miércoles, 2 de marzo de 2016

El arte que nace de la fe


No sólo de pan vive el hombre. También de poesía, y pintura, y música, y ciudades y casas habitables. Esta asombrosa especie animal que es el ser humano ha intentado, desde los más remotos tiempos prehistóricos, hacer su entorno más agradable, y dejar la huella de su espíritu en las cosas que tiene alrededor. Así surgió el arte, desde Altamira hasta el Guggenheim. El arte es una de las expresiones más altas de la gran creatividad del ser humano. Es una de las huellas más claras de la cultura de un pueblo.

En todos los lugares por donde el ser humano ha pisado hay cultura artística. El continente europeo ha sido escenario de grandes ensayos artísticos. No hay otro lugar en todo el planeta en el que, en ese espacio tan reducido de terreno, se hayan generado tantos y tan variados estilos artísticos. La creatividad artística del hombre europeo ha ido acompañando sus avances en otros campos, como la ciencia, la técnica, o el derecho.

No todo el arte generado en Europa es “cristiano”, pero sí gran parte del que ha llegado hasta nosotros está inspirado en la fe cristiana que dio origen a los pueblos de Europa. La Anunciación de Fra Angelico, o la Piedad de Miguel Ángel, o el Mesías de Haendel, o el Réquiem de Mozart; Santa María in Fiore deFlorencia, o el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela. Y, en el arte contemporáneo, la Sagrada Familia de Gaudí, la Última Cena de Dalí, el “José y sus hermanos” de Thomas Mann, o la Pasión de Mel Gibson. Incluso en obras de arte que no son estrictamente religiosas, resuena el trasfondo cultural cristiano europeo.

Ciertamente, un estudioso de arte que ignore el evangelio y la tradición cristiana no podrá entender casi nada del arte europeo. Y quien no entiende el arte de su propia tierra, no se puede entender a sí mismo.

Autor: www.4buenasnoticias.com | Fuente: www.4buenasnoticias.com

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