viernes, 18 de marzo de 2016
Apertura a Cristo crucificado
También los cimientos de la perseverancia deben erigirse sobre la roca de la abnegación. Y al hablar de la abnegación, no quiero hablar de simple resignación, sino de una disposición de apertura a Cristo crucificado que nos ha enseñado a descubrir en la cruz el camino de la fecundidad y de la paz. Quien desee perseverar debe amar la cruz, ya que sin cruz no hay Cristo y sin Cristo no hay perseverancia. Ojalá que ames mucho la cruz por amor a Cristo; ojalá que la cruz sea tu ilusión; especialmente esa cruz que se llama caridad, que se llama obediencia, que se llama pureza de intención, que se llama... en fin, tiene muchos nombres.
Autor: Legionarios de Cristo
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