¡Oh Dios! Padre de las Misericordias, que
quisiste darnos un testimonio más de la inagotable santidad de la Iglesia en el
Padre Agustín Ramírez Barba, por su vida pura, sencilla, pobre, humilde y
callada en el fiel cumplimiento del deber sacerdotal, en el Sacramento de la
Reconciliación y en la Dirección espiritual de las almas. Concédenos, si es tu
voluntad, sea elevado al honor de los altares, para que el atractivo de su
espiritualidad, fundada en el anonadamiento de Cristo, se consolide e
incremente en el pueblo de Dios, para tu mayor gloria.
Te pedimos por su intercesión la siguiente gracia.... Te lo pedimos en virtud de las sagradas llagas de Jesucristo tu Hijo y los dolores de su Santísima Madre. Así sea
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