Retrato bíblico
Es
imposible intentar encerrar en cuatro páginas la personalidad y obra de este
gran Profeta.
Leyendo las pocas páginas que nos
hablan de él: 1 Reyes, cap. 17-19,21, y 2 Re 1-2, podemos intentar descubrir
sus rasgos principales. He aquí algunos:
El hombre ante Dios: Aparece con frecuencia la
expresión "el Señor a quien sirvo" o "ante el que estoy";
Elías no comparte con nadie su culto y quiere que el pueblo haga lo mismo.
Llevado por el Espíritu: Ved la respuesta tan
sabrosa de Abdías en 1 Reyes 18,12. De ahí es de donde procede la fuerza del
alma de Elías y de su libertad interior.
Su fe sin divisiones: Cuando el sacrificio del
Carmelo (1 Re 18), intenta forzar al pueblo a elegir entre el Dios vivo,
personal, que interviene en la historia, y las fuerzas naturales divinizadas,
los baales. Como nosotros, Elías cree sin ver; porque Dios se lo pide, anuncia
la llegada de la lluvia..., pero sin verla venir (1 Re 18,41 s).
Su intimidad son Dios: Su visión de Dios (1 Re 19),
como la de Moisés (Ex 33,18s), es el modelo de la vida mística: es todo lo más
que se le concede ver al hombre. Pero Elías sigue siendo un hombre como
nosotros, desalentado, miedoso (19,ls). El versículo 19,12 debe traducirse:
"Se oyó el ruido de un silencio": Dios no está en las fuerzas de la
naturaleza divinizadas, sino que es el Dios oculto. En su oración -lo mismo que
Moisés-Elías no cae en efusiones místicas, sino que habla a Dios de su misión.
De ensorde los pobres: Ante el rey y los poderosos,
defiende al pobre (1 Re 21).
Su universalismo: Como cree en Dios sin divisiones
y se deja conducir por el Espíritu, es libre para tratar con los paganos (1 Re
17); pero también a la mujer pagana le pide una fe incondicional (17, 13).
Las florecillas de Elías (2 Re 1): Este relato
popular, lo mismo que presentarán luego a Eliseo, contribuirá, por desgracia, a
hacer de Elías un personaje justiciero que pide el fuego del cielo contra los
pecadores.
La ascensi6nde Elías (2 Re 2). Como no se conocía
su tumba, se llegó a pensar seguramente que había sido llevado junto a Dios.
Lucas se inspirará en este texto para su relato de la ascensión de Jesús (Hech
1,6-11); Eliseo, que ve a Elías en su ascensión, recibirá su espíritu para
continuar su misión, lo mismo que los discípulos recibirán el Espíritu de Jesús
por haberlo visto elevarse.
Retrato hecho por los hombres
Nos
limitamos al que nos pintan dos célebres carmelitas:
l) El
ilustre historiador Juan Bta. Lezana (+1659) escribió este magnifico epitafio:
"Elogio
para fiar a la puerta del paraíso terrenal:
Aquí vive,oh mortal aquel celeste
celador de la honra divina. Elías es de doble espíritu, perfecto en la pureza,
rico en virtudes, pobrisimo en bienes terrenos, gran amigo de Dios, enemigo del
diablo, amable con los buenos, terrible para los impíos, nacido antes de
Cristo, conversó con Cristo, reservado después de Cristo contra el Anticristo;
Patriarca eximio. Profeta celebérrimo. Sacerdote grande, Monje, Padre de los
Monjes, siempre casto, Fénix singular.
De Cristo futuro apóstol. Mártir, Precursor,
Capitán, valiente defensor, heraldo de la verdad, ardientemente reilgioso,
maduro sin quebranto, anciano sin vejez, mortal sin morir, nutrido sin
alimento, de una longevidad sin achaques y - icosa admirable!- de una vida
santísima que no se ha de extinguir hasta la consumación de los siglos.
Quien flageló a los tiranos, dio muerte a los
sacrílegos, cerró con su palabra las nubes y tornólas a abrir, ungió Reyes e
instituyó Profetas defensores; por los ángeles fue anunciado su nacimiento,
allmentado en Carit, saludado en Horeb, donde, en medio de fragorosa tempestad
y conmoción de los montes, cubriéndose con su palio el rostro, vio en cuanto
era capaz, a Dios, el cual se le manifestó en el suave céfiro..."
2) El
venerable mariólogo Arnoldo Bostio (+1499) lo llamó:
"Varón
Evangélico antes del Evangelio, Apostólico antes del tiempo de los Apóstoles,
despreciador del mundo y de todas las cosas perecederas, apasionado seguidor de
lo eterno, primer Virgen, Monje y Eremita, resplandor de costumbres, regla de
virtudes, heraldo de la Virgen sagrada. Que con la instrucción de la virginal
castidad antecedió por mucho tiempo al Cordero sin mancha a donde quiera que
hubiera de ir..."
Elías y el Carmelo
Un grupo
de cruzados llegados a Palestina a mediados del siglo XII, viendo la
maravillosa topografía del Monte Carmelo, tan apto para la contemplación,
decidieron queda rse allí y se entregaron sin reservas a imitar la vida del
Profeta de Fuego, tal como la describían los libros de los Reyes, a base de la
tradición monástica. El lugar les ayudaba a "fabricar la miel dulcísima de
la contemplación".
Supuesto
el vinculo entre Elías y el Carmelo, entre Elías y la vida religiosa, fijado
por los Padres Griegos y Latinos, no es de extraflar que aquellos a quienes ya
Santiago de Vitry había designado como "imitadores del santo varón y
solitario Elías profeta", en el Monte Carmelo..., cerca de la fuente
apellidada de Elías, en la Rubrica Prima de las Constituciones afirman
su descendencia de los Padres tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento,
quienes desde el tiempo de Elías y de Eliseo habían habitado en el Monte
Carmelo "para la contemplación de las cosas celestiales".
A pesar
de ello, los carmelitas nunca se llamaron elianos, pues tomarán el nombre, como
tantas otras Ordenes, no del Fundador, sino del lugar donde nacen.
Elias
será para aquellos cozados que se reúnen en el Monte Carmelo la regla viva, que
se propondrán imitar. Para ellos éste será el padre que les infundirá su
espíritu: Carmelitarum Dux et Pater.
Para
estos primeros carmelitas, la cosa fue fácil: deseaban imitar a aquel hombre
extraordinario, tal como lo presentabá la Sagrada Escritura y porque los Padres
lo habían visto como el prototipo del monacato.
Así de
sencillo es el origen del Patríarcado ellano sobre el Carmelo.
Hoy, la
así llamada "Cuestión eliana"sobre la sucesión heriditaria o
entronque de los carmelitas de hoy con el Profeta Elías, que vive 900 años
antes de Cristo, es una cuestión zanjada y, por lo tanto, así admitida: Elías
es el Padre Espiritual o el Inspirador del Carmelo. Así lo ha escrito el P. R.
García Villoslada, S.J.:
"Pero
debemos anadirque no sin fundamento llaman su Padre a Elías, porque los
fundadores y después todos los carmeiltas miraron siempre a aquel Profeta como
a modelo y ejemplar, e inspirados en él, modelaron sus reglas y constituciones.
Moralmente, pues, ha influido el Profeta Elías en la Orden Carmelitana casi
tanto como San Agustín en los diversos Institutos que llevan su nombre, y se
glorían de tenerle por Padre".
Elías, Padre espiritual del
Carmelo
"Elías,
aunque no sea él quien les haya dado una Regla escrita, con todo ha sido el
ejemplo y el modelo de la santa vida de los carmelitas". Así escribió el
célebre humanista benedictino, el Abad Juan Tritemio (+1516).
A esta
afirmación de un extraño a la Orden baste añadir un hecho: Entre las estatuas
de los fundadores de las Ordenes Religiosas que aparecen en la Basílica de San
Pedro en Roma, está también la magnífica e impresionante del profeta Elias, con
la siguiente inscripción, escrita por el mismo Papa Benedicto XIIIel 26.6.1725:
"Universus Ordo Carmelitarum Fundatori suo Santo Eliae Prophetae erexit
1725. (La Orden entera de los Carmelitas, a su Santo Fundador, Elías, Profeta,
la erigió el año 1725").
El
entonces Procurador General de la Orden, Eliseo Monsignani, lleno de alegría,
cursó a los Provinciales esta comunicación: "Ha llegado el tiempo en que,
aun cuando los carmelitas callen, las piedras y los mármoles hablarán y dirán
que el profeta Elías es el Padre y Fundador de los carmelitas".
¿De dónde
arranca esta paternidad eliana?
El
historiador de la primera mitad del siglo XIII,Jaime de Vitry, dice: "A
ejemplo e imitación del santo y solitario varón Elías profeta, muchos
anacoretas se retiraron en el Monte Carmelo..."
En virtud
de esta tradición y de esta historia del patriarcado eliano los carmelitas
deben procurar ajustar su vida a la de él. Fue éste el testamento que según la
tradición dejó San Brocardo, Superior General del Carmelo, a los moradores de
aquella Santa Montaña antes de expirar: "Ajustad vuestra vida a la vida
ejemplar de la Bienaventurada Virgen Maria y de nuestro fundador, el Santo
Profeta Elías".
El ha de
ser para nosotros el espejo en el que a diario debemos miramos, como lo hacia
San Antonio. Es lo que afirma el Bto. Juan Soreth (+1471) en su Exposición de
la Regla: "Nosotros somos los Hijos de los Profetas, no según la carne,
sino por la imitación de sus obras. El Redendor decía a los judíos que se
gloriaban de proceder de Abrahán: "Haced las obras de Abrahán". Así
hoy se debe decir a los carmelitas: "Haced las obras de Elías".
Así nos
presenta a Elías el libro más importante de la espiritualidad Carmelitana
después de la Regla, la Institución, como ejemplo a imitar.
He aquí
un hecho básico e indiscutible: La conciencia moral eliana del Carmelo, su
procedencia eliana en cuanto a la concepción contemplativa y apostólica de la
vida religiosa.
Esto
afirmaba el célebre Tomás Waldense, cuando deseaba que fuera para los
carmelitas N. P. 5. Elías "unafuente de vida espiritual, un ideal que
incita a la imitación y estimula al celo por el Dios de los ejércitos, de modo
que, la vida espiritual del Carmelo halle en él, Elías, su especificación y su
inspiración".
Su espiritualidad y su mensaje
En cuanto
precede ya va implícita y explícita su espiritualidad y su mensaje para
el hombre de hoy, que no puede ser más actualísimo.
Todo él
se resume en su doble espíritu, que siempre enarboló el Carmelo como fundamento
de su espiritualidad:
Este era
su lema en doble vertiente:
a) Vida
contemplativa, intimidad divina: "Vive el Señor, en cuya presencia yo
vivo, yo estoy" (1 Re 17,1).
b) Vida
apostólica, celo por la gloria de Dios y la justicia: "Me abraso de
celo por el Señor, Dios de los ejércitos" (1 Re 19,10).
Elías
Profeta es el CANTOR incansable del Dios vivo.
Si a este
doble espíritu se le añade el amor tierno y filial a MARIA- a la que según la
tradición él viera prefigurada en la célebre Nubecilla (1 Re 19, 44)- ya está
completo el CARISMA DEL CARMELO.
Nos
recordaba el papa Juan Pablo IIel 24.9.1983:
"Vuestro
carisma hunde sus raíces en el Antiguo Testamento y se centra en torno a la
grandiosa figura del Profeta Elías, el Profeta del Nuevo testamento.
El fue
un hombre de Dios, Maestro testigo de oración. Como hijo del pueblo, es un
ejemplo a seguir por vosotros de cómo tenéis que preocuparos de las necesidades
del prójimo. Ello quiere decir que vosotros debéis ser hombres de Dios,testigos
de la transcendencia divina, apóstoles de la Divina economía."
Resumiendo:
que prediquemos y vivamos al Dios
único y verdadero.
que demos muerte a los muchos ídolos que nos rodean.
que vivamos siempre en la presencia del Señor.
"que contemplemos a Maria y tratemos de imitarla.
que demos muerte a los muchos ídolos que nos rodean.
que vivamos siempre en la presencia del Señor.
"que contemplemos a Maria y tratemos de imitarla.
Su oración
Dios
todopoderoso y eterno, que concediste a tu Profeta Elías, nuestro Padre, vivir
en tu presencia y arder por el celo de tu gloria, concédenos buscar siempre tu
rostro y ser en el mundo testigos de tu amor. Amén.
Autor: P. Rafael María López-Melús
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