Es preciso que el obispo sobresalga en el conocimiento de
las sagradas Escrituras, porque, si solamente puede presentar una vida santa,
para sí exclusivamente aprovecha; pero, si es eminente en ciencia y pedagogía,
podrá enseñar a los demás y refutar a los contestatarios, quienes, si no se les
va a la mano y se les desenmascara, fácilmente seducen a los incautos.
El lenguaje del obispo debe ser limpio, sencillo,
abierto, lleno de gravedad y corrección, dulce y suave. Su principal deber es
estudiar la santa Biblia, repasar los cánones, seguir el ejemplo de los santos,
moderarse en el sueño, comer poco y orar mucho, mantener la paz con los
hermanos, a nadie tener en menos, no condenar a ninguno si no estuviere
convicto, no excomulgar sino a los incorregibles.
Sobresalga tanto en la humildad como en la autoridad;
que, ni por apocamiento queden por corregir los desmanes, ni por exceso de
autoridad atemorice a los súbditos. Esfuércese en abundar en la caridad, sin la
cual toda virtud es nada. Ocúpese con particular diligencia del cuidado de los
pobres, alimente a los hambrientos, vista al desnudo, acoja al peregrino, redima
al cautivo, sea amparo de viudas y huérfanos.
Debe dar tales pruebas de hospitalidad que a todo el
mundo abra sus puertas con caridad y benignidad. Si todo fiel cristiano debe
procurar que Cristo le diga: Fui forastero y me hospedasteis, cuánto
más el obispo, cuya residencia es la casa de todos. Un seglar cumple con el
deber de hospitalidad abriendo su casa a algún que otro peregrino. El obispo,
si no tiene su puerta abierta a todo el que llegue, es un hombre sin corazón.
Autor: San Isidoro, obispo, tratado sobre los oficios
eclesiásticos. Cap. 5, 1. 2
Oración Antes de Ingresar a Internet
Dios Todopoderoso y eterno, tú que nos has creado a imagen y semejanza tuya,
y nos has mandado a buscar todo lo que es bueno, verdadero y hermoso, especialmente en la persona de tu Hijo Unigénito, Señor nuestro Jesucristo.
Te rogamos, que por intercesión de San Isidoro de Sevilla, Obispo y Doctor de la Iglesia, hagas que durante nuestra peregrinación en la Internet dirijamos nuestros ojos y nuestras manos solamente a lo que te es grato y que tratemos con caridad y paciencia a todas las almas que encontremos.
Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
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