miércoles, 15 de noviembre de 2017

EL ROSARIO-UN VIAJE AL CORAZÒN DE MARIA.





Una respuesta al hermano protestante.

Bueno, el Rosario no se “usa” sino que se reza o se ora… o, más correctamente, se medita… fíjate, el Rosario es una oración cristocéntrica… esto quiere decir que Cristo es el centro de la oración pues en cada Misterio meditamos una parte de la vida de Jesucristo…

En los Misterios Gozosos meditamos la Anunciación del ángel a María y la Encarnación del Hijo de Dios (Lucas 1, 26-38); la Visitación de María a su prima Isabel (Lucas 1, 39-56); el Nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén (Lucas 2, 1-20); la Presentación del Niño Jesús en el Templo y la Purificación de María (Lucas 2, 22-38); y el Niño Jesús perdido y hallado en el Templo (Lucas 2, 41-50)…

En los Misterios Luminosos meditamos sobre el Bautismo de Jesús en el Río Jordán (Mateo 3, 13-17; Marcos 1, 9-11; Lucas 3, 21-22); la Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná (Juan 2, 1-11); el Anuncio del Reino de Dios e invitación a la conversión (Mateo 4, 12-17; Marcos 1, 14-15; Lucas 4, 14-21); la Transfiguración de Cristo en el monte Tabor (Mateo 17, 1-8; Marcos 9, 2-8; Lucas 9, 28-36); y la institución de la Eucaristía (Mateo 26, 26-29; Marcos 14, 22-25; Lucas 22,19-20)…

En los Misterios Dolorosos contemplamos la Pasión comenzando por la Oración de Jesús en el Huerto (Mateo 26, 36-46; Marcos 14, 32-42; Lucas 22, 39-46); la Flagelación de Jesús (Juan 18, 36-40; 19, 1); la Coronación de espinas (Mateo 27, 27-30; Marcos 15, 16-19; Juan 19, 2-3); Jesús con la Cruz a cuestas camino al Calvario (Mateo, 27, 31-32; Marcos 15, 20-21; Lucas 23, 26-31; Juan 19, 14-22); y finalmente, la Crucifixión y Muerte de Jesucristo (Lucas 23, 33-34, 44-46; Juan 19, 25-37)…

En los Misterios Gloriosos meditamos sobre la Resurrección de Jesucristo (Mateo 28, 1-7; Marcos 16, 1-9; Lucas 24, 1-8; Juan 20, 1-9); su Ascensión al Cielo (Marcos 16, 19; Lucas 24, 50-51; Hechos 1, 9-11); la Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles el día de Pentecostés (Hechos 2, 1-4); y en los últimos dos Misterios vemos en María la realización de la promesa de eternidad a la que están llamados todos los cristianos con la Asunción de la Virgen María al Cielo (Salmo 16, 8-11; 1Corintios 15, 20-22); y la Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado (Apocalipsis 12, 1; Lucas 1, 48-49)…

Las oraciones que repetimos al rezar el Rosario son el Padrenuestro, oración que nos enseñó Jesús (Mateo 6, 9-13; Lucas 11, 2-4)… el Avemaría, que se compone de dos partes, en la primera tenemos el anuncio del ángel y el saludo de Isabel (Lucas 1, 28 y 42); y en la segunda, nuestra súplica pidiéndole que interceda por nosotros ante su Hijo Jesucristo… a estas dos oraciones le añadimos el Gloria, que es una doxología donde alabamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…

Viéndolo desde un punto de vista práctico podemos decir que rezar el Rosario es meditar sobre la vida de Jesús mirándola desde los ojos y el corazón de María… como sabes, Lucas dice que María “conservaba cuidadosamente todas esas cosas en su corazón”… pues el Rosario no es otra cosa que un viaje al corazón de María…

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