sábado, 18 de agosto de 2012

LA MISIÓN, POR EL AMOR DE DIOS EN TODO EL MUNDO, ES UNA FORMA DE VIDA DIARIA



Es un llamado a la humanidad. Es también un llamado a los católicos del mundo, especialmente a aquellos que se encuentran en  las naciones históricamente católicas del mundo.  Es un llamado para unirnos como una sola voz y acabar con el silencio de los hijos de Dios elegidos para estos tiempos.

Es un llamado a convertirnos en ejemplos y testigos a través de nuestras vidas diarias de la existencia de Dios, de Su amor por nosotros y para declarar que somos Sus hijos.  Para aquellos que son católicos, esto debe ser apoyado diariamente a través de los dones sacramentales dados a la Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica.

Esta Misión, igual que San Juan Bautista, llama a las personas que viven en el pecado.   Aquellos países y pueblos que, a través de sus leyes, moral y valores, están abandonando a Dios y Sus Mandamientos; y aquellos que están abandonando su propia naturaleza humana.


Esta Misión es apoyada por cuatro piedras angulares: Consagración / una Alianza con Dios, Conversión / cambio personal, Oración Desde El Corazón / La Pasión de Cristo dentro del Rosario y Buenas Obras / La primera campaña de La Misión--es su plan de tres años.

La Misión es un producto del Antiguo y Nuevo Testamento, especialmente los Diez Mandamientos, las Promesas de Dios y las enseñanzas de nuestro Señor Jesús.

La Misión tiene tres niveles dentro de su estructura--Los ParticipantesLos Consagrados-- y—Los Fieles Consagrados.

La Primera campaña de la Misión es su  plan de tres años dentro de cada uno de los países donde se encuentra--El primer año - la Conversión y la Paz de los países y su gente--El segundo año - ayudar en la lucha contra el Aborto.-- El tercer año – crear conciencia y comprensión de los efectos devastadores de Los Pecados de la Carne y comenzar  programas en  todas las áreas para legislar contra estas ofensas cometidas contra Dios.

La patrona de La Misión es Nuestra Señora de Guadalupe, la Emperatriz y Protectora de Las Américas y La Luz de la Nueva Evangelización (Papa Juan Pablo II).  Su patrono es San José, Guardián de la Iglesia y Símbolo de la Paternidad.  La Misión pide la intercesión de  San Miguel y los Coros de Ángeles, los Patriarcas y Profetas del Antiguo Testamento y un número de Santos con quienes La Misión se ha identificado.

Autor:Rick Miller

No hay comentarios:

Publicar un comentario