza del hijo, tiene consecuencias inmediatas en la madre y en los hijos, de ahí que sea tan importante saber qué nos traemos entre manos y considerar a la familia como un verdadero equipo, el mejor, porque es el que libremente hemos decidido crear cada uno de nosotros.

Es necesario esa concienciación no sólo en el ámbito externo ( sociedad, administraciones, empresas), sino también  en el ámbito interno de cada familia, donde cada uno pueda abordar de manera clara cómo organizar ese equipo. Tenemos el reto de convertirlo en un equipo de élite o de alto rendimiento, en el que tendremos que organizarnos de tal manera que adquiriendo nuestros propios acuerdos y compromisos,  podamos consensuar qué tipo de vida queremos llevar, cuál es nuestro orden de prioridades, qué y cuánto necesitamos para llevarlo a cabo, sabiendo que en un equipo, en una familia, uno no está solo, todos aportan y es en esa toma de conciencia, sabiéndote acompañado en la toma de esas decisiones, la que  hace que dentro de una familia se puedan llevar a cabo esos compromisos.

Se necesita una buena dosis de comunicación en positivo en las familias para alcanzar esos acuerdos, saber que todos sus miembros ( hombres y mujeres) están a lo mismo, ser conscientes del gran peso e importancia que la familia tiene en nuestra sociedad , para, de esta manera, junto con la concienciación de las administraciones, las empresas privadas y las instituciones podamos hacer una sociedad mejor , más corresponsable y conciliadora para que nuestros hijos crezcan y nos desarrollemos mejor como personas.  

Author                Mercedes Noceda
Article title:        Familia, el mejor equipo ha de ser el de tu casa
Website title:      Aleteia.org | Español - valores con alma para vivir feliz

miércoles, 26 de junio de 2019

Fantasía vs Realidad




¿Recordáis el anuncio de hace unos años (bastantes) de la DGT, sobre cómo se veía un borracho al llegar al coche, y cómo lo veían los demás? Eso es expectativa vs realidad. Nos movemos en un mundo de deseos, de me gustaría y de debería, por eso nuestra cabeza siempre imagina con antelación cualquier circunstancia futura. ¿Eso es malo? No. Si tienes claro que lo que te estás imaginando y es solo eso… un deseo, una fabulación de la realidad. El problema lo tenemos cuando creemos firmemente que la película que nos estamos montando (ríete de Spilberg), es lo que va a pasar. Es entonces, cuando llegamos a la situación y todo parecido con lo imaginado es inexistente, que nos venimos abajo (oiga) y nos sentimos fatal. ¿Pero nos sentimos mal por habernos equivocado al imaginar? No (de nuevo). Nos sentimos mal porque la realidad no se ha ajustado a nuestros deseos. Eso pasa, en parte, por tener poca tolerancia a la frustración, y en parte por imaginarlo todo únicamente desde nuestro punto de vista, sin tener en cuenta lo que sabemos de los demás, cómo son, cómo se comportan. Pero sobre todo nos pasa porque vivimos desconectados de nuestra realidad… ¿cómo vamos a conectarnos con ella, si siempre vivimos en lo que va a pasar a continuación, y no prestamos atención a cómo se desarrollan las cosas aquí y ahora? Este hábito nos hace perdernos muchas «pistas» (a Sherlock no le pasa) que cambiarían nuestra percepción sobre ese futuro imaginado.

¿Entonces, es malo imaginar cómo puede desarrollarse una situación en el futuro? No (y no es por repetirme), si te preguntas cosas como estas: ¿Quiénes van a estar en esa situación?, ¿Cómo son esas personas?, ¿Cuál es mi relación actual con ellas?, ¿Cómo se han comportado en situaciones parecidas en el pasado?, ¿Qué intereses pueden tener en esa situación futura?, ¿Cómo se relacionan entre ellos? Y ¿entre ellos conmigo?, ¿Es una situación extraordinaria?, ¿Por qué nos vamos a encontrar todos? ¿Nos vamos a encontrar todos?, ¿Qué información real tengo sobre ese hecho?, ¿Esto que imagino, está basado en la realidad, o solo en lo que yo quiero? Estas preguntas y algunas más convierten la expectativa en una preparación del evento. Cambiamos deseos por planificación. Aun así debemos tener en cuenta que hay factores que desconocemos por completo, y que por eso no podemos calcular su impacto… ¡¡pero por lo menos no se acabará pareciendo lo imaginando a la realidad como un huevo a una castaña!!

Ahora bien, todos tenemos derecho a montarnos películas (¡¡allá vamos, Woody!!!). Si queremos ejercerlo, y además lo que deseamos no se parece en nada a lo que va a pasar… realmente no pasa nada… siempre y cuando no nos frustre, y nos haga sentir incompetentes. Ser honesto con uno mismo y reírnos del yo quería y esto tengo, es importante. Además, y volviendo al anuncio de la DGT… ¿a que todos hemos visto a un borracho andando? ¿Por qué (a santo de qué), el alcohol puede hacer peligrar el equilibrio de un cosaco (entrenado en mil batallas alcohólicas) y el mío (mientras me monto mi peli) no? Todos hemos visto bailar a un borracho… ¿por qué yo (en mi ensoñación) voy a seguir bailando con ritmo (cuando no lo tengo ni sobrio) con cuatro copas, si hasta Gervasio Defer lo pierde con dos? ¿Si yo he cambiado en estos 20 años (un poquito… casi ná), por qué los antiguos compañeros de colegio se quedan embobados mirándome, sorprendidos porque el tiempo por mí no pasa (repito)… en mi ensoñación?

Amigos míos, soñar es libre (y gratis)… no hagáis que tenga un coste para vosotros. Separar lo que os gustaría que fuera, de lo que va a pasar en realidad. Lograréis tener mucha menos frustración, y aumentaréis vuestra autoestima. Un abrazo a todos.

Author:                 Ana Saro Moncloa
Article title:        ¿EXPECTATIVA? VS ¿REALIDAD? - Bliss Psicología -
Website title:        Bliss Psicología - Psicólogos Majadahonda
URL:                    https://blisspsicologia.com/expectativa-vs-realidad/

martes, 25 de junio de 2019

Llevo tu corazón conmigo





Llevo tu corazón conmigo (lo llevo en mi corazón)
nunca estoy sin él (tú vas dondequiera que yo voy, amor mío); y todo lo que hago
por mí mismo lo haces tú también, amada mía.
No temo al destino (pues tú eres mi destino, mi amor)
no deseo ningún mundo (pues hermosa tú eres mi mundo, mi verdad)
y tú eres todo lo que una luna siempre ha sido y todo lo que un sol cantará siempre eres tú.
He aquí el más profundo secreto que nadie conoce (he aquí la raíz y el brote del brote y el cielo del cielo de un árbol llamado vida; que crece más alto de lo que un alma puede esperar o una mente puede ocultar) y éste es el prodigio que mantiene a las estrellas separadas.
Llevo tu corazón (lo llevo en mi corazón).

Edward Estlin Cummings