jueves, 31 de marzo de 2016

Miserere




Tenme piedad, oh Dios, según tu amor,
por tu inmensa ternura borra mi delito,
lávame a fondo de mi culpa,
y de mi pecado purifícame.
Pues mi delito yo lo reconozco,
mi pecado sin cesar está ante mí;
contra Ti, contra Ti solo he pecado,
lo malo a tus ojos cometí.


Por que aparezca tu justicia cuando hablas
y tu victoria cuando juzgas.
Mira que en la culpa ya nací,
pecador me concibió mi madre.


Mas Tú amas la verdad en lo íntimo del ser,
y en lo secreto me enseñas la sabiduría.
Rocíame con el hisopo, y seré limpio,
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.


Devuélveme el son del gozo y la algría,
exulten los huesos que machacaste Tú.
Retira tu faz de mis pecados,
borra todas mis culpas.

Crea en mí, oh Dios, un puro corazón,
un espíritu dentro de mí renueva;
no me rechaces lejos de tu rostro,
no retires de mí tu santo espíritu.

Vuélveme la alegría de tu salvación,
y en espíritu generoso afiánzame;
enseñaré a los rebeldes tus caminos,
y los pecadores volverán a Ti.

Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación,
y aclamará mi lengua tu justicia;
abre, Señor, mis labios,
y publicará mi boca tu alabanza.

Pues no te agrada el sacrificio,
si ofrezco un holocausto no lo aceptas.
El sacrificio a Dios es un espíritu contrito;
un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias.

¡Favorece a Sión en tu benevolencia,
reconstruye las murallas de Jerusalén!
Etonces te agradarán los sacrificios justos,
--holocausto y oblación entera--
se ofrecerán entonces sobre tu altar novillos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén.


Con la confianza de haber obtenido de Tu infinita Misericordia el perdón por mis innumerables culpas, ofensas y negligencias me permito, oh Jesús, pedirte perdón también por mis hermanos.

Pienso en los innumerables pecados que se cometen en el mundo día a día: pecados de los individuos y de las naciones, pecados de los súbditos y de los gobernantes; pecados de orgullo, de sensualidad y de codicia; pecados de pensamiento, de palabra, de obras y de omisión.

Por todos estos pecados y por los pobres infelices que los cometen, me atrevo a pedir, oh Jesús, la efusión de Tu infinita misericordia. Son los pecados los que Te hicieron agonizar en el Huerto de los Olivos y
 sumergieron Tu alma santísima en un mar de tristeza.
No olvides, oh Jesús, que libremente quisiste cargar con ellos; que has querido "hacerte pecado", para borrar los nuestros; no olvides, oh Jesús, que Te ofreciste a la ira del Padre, para rescatar a Tus hermanos culpables.

Oh Jesús, Te ruego renueves Tu ofrecimiento al Padre, presentándole nuevamente Tus llagas; muéstrale las espinas, los flagelos y los clavos que traspasaron tus carnes; pero, especialmente, hazle ver Tu Corazón herido y rebosante de amor por El y por nosotros, y pide Su perdón.
Recuerda, oh Jesús, que mayor que todas nuestras culpas es Tu misericordia. Viértela, oh Jesús, sobre el mundo culpable. Busca las ovejas que se alejaron de Tu redil y muéstrales cuán grande es la potencia de Tu amor de Salvador.
Y ya que Tu Corazón está herido por las culpas de los más íntimos, para los que renuevan el beso de Judas o la negación de Pedro, también para ellos, oh Jesús, invoco Tu perdón. Que ninguno de ellos cumpla el gesto desesperado de Judas, sino que Tu gracia los induzca, como a Pedro, a una reparación de amor.

lunes, 21 de marzo de 2016

Los cinco defectos de Jesús




El cardenal vietnamita Francisco Xavier Nguyen Van Thuan tuvo como lema de vida la esperanza que llena de amor el momento presente. Siendo prisionero por el régimen comunista durante 13 anos, 9 de los cuales en total aislamiento, no quedó de “brazos cruzados” esperando la liberación; al contrario, con la creatividad propia del amor, se hizo amigo de los carceleros, construyó para sí un crucifijo, celebró la eucaristía clandestinamente y escribió tres libros. Después de una vida luminosa, murió víctima del cáncer en septiembre de 2002. En 2010 la Iglesia inició su proceso de beatificación.

Los cinco defectos de Jesús

Van Thuan se declara apasionado por los defectos de Jesús y los describe en el libro “Testigos de esperanza”:



Primer defecto: Jesús no tiene memoria

En el Calvario, en el auge de la agonía indescriptible, Jesús oye la voz del ladrón a su derecha: “Jesús, acuérdate de mi cuando llegues a tu reino” (Lc 23,43). Si fuese yo, habría respondido: “No te voy a olvidar, sino que tus crímenes se merecen muchos años de purgatorio”. Sin embargo, Jesús le respondió: “…hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lc 23,43). Jesús olvidó todos los crímenes de ese hombre.

La memoria de Jesús no es igual que la mía…



Segundo defecto: Jesús no “sabe” matemáticas

Si Jesús se hubiese sometido a un examen de matemáticas, seguro que suspendía … “Un pastor tenía 100 ovejas. Una se pierde. Él, inmediatamente, deja las 99 en el redil y fue en busca de la descarriada. Al volver a encontrarla, la puso en su hombro y volvió feliz” (cf. Lc 15,4-7).

Para Jesús, una persona tiene el mismo valor de noventa y nueve e, incluso, más.



Tercer defecto: Jesús no tiene lógica

Una mujer tenía 10 dracmas. Perdió una. Enciende la lámpara; barre la casa… busca hasta encontrarla. Cuando la encuentra invita a sus amigas a compartir la alegría por volver a encontrar la dracma… (Lc 15,8-10)… de hecho, no tiene lógica hacer fiesta por una dracma… El corazón tiene razones que la razón no entiende… Jesús dio una pista: “Yo os digo que habrá más alegría en los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta…” (Lc 15,10).



Cuarto defecto: Jesús corre demasiados riesgos

Los ejecutivos, las personas encargadas del “marketing de empresa”, llevan en sus carpetas proyectos, planes cuidadosamente elaborados… En todas las instituciones, organizaciones civiles o religiosas no faltan programas prioritarios; objetivos, estrategias…

Nada de esto pasa con Jesús. Si se analiza humanamente, su proyecto está destinado al fracaso.

A los apóstoles, que dejaron todo para seguirle, no les garantiza el sustento material, ni casa para vivir, solamente compartir su estilo de vida. A uno que deseaba unirse a los suyos, responde: “Las zorras tienen madriguera y las aves nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza” (Mt 8,20)…

Los doce confiaron en este aventurero. Millones y millones de otros igualmente. Ya son más de dos mil años y una incalculable multitud de seguidores sigue peregrinando. Galerías enormes de santos y santas, bienaventurados, héroes y heroínas de la aventura. En el Universo entero sigue adelante esta bendita romería… ¿Será que este aventurero tenía razón …? Si es así, ¡será que el viaje más fantástico y contracorriente de la historia es el bueno…! “¿A quién iremos, Señor?”…



Quinto defecto: Jesús no entiende de finanzas ni de economía

Si Jesús fuese el administrador de la empresa, de la comunidad, la ruina sería cuestión de días. ¿Como entender a un administrador que paga el mismo salario al que empieza el trabajo antes y al otro que sólo trabaja una hora? ¿Un descuido? ¿Jesús no sabe contar? …

¿Por qué Jesús tiene esos defectos? Porque es el Dios de la Misericordia y el Amor Encarnado. Dios Amor (cf. 1Jn 4,16). Por tanto, no es un amor racional, calculador, que condiciona, ni recuerda las ofensas recibidas. Sino un amor donación, servicio, misericordia, perdón, comprensión, acogida… ¿En qué medida? Infinita.

Los defectos de Jesús son el camino de la felicidad. Por eso, damos gracias a Dios. Para alegría y esperanza de la humanidad, esos defectos son incorregibles.

(via Canção Nova/Ana Lúcia)

domingo, 20 de marzo de 2016

Señor enséñame


Señor, enséñame a ser generoso.

Enséñame a servirte como lo mereces;

a dar y no calcular el costo,

a luchar y no prestar atención a las heridas,

a esforzarme y no buscar descanso,

a trabajar y no pedir recompensa,

excepto saber que hago tu voluntad.

Autor: San Ignacio de Loyola

sábado, 19 de marzo de 2016

Busque a Dios con locura



Hijo querido, busque a Dios con locura, busque a Cristo su único Hijo, nuestro Redentor; ahí resolverá todos su problemas, ahí caerán por tierra todos esos entuertos que usted se va fingiendo, todos esos fantasmas de ilusión de sensualidad, con los que usted va alimentando su espíritu; y Dios, usted lo sabe bien, es el único bien verdadero, el único bien perdurable, es el único amigo sincero, es el único amigo fiel, es el único que nos tiende la mano y nos ayuda y nos ama en la juventud, en la edad madura, en la vejez, en la tumba y en la eternidad.

Usted sabe lo que Dios quiere de usted; tenga valor y trabaje, no abuse del tiempo, no abuse de de su talento, no abuse de su vocación, no abuse de las gracias tan especiales y especialísimas que Dios nuestro Señor le ha dado, no abuse de la bondad y del amor de Dios que tanto lo ama y que tanto lo mima.

¿Por qué levanta sus ojos y los vuelve hacia las creaturas desesperadamente? ¿Por qué las busca con inquietud, hijo? ¡Si son un soplo, si son una ceniza, si son nada...! Medite y profundice y entréguese.

Autor: Legionarios de Cristo

viernes, 18 de marzo de 2016

Apertura a Cristo crucificado




También los cimientos de la perseverancia deben erigirse sobre la roca de la abnegación. Y al hablar de la abnegación, no quiero hablar de simple resignación, sino de una disposición de apertura a Cristo crucificado que nos ha enseñado a descubrir en la cruz el camino de la fecundidad y de la paz. Quien desee perseverar debe amar la cruz, ya que sin cruz no hay Cristo y sin Cristo no hay perseverancia. Ojalá que ames mucho la cruz por amor a Cristo; ojalá que la cruz sea tu ilusión; especialmente esa cruz que se llama caridad, que se llama obediencia, que se llama pureza de intención, que se llama... en fin, tiene muchos nombres.

Autor: Legionarios de Cristo

jueves, 17 de marzo de 2016

Analgésico a la mano




El mundo de los hospitales es siempre peculiar. Basta pasearse por los pasillos o detenerse un momento en la sala de urgencias para darnos cuenta de la gran “cantidad” de dolor que hay en el mundo. Con todos los avances de la tecnología y de la ciencia ¿podríamos afirmar que la humanidad está sufriendo cada vez menos? Es cierto que hoy se lucha más y mejor contra el dolor y la enfermedad, basta ver el número de médicos, enfermeras y medicinas que hay en el mercado, pero si bien se ganan muchas batallas, la guerra finalmente la tenemos perdida. Algún día se morirá Fidel. Y ante esta realidad, ante este misterio, ¿qué nos queda? Explicaciones no bastan. Impedirlo no se puede, pero lo que sí se puede es endulzar el sufrimiento dándole al dolor un sentido. Por qué o por quién sufrir. Qué horrible debe ser el dolor del solitario. Endulzarlo con el afecto y el amor de aquellos que te quieren. La soledad es más cruel que la misma enfermedad, la compasión es excelente analgésico. Por eso ¡qué hermosa labor la que realizan los médicos, las enfermeras si antes de aliviar cuerpos, nos alivian el alma con su cariño! La del hijo que visita a su padre postrado, la del nieto que no abandona al abuelo.

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Almas inocentes




Almas inocentes

Pobres almas inocentes

que viven de sacramentos

y de amistad con Dios por un rato

y de juerga y disipación por otro.

Debe entablarse una guerra nada fácil

entre Dios y el mundo.

En algunas ganará Dios;

en otras no se ve claro

el desenlace.

Así andan muchos jóvenes por el mundo

a todos los vientos del mal,

como ovejas sin pastor.

Autor: Padre Mariano de Blas L.C

martes, 15 de marzo de 2016

Ahora es cuando



Estamos a punto de concluir el año viejo y de recibir con los brazos abiertos el feliz año nuevo.  Cada uno a su modo hace un balance sobre los aciertos y golpes recibidos. Recordamos los hechos que nos hayan dejado lacrada  el alma y que difícilmente olvidaremos. ¿Qué es pues esto del tiempo? Es un punto en medio de la eternidad.  Es un temible ogro que nos engulle a cada instante como Saturno a sus hijos en el pincel de Goya.  El tiempo es fascinante ilusión en la mente de los niños e inamovible recuerdo en los ancianos.  Para los americanos “The time is money”  que muchos por desgracia no saben ni cómo usarlo, dónde gastarlo o cómo invertirlo.  El tiempo lo borra todo como las olas sobre la arena de la playa. Lo único que escapa y perdura es el amor. Todo lo demás  es fatiga inútil.  El tiempo es la oportunidad para amar, para quedarte en el corazón y en la mente de los otros. ¡Esas son las verdaderas conquistas!  Entrar en la eternidad sin partir de este mundo.  ¿En cuántas personas te has hecho vida por lo bueno que eres y representas? ¿Qué vas a contestar cuando el justo Juez te diga: “Amigo, entrega cuenta de la administración de tus bienes?

Autor:  Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

lunes, 14 de marzo de 2016

Adoptar un corazón nuevo




Por el bautismo, el cristiano se ha revestido de este Cristo, imagen y prototipo del hombre nuevo, y tiene delante de sí la tarea de hacerlo crecer hasta la plena madurez interior. En este trabajo, lo más determinante es la adopción de un corazón nuevo, capaz de conocer, amar y servir a Dios con espíritu filial, a ejemplo de Cristo, y de amar a todos los hombres y cosas en Dios.

A partir de este nuevo modo de conocer, de amar y de servir, el hombre nuevo imprime a su vida un dinamismo interior orientado a desarrollar los rasgos de su conducta religiosa y moral, en conformidad con su modelo, Cristo, y purificando incesantemente su corazón de las tendencias desordenadas de sensualidad y soberbia. Con corazón pacífico y humilde, como el de Cristo, establece y lleva adelante unas relaciones de respeto, de amor y de servicio con el entorno de personas y de cosas.

La construcción de este hombre nuevo constituye el objetivo primordial del apostolado del Movimiento. Por ello, el Regnum Christi invita a sus miembros a meditar asiduamente en la riqueza y hondura del don de su bautismo y del compromiso que conlleva y, en la acción apostólica, a buscar, por todos los medios, la renovación interior del hombre, que es obra de la gracia divina, de la vivencia del Evangelio, de la participación litúrgica y sacramental, de la oración, del esfuerzo moral y ascético y de la donación al prójimo por amor al Señor.

Autor: Legionarios de Cristo

domingo, 13 de marzo de 2016

Abrazar la cruz con amor





Recuerda que Cristo no logró nuestra redención sino con su muerte en la cruz.

Quienes queremos cooperar con Él, muy de cerca tenemos que pisar sus huellas y abrazarnos a la cruz con amor, serenidad y constancia.

Cualquier otro camino será fruto de inútiles y vanos sentimentalismos.

Las victorias para el Reino se ganan con heroísmo entre los gemidos y las protestas de nuestro orgullo, nuestra sensualidad y nuestras ambiciones humanas. Es estupenda la paradoja de los que de verdad se
entregan a Cristo. ¡Sufriendo son felices! Los que gozan de la riqueza,la lujuria y la soberbia, son las más de las veces seres profunda e irreversiblemente infelices.

Autor: Legionarios de Cristo

sábado, 12 de marzo de 2016

A un paso.




A un paso

Dios es abismo de Amor,

torrente de felicidad,

éxtasis de la vida.

Tenerlo tan cerca

y morirse de hambre,

la fuente a unos pasos

y morirse de sed,

la hoguera alumbrando en torno

y morirse de frío.

El amor cerca del corazón

Autor: Padre Mariano de Blas L.C.

viernes, 11 de marzo de 2016

A mal tiempo buena cara


Fuera hace frío, mucho frío; se ve el aliento de las personas al respirar, mientras caminan envueltos en abrigos y bufandas y las manos en los bolsillos. Quizá las crestas de los montes estén cubiertas de nieve o de hielo, pero hay gente que tiene su corazón caliente, y no importa el frío de las calles; personas que tienen una razón para vivir, gentes felices y que saben amar, que saben convertir todas las cosas duras de la vida en algo bueno, algo positivo, tienen esperanza, confían en Dios, aman a su prójimo y se esfuerzan por mantener un clima de paz y calor en sus hogares, en su trabajo.

Pero, ¡qué duro debe ser que ahí fuera haga frío y que el corazón esté congelado, hecho hielo, también! Frío por fuera y frío por dentro; Hielo es la desesperanza, dejarse arrancar día a día los restos de confianza a los que uno se agarra para seguir viviendo. Hielo es el rencor y el odio que va pudriendo poco a poco de modo irremediable tantos corazones. ¡Qué hielo tan duro, es el miedo a la vida, al futuro, a la vejez, a la enfermedad y a la soledad!

Necesitamos que salga el sol dentro de nosotros mismos, el sol de la esperanza, del amor, del optimismo, de la paz interior; tenemos que forzarnos a nosotros mismos y, antes que nada, obligarnos a creer que el sol puede salir en nuestra vida.

El que desespera de todo, puede tener muchas razones y excusas, pero también algo de culpa porque penas, sufrimientos, apuros económicos, contratiempos, están repartidos en la vida de todos, pero ahí esta también la mente, nuestra mente, para buscar soluciones a los problemas, y unos la usan y otros no.

Ahí están nuestras manos para trabajar, y unos les dan uso y otros no, ahí está Dios que sí ayuda a los que confían, pero unos le rezan a ese Dios y otros le dan la espalda; ahí están las oportunidades que ofrece la vida, pero unos las buscan y otros se excusan diciendo que nada se puede hacer.

El sol de la esperanza puede salir y de hecho sale en la vida de todos los que se fuerzan a sí mismos a creer en Dios y en sí mismos, que se fuerzan a esperar lo mejor, a luchar por salir adelante a pesar de todo

Yo no puedo controlar el clima de afuera, pero sí el interior de mi espíritu. Los problemas lo pueden quebrantar a uno si se deja, pero pueden fortalecerlo si los enfrenta como retos magníficos.

Autor: Padre Mariano de Blas L.C.

jueves, 10 de marzo de 2016

Una amarga confesión. Picasso




“Cuando yo era joven, igual que todos los jóvenes, tuve la religión del arte, del gran arte; pero con el correr de los años me he dedo cuenta de que el arte, tal y como se lo concebía hasta finales de 1800, está ya acabado, moribundo, condenado, y que la pretendida actividad artística, con todo su florecimiento, no es más que la manifestación multiforme de su agonía. Los hombres se apartan, se desinteresan cada vez más de la pintura, de la escultura, de la poesía; aparte de las apariencias contrarias, los hombres de hoy tienen puesto su corazón en otra cosa muy distinta: las máquinas, los descubrimientos científicos, la riqueza, el dominio de las fuerzas naturales, y de todos lo territorios del mundo. Nosotros ya no sentimos el arte como una necesidad vital, una necesidad espiritual, como era el caso de los siglos pasados.

Muchos de entre nosotros siguen siendo artistas y ocupándose del arte por unas razones que tienen muy poco que ver con el verdadero arte, sino por espíritu de imitación, por nostalgia de la tradición, por inercia, por el gusto de la ostentación, del lujo, de la curiosidad intelectual, por moda o por cálculo. Viven todavía por costumbre y por esnobismo, en un reciente pasado, pero la gran mayoría de ellos, en todos los medios, no tienen ya una pasión sincera por el arte, al cual consideran, todo lo más, como una diversión, un ocio y ornamento.

Las nuevas generaciones, amantes de la mecánica y del deporte, más sinceras, más cínicas y brutales, irán dejando el arte, poco a poco, relegado a los museos y las bibliotecas, como una incomprensible e inútil reliquia del pasado. En el momento en que el arte ya no es alimento de los mejores, el artista puede exteriorizar su talento en toda clase de tentativas de nuevas fórmulas, en todos los caprichos y fantasías, en todos los expedientes de la charlatanería intelectual. El pueblo ya no busca ni consuelo ni exaltación en las artes. Y los refinados, los ricos, los ociosos, los destiladores de quintaesencias, buscan lo nuevo, lo extraordinario, lo original, lo extravagante, lo escandaloso. Por mi parte, desde el “cubismo” y más lejos aún, he contentado a esos señores y a esos críticos con las múltiples extravagancias que me han venido a la cabeza, y cuanto menos las han comprendido, más las han admirado. A fuerza de divertirme con todos esos juegos, con todas esas paparruchas, esos rompecabezas, acertijos y arabescos, me hice célebre rápidamente. Y la celebridad significa para un pintor: ventas, ganancias, fortuna, riqueza.

En la actualidad, como sabéis, soy célebre y muy rico. Pero cuando estoy a solas conmigo mismo, no tengo el valor de considerarme artista en el sentido grande y antiguo de la palabra.

Ha habido grandes pintores como Giotto, Tiziano, Rembrandt y Goya. Yo no soy más que un bufón público que ha comprendido su tiempo. La mía es una amarga confesión, más dolorosa de lo que pueda parecer, pero que tiene el mérito de ser sincera”.

Autor: Pablo Picasso a la revista de L´ Association Populaite des Amis de Musées, “Le Musée vivant” nº 17-18 del año 1963.

miércoles, 9 de marzo de 2016

De dioses y hombres




La película más reciente de las que aparecen en la lista es un relato edificante de la vita (y de la muerte) de los monjes trapenses del monasterio argelino de Nuestra Señora del Atlas, asesinados por los extremistas a mediados de los Noventa, y destaca por una serie de razones.

En primer lugar, es un relato extraordinariamente conmovedor (y verdadero) de la vida comunitaria, en que los seres humanos chocan contra las manías de los demás y pelean por cosas insignificantes, aunque respetándose y amándose profundamente.

En segundo lugar, es un recuerdo de la importancia de rezar para la perseverancia. Para muchos es difícil imaginar la perspectiva de aceptar el martirio por las propias convicciones.

Para mi – que me veo reflejado en los pensamientos de la joven heroína de Un templo del Espíritu Santo de Flannery O’Connor, que sabe que “nunca podrá ser una santa pero que cree que podría ser mártir si la matasen rápidamente” -, la idea de llegar al fin de la vida en el mismo acto que te asegura la salvación final, es extrañamente fascinante. También es improbable para la mayor parte de nosotros, por esto el regalo más grande del film es el hecho de recordarnos que debemos rezar a diario por la virtud de la perseverancia final.

Autor: Joseph Susanka | Fuente: aleteia.org

martes, 8 de marzo de 2016

DIARIO DE UN CURA RURAL




Basado en la cautivadora novela de Georges Bernanos, este film del legendario director Robert Bresson es un puñetazo en el estómago espiritual. El protagonista es el cura de Ambricourt, un joven sacerdote frágil y apenas ordenado que llega a un pequeño pueblo de la campiña francesa para tener su primera parroquia, para descubrir que su ministerio (en realidad, su misma presencia) es fuertemente rechazada – o aún peor, meramente tolerada por un rebaño dolorosamente indiferente.

Afectado por una salud que se deteriora rápidamente y afligido tanto por la cínica apatía de sus parroquianos como por sus propias inseguridades y dudas de fe, el sacerdote lucha por abrazar si vocación.



La obra maestra de Bresson es una mirada sobria y austera a dos cosas que me asustan mucho sobre la santidad: la realidad de la noche oscura del alma y el reto de sacrificarse completamente y sin reservas, haciendo las cosas justas y virtuosas independientemente del hecho que gente lo note o lo alabe, y por la recompensa terrena.

Es un recuerdo doloroso del hecho de que esta vida es de verdad un valle de lágrimas, y que intentar vivir en la máxima plenitud siempre estará acompañado de dudas y sufrimientos. Pero al mismo tiempo, el buen cura recuerda que “Dios no es un torturador”, haciendo notar a una condesa obstinada que Dios “no es el dueño del amor, es el Amor mismo”.

Autor: Joseph Susanka | Fuente: aleteia.org



lunes, 7 de marzo de 2016

el Artista de las almas




Transitando el Jubileo extraordinario de la Misericordia queremos recordar un fragmento del libro de Santa Teresita del Niño Jesús, Historia de un Alma. En este la santa nos cuenta como hacía para aprender a amar en y desde Jesús a esa persona que más te cuesta y llega incluso a irritarte:

"Entonces, para no ceder a la antipatía natural que experimentaba, me dije a mí misma que la caridad no debía consistir en simples sentimientos, sino en obras, y me dediqué a portarme con esa hermana como lo hubiera hecho con la persona a quien más quiero. Cada vez que la encontraba, pedía a Dios por ella, ofreciéndole todas sus virtudes y sus méritos.

Sabía muy bien que esto le gustaba a Jesús, pues no hay artista a quien no le guste recibir alabanzas por sus obras. Y a Jesús, el Artista de las almas, tiene que gustarle enormemente que no nos detengamos en lo exterior, sino que penetremos en el santuario íntimo que él se ha escogido por morada y admiremos su belleza".

Autor: Santa Teresita del Niño Jesús | Fuente: oleadajoven.org.ar

domingo, 6 de marzo de 2016

El icono, arte para trascender



Una materia espiritual


Pese a todas las directrices, no hay ningún icono pintado de la misma manera. Hay diferencias de matiz, que otorgan a cada cuadro un encanto especial ofreciendo la firma del pintor o de la escuela a la que pertenece el icono.


Para el creyente ortodoxo, el icono es una ventana en el límite de nuestro mundo y del Más Allá. El icono lleva en sí la energía eterna del tema representado, sume con su encanto al ser humano en un torbellino desencadenado de ilusiones por sus plegarias dirigidas al icono… Es como un auténtico milagro que hechiza al espectador, aunque al principio solamente se halle interesado en los aspectos estéticos y artísticos del icono.


Iconos como los de la Virgen Hodigitria, la Virgen de Grusinskaia, La Cena, Mandylion, San Juan Crisóstomo o Santa María de Egipto, llenan el espíritu de quien los ve y admira de una inefable dulzura, de una gracia singular, elevándole a las cimas más altas de la espirituaidad más acendrada.


Es como una aproximación a la gloria… Es un canto seráfico entonado por las imágenes representadas en los iconos orientales, como hijos de la iglesia ortodoxa rusa y griega.


Teología del icono


Ante todo, es necesario subrayar la complementariedad entre la palabra revelación y la imagen sagrada. Lo que la palabra lleva al oído, la imagen lo lleva a los ojos y lo muestra haciéndolo accesible a la naturaleza humana. Es una idea del gran defensor de los iconos, San Juan Damasceno, el cual defendía el carácter popular de la iconografía con estas palabras:

"Lo que es la Biblia para las personas instruidas, lo es el icono para los analfabetos, y lo que es la palabra para el oído, lo es el icono para la vista".

La imagen es un sacramental de la iglesia; la Iglesia bendice la imagen para que tenga una fuerza expresiva en la gracia y la presencia que comunica. Si la imagen es auténtica, tiene que ser bella, expresiva y teológicamente exacta para que pueda representar el misterio o la imagen de una persona.

La imagen es recuerdo/memorial, lugar de encuentro de miradas y presencias, es posibilidad de contemplación, es estímulo para la imitación. Hay una relación entre palabra e imagen. Pero hay también dentro de la liturgia una relación entre Eucaristía e imagen. La imagen de cada fiesta representa lo que la Eucaristía nos ofrece. Así la imagen nos ayuda a mantener viva la gracia de la comunión eucarística que nos presenta el misterio.

El icono visibiliza el don que nos hace la Eucaristía. Porque la Eucaristía es la máxima presencia de Cristo y la expresión más alta de la comunión de los Santos. En este sentido las imágenes del templo revelan la plenitud de lo que en él se realiza por la celebración del misterio eucarístico.

Todo icono, para que pueda ser venerado por los fieles, tiene que tener tres cualidades de las que sólo la iglesia puede dar garantía:

Verdadera, en cuanto sus rasgos tienen que corresponder exactamente a la palabra que la ilumina y que la imagen misma visibiliza.

Milagrosa, en cuanto hace ver las maravillas de Dios, aunque a veces se trata también de una imagen que tiene la cualidad carismática de ser una fuente de gracias sobrenaturales y de manifestaciones milagrosas.

A-cherópita, en cuanto que no tiene que responder a una obra simplemente humana, hecha por manos de hombres, sino "no hecha por mano de hombre", inspirada por Dios a través de la mediación de su palabra y la tradición de la Iglesia.

Autor:  catholic.net | Fuente: catholic.net

sábado, 5 de marzo de 2016

El arte de saber decir “no”




La conducta asertiva ofrece la posibilidad de ser consecuentes entre el pensamiento y el actuar, pues por medio de ella, se aprende a negociar, a expresarse francamente de buenas maneras, a negarse ante una situación que no se desea.

Olga Castanyer autora del libro ´La asertividad: expresión de una sana autoestima´* añade: “La persona asertiva conoce sus propios derechos y los defiende, respeta a los demás, por lo que no piensa ganar en una disputa o conflicto sino que busca de forma positiva los acuerdos.”
*(La asertividad: expresión de una sana autoestima. Ediciones Desclée de Brouwer, 1997)

Sin embargo, también es propio de la conducta asertiva, saber identificar el momento más propicio para defender los pensamientos personales, habrán circunstancias en que lo mejor será permanecer en silencio.

Ni pasivos, ni agresivos: mejor asertivos

Decir “si” cuando en realidad se quiere decir “no”, cohibirse de dar opiniones para no generar altercados o manifestar una opinión por las vías inadecuadas, son conductas que revelan ausencia de asertividad. Por tanto, existen dos extremos: la pasividad y la agresión.

La conducta pasiva está ligada a la baja autoestima, por lo general estas personas no están satisfechas consigo mismas y por eso mismo no pueden decir lo que piensan o sienten a los demás. La inseguridad, la evasión para la toma de decisiones y el temor a asumir responsabilidades, son las características predominantes.

Por otro lado, existe una conducta con tendencia a la agresividad, en la que predomina un comportamiento ofensivo que suele agredir a los demás. Esta situación por obvias razones, termina alejando a las personas que le rodean, como también puede suceder que las lleve a inclinarse hacia la agresividad. La manipulación y el deseo de conseguir lo que se quiere para su provecho a costa de lo que sea necesario, son propias de este tipo. La dificultad para autocontrolarse se halla como la raíz del problema.

En el punto medio está la asertividad, la cual desarrolla la capacidad de expresar libremente sentimientos, ideas, puntos de vista, instaurando el respeto como punto de partida, lo cual permite establecer relaciones sociales sanas y armónicas.

Asertividad en nuestas relaciones

Esta habilidad se puede aplicar en los diversos roles de la vida ordinaria:

La asertividad en la educación de los hijos: consiste en desarrollar la destreza para mantenerse firmes ante las decisiones o acciones educativas que se aplican a los hijos, en especial aquellas que no son de su agrado como los límites, normas y consecuencias de un mal comportamiento. Igualmente, la autoridad asertiva se basa en la capacidad de negarles a los chicos algo que les perjudica para su futuro próximo o inmediato, y lo más importante, mantenerse en esa posición, a pesar de sus lloriqueos o pretensiones de manipulación. El buen ejemplo que brindan los padres, tal como la coherencia entre lo que dicen y hacen, son puntos claves de la mencionada conducta. Empoderar a los hijos, darles seguridad y autonomía, son prácticas asertivas.

La asertividad en el matrimonio: se refiere a la comunicación entre la pareja, la posibilidad de negociación entre los gustos individuales para convertirlos en colectivos, las decisiones conjuntas, la forma de decir lo que no le agrada del otro o lo que puede mejorar, del mismo modo que alagarlo, son ejemplos claros de la asertividad en la convivencia de los cónyuges.

La asertividad en el trabajo: dentro de las organizaciones se hace necesario el desarrollo de esta facultad, tanto en los niveles jerárquicos altos hacia los bajos, como en el sentido contrario. Buscar la forma adecuada de sugerirle al jefe algo que podría ser mejor o proponerle nuevas ideas, hacen parte de una comunicación asertiva. En cuanto al trato del jefe hacia sus empleados, debe ser cálido, no tosco, las funciones deben ser emitidas con cordialidad y respeto.

La asertividad en las relaciones interpersonales (amistad): en el caso de los adolescentes o jóvenes, donde la presión grupal y aprobación externa son tan fuertes, la asertividad cumple una importante misión. Muchas veces a pesar de que los chicos saben que consumir drogas, tener relaciones sexuales o invitaciones tentativas de esta clase, no les son para nada beneficiosas, acceden por la imposibilidad de expresar sus puntos de vista contrarios a la insinuación ofrecida. Por tanto, decir “no” en estas circunstancias críticas, hace que las personas tomen las mejores decisiones en momentos que marcarán el resto de sus vidas.

La asertividad se aprende y se desarrolla, basta con la disposición para vivirla en la interacción diaria, la cual es una condición irrevocable de la humanidad.

Autor:  LaFamilia.info | Fuente: LaFamilia.info

viernes, 4 de marzo de 2016

24 horas para el Señor: experimentar la misericordia de Dios



Los días 4 y 5 de marzo el Papa Francisco ha convocado la jornada "24 horas para el Señor", con el deseo de que muchas personas se acerquen al sacramento de la Reconciliación, entre ellas muchos jóvenes "quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida".


El Papa Francisco presidirá una liturgia penitencial en la Basílica de San Pedro, el viernes 4 de marzo, demostrando así que el sacramento de la Reconciliación está en el centro del camino de la Nueva Evangelización en toda la Iglesia.
Enlaces con recursos para participar y difundir #24horasparaelSeñor
∙ Página oficial de la iniciativa 24 horas para el Señor (Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización), del año 2015 (pendiente de actualizar este año).
∙ ¿Por qué confesarnos?: Explicación en la página web de San Josemaría.
∙ La Confesión: motivos y recursos en la página del Santuario de Torreciudad.

El arte de dar lo que no se tiene




A Gerard Bessiere le ha preguntado alguien cómo se las arregla para estar siempre contento. Y Gerard ha confesado cándidamente que eso no es cierto, que también él tiene sus horas de tristeza, de cansancio, de inquietud, de malestar. Y entonces, insisten sus amigos, ¿cómo es que sonríe siempre, que sube y baja las escaleras silbando infallablemente, que su cara y su vida parecen estar siempre iluminadas?. Y Gerard ha confesado humildemente que es que, frente a los problemas que a veces tiene dentro, él "conoce el remedio, aunque no siempre sepa utilizarlo: salir de uno mismo", buscar la alegría donde está (en la mirada de un niño, en un pájaro, en una flor) y, sobre todo, interesarse por los demás, comprender que ellos tienen derecho a verle alegre y entonces entregarles ese fondo sereno que hay en su alma, por debajo de las propias amarguras y dolores. Para descubrir, al hacerlo, que cuando uno quiere dar felicidad a los demás la da, aunque él no la tenga, y que, al darla, también a él le crece, de rebote, en su interior.

Me gustaría que el lector sacara de este párrafo todo el sabroso jugo que tiene. Y que empezara por descubrir algo que muchos olvidan: que ser feliz no es carecer de problemas, sino conseguir que estos problemas, fracasos y dolores no anulen la alegría y serenidad de base del alma. Es decir: la felicidad está en la "base del alma", en esa piedra sólida en la que uno está reconciliado consigo mismo, pleno de la seguridad de que su vida sabe adónde va y para qué sirve, sabiéndose y sintiéndose nacido del amor. Cuando alguien tiene bien construida esa base del alma, todos los dolores y amarguras quedan en la superficie, sin conseguir minar ni resquebrajar la alegría primordial e interior.

Luego está también la alegría exterior y esa depende, sobre todo, del "salir de uno mismo". No puede estar alegre quien se pasa la vida enroscado en sí mismo, dando vueltas y vueltas a las propias heridas y miserias, autocomplaciéndose. Lo está, en cambio, quien vive con los ojos bien abiertos a las maravillas del mundo que le rodea: la Naturaleza, los rostros de sus vecinos, el gozo de trabajar.

Y, sobre todo, interesarse sinceramente por los demás. Descubrir que los que nos rodean "tienen derecho" a vernos sonrientes cuando se acercan a nosotros mendigando comprensión y amor.

¿Y cuando no se tiene la menor gana de sonreír? Entonces hay que hacerlo doblemente: porque lo necesitan los demás y lo necesita la pobre criatura que nosotros somos. Porque no hay nada más autocurativo que la sonrisa. "La felicidad -ha escrito alguien- es lo único que se puede dar sin tenerlo". La frase parece disparatada, pero es cierta: cuando uno lucha por dar a los demás la felicidad, ésta empieza a crecernos dentro, vuelve a nosotros de rebote, es una de esas extrañas realidades a las que sólo podemos acercarnos cuando las damos. Y éste puede ser uno de los significados de la frase de Jesús: "Quien pierde su vida, la gana", que traducido a nuestro tema podría expresarse así: "Quien renuncia a chupetear su propia felicidad y se dedica a fabricar la de los demás, terminará encontrando la propia". Por eso sonriendo cuando no se tienen ganas, termina uno siempre con muchísimas ganas de sonreír.


Autor: José Luis Martín Descalzo | Fuente: Catholic.net

jueves, 3 de marzo de 2016

Don Bosco en el arte


Como una de las figuras más populares de la educación en el mundo, Don Bosco es tema recurrente del arte. El mismo Don Bosco fue sensible a las manifestaciones artísticas y como todo lo que hacía, siempre era tendiente a la educación y formación de sus muchachos y a la defensa de la fe. Además de ser un estudiado intelectual, dominaba varios artes y oficios como la carpintería, la metalistería, la sastrería y la imprenta. Muchas de las iglesias, edificios y escuelas tenían sus aportes, así como el diseño de muchas piezas religiosas, entre las que se destaca la imagen de María Auxiliadora y los Doce Apostóles pintada por Tomás Lorenzone para la Basílica de María Auxiliadora en Turín. Por otro lado era un consagrado escritor y entre sus obras se cuentan innumerables libretos para teatro basados en historias formativas.

Nacido en el siglo de los inicios de la fotografía, Don Bosco es uno de los pocos santos del siglo XIX con un precioso material fotográfico, un medio ante el que tenía una gran fascinación y utilizaba con el ánimo de perpetuar los momentos más importantes de la vida de la Congregación. Don Bosco comenzó a ser fotografiado especialmente después de la segunda mitad del siglo, lo que coincide con el tiempo en el que la fotografía comienza a tener auge y razón por la cual no se tienen fotos de su más temprana juventud y niñez. No dejó en cambio registros fotográficos de personajes como Domingo Savio, cuya imagen se tiene gracias a la descripción de un compañero, ni de su propia madre Margarita Occhiena o de María Dominga Mazzarello.

Numerosas películas han sido producidas con el ánimo de representar la vida de Don Bosco. Entre las más destacadas se encuentran el Don Bosco de Leandro Castellini y el de Ludovico Gasparini, una producción entre Goya y la Editorial CCS y transmitida por la RAI. De ella dice la Revista de Novedades Literarias: (...) «Don Bosco», una biografía magnífica del gran apóstol de la juventud, el santo por antonomasia de la Revolución industrial: Don Bosco. Hijo de campesinos sus primeros años de vida fueron difíciles, pues la pobreza le obligó a abandonar los estudios, si bien su clara vocación al sacerdocio le hizo superar todas las pruebas en su camino (...).

El rostro de Don Bosco se hizo mundialmente popular y ha sido representado en dibujos, pinturas, óleos, murales, vallas, esculturas, diapositivas y material digital procedente de todos los países en donde su nombre se ha asociado a la educación juvenil y la mayoría de dichos trabajos artísticos adaptados a las variadas manifestaciones culturales de los cinco continentes.

Por último, el Apóstol de los jóvenes es objeto preferido de la música dentro de los movimientos juveniles salesianos alrededor del mundo. Muchas canciones son traducidas en diferentes idiomas y diferentes géneros musicales han sido adaptados para rendir homenaje a Don Bosco o para crear letras formativas en las que priman los valores del sistema preventivo. Una de las canciones más populares y traducidas en la actualidad es «Padre, Maestro y Amigo».

Autor: Varios | Fuente: Wikipedia

miércoles, 2 de marzo de 2016

El arte que nace de la fe


No sólo de pan vive el hombre. También de poesía, y pintura, y música, y ciudades y casas habitables. Esta asombrosa especie animal que es el ser humano ha intentado, desde los más remotos tiempos prehistóricos, hacer su entorno más agradable, y dejar la huella de su espíritu en las cosas que tiene alrededor. Así surgió el arte, desde Altamira hasta el Guggenheim. El arte es una de las expresiones más altas de la gran creatividad del ser humano. Es una de las huellas más claras de la cultura de un pueblo.

En todos los lugares por donde el ser humano ha pisado hay cultura artística. El continente europeo ha sido escenario de grandes ensayos artísticos. No hay otro lugar en todo el planeta en el que, en ese espacio tan reducido de terreno, se hayan generado tantos y tan variados estilos artísticos. La creatividad artística del hombre europeo ha ido acompañando sus avances en otros campos, como la ciencia, la técnica, o el derecho.

No todo el arte generado en Europa es “cristiano”, pero sí gran parte del que ha llegado hasta nosotros está inspirado en la fe cristiana que dio origen a los pueblos de Europa. La Anunciación de Fra Angelico, o la Piedad de Miguel Ángel, o el Mesías de Haendel, o el Réquiem de Mozart; Santa María in Fiore deFlorencia, o el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela. Y, en el arte contemporáneo, la Sagrada Familia de Gaudí, la Última Cena de Dalí, el “José y sus hermanos” de Thomas Mann, o la Pasión de Mel Gibson. Incluso en obras de arte que no son estrictamente religiosas, resuena el trasfondo cultural cristiano europeo.

Ciertamente, un estudioso de arte que ignore el evangelio y la tradición cristiana no podrá entender casi nada del arte europeo. Y quien no entiende el arte de su propia tierra, no se puede entender a sí mismo.

Autor: www.4buenasnoticias.com | Fuente: www.4buenasnoticias.com

martes, 1 de marzo de 2016

El arte de vivir juntos




El matrimonio, la unión de vida más plena y total entre dos seres humanos que pueda darse en este mundo, tiene su origen, se mantiene y se perpetúa por el amor. Cada uno de los cónyuges es alguien único e irrepetible, con una personalidad, con un proyecto de vida a realizar, con un destino a alcanzar. El que ambos unan sus personas, sus proyectos de vida, sus destinos, se debe a una realidad llamada amor. El amor conduce al matrimonio, mantiene el matrimonio, perpetúa el matrimonio. Si desaparece el amor, desaparece el matrimonio. De aquí la necesidad de volar juntos, de caminar juntos, en una divina complementación, respetando los propios espacios, y volar uno junto al otro, sin atropellarse.

Cuenta una leyenda de los indios sioux que, cierta vez, Toro Bravo y Nube Azul llegaron tomados de la mano a la tienda del viejo hechicero de la tribu y le pidieron:

Nosotros nos amamos y vamos a casarnos, pero nos amamos tanto, que queremos un consejo que nos garantice estar para siempre juntos, que nos asegure estar uno al lado del otro hasta la muerte. ¿Hay algo que podamos hacer?

El viejo, emocionado al verlos tan jóvenes, tan apasionados y tan ansiosos, les dijo:

Tú, Nube Azul, debes escalar el monte al norte de la aldea, sólo con una red; cazar el halcón más fuerte y traerlo aquí con vida hasta el tercer día después de la luna llena. Y tú, Toro Bravo, debes escalar la montaña del trueno; allá encima encontrarás a la más brava de todas las águilas; solamente con una red deberás agarrarla y traerla para mí, viva.

Los jóvenes se abrazaron con ternura y partieron para cumplir con la misión. El día fijado, frente a la tienda del hechicero, los dos esperaban con las aves. El viejo las sacó de las bolsas y constató que eran verdaderamente hermosos ejemplares de los animales que él les había pedido.


Y ahora, ¿qué debemos hacer? Los jóvenes le preguntaron.

Tomen las aves y amárrenlas una a otra por las patas con esas cintas de cuero. Cuando estén amarradas, suéltenlas para que vuelen libres.

Ellos hicieron lo que les fue ordenado y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron volar, pero apenas consiguieron dar pequeños saltos por el terreno. Minutos después, irritadas por la imposibilidad de volar, las aves comenzaron a agredirse una a otra, picándose hasta lastimarse.

Entonces, el viejo dijo:

Jamás olviden lo que están viendo. Y este es mi consejo: Ustedes son como el águila y el halcón. Si estuvieran amarrados uno al otro, aunque fuera por amor, no sólo vivirían arrastrándose, sino también, más tarde o más temprano, comenzarían a lastimarse el uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos, pero jamás amarrados. Libera a la persona que amas para que ella pueda volar con sus propias alas.

Esta es una verdad en el matrimonio y también en las relaciones familiares, amistades y profesionales. Respeta el derecho de las personas de volar rumbo a sus sueños.

La lección principal es saber que, solamente libres, las personas son capaces de amar.

¡Qué felicidad, qué dicha la de aquel hogar donde cada uno de los cónyuges vive para hacer feliz al otro, lo deja volar con la confianza y seguridad que será fiel! Es feliz, haciendo feliz al otro. Un amor que es paciente, que sabe perdonar siempre, que es comprensivo, que busca servir, que nunca viene a menos, que sabe sacrificarse para hacer feliz al otro, que no es orgulloso, que no reclama "lo suyo", es un amor que está destinado a triunfar, es un amor que es reflejo del Amor de Dios.


Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net