martes, 15 de noviembre de 2011

La educación



Indudablemente lo sabemos, por referirse a la persona, por ser educación de la persona. Pero existen diferentes modalidades de la educación integral. No es lo mismo que la mejora personal, se realice sólo a nivel humano, o que se realice también en la dimensión sobrenatural de la vida del hombre

Cuando no hay mejora personal, no podemos hablar de educación integral, porque no hay educación. ¿Cómo sabemos que no hay meja personal? Cuando no se respeta el desarrollo personal de alguno de los dones esenciales, o súper esenciales, del ser humano (libertad, amor, fe). Por ejemplo, una educación integral que no respete la libertad humana, tal es el caso de la educación marxista, no es educación, es contra educación integral.

¿Puede hablarse de educación integral, cuando se educa sólo a nivel natural, prescindiendo de la dimensión sobrenatural del educando? En todo caso, si la educación integral es aquella educación capaz de poner unidad en todos los aspectos de la vida del hombre, sólo en sentido muy lato se podría hablar de educación integral. Puesto que la dimensión sobrenatural es un aspecto importante de la vida humana. Ignorada esta dimensión por las causas que fueren, no puede hablarse de educación completa.

No obstante, si existe un factor integrador cuando la educación se plantea sólo a nivel natural, ciertamente puede hablarse – aunque no en sentido estricto o completo – de educación integral.

Educar es crecer en valores. En un enfoque cristiano de la educación, el factor integrador es la libertad en cuánto es necesaria para el crecimiento de los demás valores. La educación integral, sólo es, en este caso, educación de virtudes naturales. No se puede hablar, en cambio, de educación integral ideológica, porque ni siquiera es educación.

En cierto sentido puede hablarse de educación integral a distintos niveles. En algunos casos no se puede llamar así, porque falta unidad de vida: no se pone unidad en los distintos aspectos de la vida humana al educar o educarse. Cuando esto ocurre, la acción educativa fomenta comportamientos esquizoide, no en una tarea relacionada, promueve sólo adiestramiento humano, es acción masificadora.

Frente a ello nunca se destacará bastante el carácter original de la educación de la persona.

Educación de cada hombre

La educación es educación de cada ser humano y de todo ser humano. Esto es, en otras palabras, la educación como desarrollo de la personalidad. “Cada hombre tiene un acento propio, personal, un ¨tono¨ irrepetible; la personalidad es precisamente la diversa actitud personal hacia cada uno de los valores humanos, de lo que se sigue que cada hombre esta llamado, a través de la obra educativa, a ser el mismo, a realizar los valores, pero a su modo y según sus posibilidades.
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

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