El mundo de hoy
es exigente y complicado, y más en esta sociedad tan llena de información, de
las miles de posibilidades que tocan a nuestra puerta y de lo difícil que es
encontrar la más apropiada. Por eso es importante en la vida saber tomar buenas
decisiones. Aquí te ofrezco algunas alternativas que a lo largo de mi vida me
han servido mucho en esta difícil tarea de escoger lo mejor.
La primera es,
espera. Si debes tomar una decisión y reconoces que estás molesto, enojado, o
que no tienes dominio propio, grábate esta palabra en la mente: «espera», no
hagas nada por el momento. Espera hasta que tus emociones estén bajo control,
no actúes de manera impulsiva porque luego vas a lamentarlo. Dale el tiempo a Dios
para que te pueda hablar e indicar el camino.
En segundo lugar,
escúchate a ti mismo y ve qué es lo que quieres, cómo vas a ser más feliz o
cómo vas a ser más justo; sé que hay decisiones que tomes que pueden perjudicar
a alguien y ayudar en mucho a otra persona, trata de pensarlo a fondo y busca
el menor daño posible para los implicados en tu decisión y, si no es posible,
guíate por la justicia, justicia para ti y para los que te rodean.
En tercer lugar,
busca sabiduría y consejeros sabios, acércate a personas que realmente puedan
ayudarte, con experiencia y buen juicio.
La cuarta palabra
es evalúa. Detente y piensa en las decisiones que podrías tomar y considera sus
efectos y consecuencias en el tiempo, busca perspectiva: «En 2 ó 3 años,
¿cuáles serán las consecuencias de esta decisión para mí o para los que me
rodean? Porque recuerda: es muy fácil tomar decisiones necias, pero es muy
difícil tomar decisiones acertadas.
La quinta y más
importante, ora y acude a la Sagrada Escritura, el Señor no dejará no hablarte
y te dará respuestas. Cuando nos encontramos en situaciones difíciles,
recordemos que podemos elegir cuál será nuestra reacción.
Hay ocasiones que
el tomar una decisión difícil duele, y duele mucho, pero en el momento, y si la
elegimos siguiendo estos pasos y conscientes de que será lo mejor para nosotros
y para las personas que amamos, tal vez será un trago amargo al principio, pero
después es bien sabido que se experimentará una sensación de libertad y de paz
en nuestra alma que es lo que nos dará la certeza de que hemos elegido lo
correcto.
Así que no
olvides que a diario es necesario tomar decisiones, y que como bien se dijo:
ante toda acción hay una reacción, busca siempre el bien, si actúas haciendo el
bien y remediando tus errores, podrás vivir tranquilo, feliz y, sobre todo, en
paz contigo mismo, sabiendo que has hecho las cosas lo mejor que pudiste.
Autor: P. Dennis
Doren L.C. | Fuente: www.padredennis.com
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