martes, 4 de marzo de 2014

¿El próximo Miércoles de Ceniza, vas a acercarte a recibirla? ¿por qué?






• ¿El próximo Miércoles de Ceniza, vas a acercarte a recibirla? ¿por qué?


1. Para iniciar el diálogo

(Este momento es muy importante y conviene que se le dé la duración necesaria, ya que en él salen a relucir las inquietudes de cada miembro de la familia).

·      ¿El próximo Miércoles de Ceniza, vas a acercarte a recibirla? ¿por qué?
·      Para ti, ¿qué significa la ceniza?
·      ¿Y qué pasa si no la recibes?



2. Dios dialoga con nosotros

(En este momento estamos atentos a lo que Dios nos dice; es conveniente guardar un momento de silencio después de leer el texto, para meditar). Lectura del Libro del Génesis (3, 17.19): Al hombre le dijo (Dios): “Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás”. 



3. Para reflexionar juntos

¿Cuál es el origen de la costumbre de imponer ceniza sobre nuestras cabezas al inicio de la Cuaresma? Es una costumbre muy antigua que se originó ligada al Sacramento de la Reconciliación. Hasta antes del s. VII, cuando un pecador deseaba recibir la absolución de sus pecados, se acercaba al sacerdote quien lo escuchaba en privado y después lo recibía, junto con otros penitentes, en la Iglesia en donde en una ceremonia especial, al inicio de la Cuaresma, le imponía un vestido llamado silicio, hecho con pelos de cabra y que debió haber sido muy rasposo, y después de derramar ceniza sobre su cabeza, lo aceptaba a un grupo u orden de los penitentes que durante cuarenta días ayunaban, hacían servicios a la comunidad, daban limosna a los pobres y oraban intensamente para hacer penitencia por sus pecados. Toda la comunidad oraba por ellos y, por fin, el Jueves Santo, eran reconciliados y reinsertados en la comunidad. Todavía vemos restos de esta costumbre en España y en algunos países de herencia hispánica con los grupos de penitentes que participan encapuchados en las ceremonias de la Semana Santa.

Cuando el Sacramento de la Reconciliación dejó de celebrarse en forma comunitaria y se hizo más frecuente, entonces la ceremonia de la ceniza se generalizó para todos los fieles, reconociéndonos así como una Iglesia necesitada del perdón de Dios.





¿Qué significa la ceniza?

En el Antiguo Testamento vemos cómo el imponer ceniza sobre la cabeza tenía un significado de arrepentimiento por las faltas cometidas y de dolor y vergüenza. Esta costumbre fue tomada por los católicos para significar precisamente esos mismos sentimientos.

El que toma ceniza se confiesa públicamente como pecador. Manifiesta que está arrepentido. Da testimonio de su vergüenza y de su dolor por haber ofendido a Dios y a los hijos de Dios. Le pide a la comunidad y a todos los que ven la ceniza sobre su cabeza que oren por él para que se arrepienta. Se compromete a un cambio de vida con la ayuda de Dios. Se dispone a vivir un tiempo especial de penitencia mediante el ayuno, las obras de caridad y la oración. Manifiesta que está dispuesto a recibir el Sacramento de la Reconciliación durante la Cuaresma, para poder vivir la Pascua como hijo de Dios.




¿Tenemos obligación de confesarnos?

La Iglesia sigue teniendo un mandamiento para aquellos que somos católicos: “Confesarse por lo menos una vez al año, por la Cuaresma”.

Se nos pide a los sacerdotes que facilitemos este sacramento a los fieles e, incluso, en esta Arquidiócesis, el Arzobispo nos autoriza a todos los sacerdotes a perdonar algunas censuras de excomunión que ordinariamente están reservadas a él o algunos sacerdotes designados por él; como, por ejemplo, perdonar a los que cayeron en excomunión por haber participado en un aborto.



4. Compromiso familiar

Como familia podemos comprometernos a asistir juntos a la imposición de la ceniza, procurando participar en la ceremonia completa y no sólo hacer cola para recibirla e irnos cuanto antes.

Una vez que recibamos la ceniza, comprometernos a vivir nuestra Cuaresma en un espíritu de penitencia, poniéndonos de acuerdo en cómo vamos a cumplir con lo que nos manda la Iglesia sobre el ayuno, la abstinencia, las obras de caridad y la oración.

Podemos comprometernos a acudir como familia a recibir el Sacramento de la Reconciliación.

Autor: P. Sergio Román. Copyright © 2014 SIAME - Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México

sábado, 1 de marzo de 2014

La vida no vale más que el alimento






Si verdaderamente colocamos en primer lugar las realidades espirituales, no tenemos que preocuparnos de los bienes materiales, porque Dios, en su bondad, nos los proporcionará en abundancia. Si, por el contrario, únicamente velamos por nuestros intereses materiales sin ocuparnos de nuestra vida espiritual, la preocupación constante de las cosas terrestres nos conducirá a descuidar nuestra alma… Por tanto no invirtamos el orden de las cosas. Conociendo la bondad de nuestro Señor, confiaremos totalmente en Él y no nos dejaremos agobiar por las preocupaciones de esta vida… "Vuestro Padre del cielo sabe lo que os hace falta antes de que se lo pidáis necesitáis" (Mt 6,8- 32).



Jesús quiere pues que estemos libres de toda preocupación de este mundo y que nos dediquemos totalmente a las obras espirituales. "Buscad pues, nos dice, los bienes espirituales y yo mismo proveeré ampliamente todas vuestras necesidades materiales… Mirad las aves del cielo, no siembran ni cosechan, no tienen reservas en sus graneros, y vuestro Padre del cielo los alimenta". Es decir: " Si cuidado de las aves que no están dotadas de razón y les proporciono todo lo que necesitan, sin sembrar ni labrar, mucho más velaré por vosotros, que estáis dotados de razón, con tal que antepongáis lo espiritual a lo corporal. ¿Y ya que los creé para vosotros, así como todos los demás seres, y los trato con tanto cuidado, de qué cuidado y solicitud no seréis dignos vosotros, para los que he creado todo esto?"

Autor: San Juan Crisóstomo (c. 345-407), sacerdote en Antioquía después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia. Catequesis bautismales, n°8, 19-25 ; SC 50

jueves, 27 de febrero de 2014

Decálogo de la oración


1.   Orar es amar.

2.   Orar es abrir el corazón.

3.   Orar es pensar en Dios, amándole.

4.   Orar es vivir “a tope”.

5.   Orar es vivir por dentro para crecer por fuera.

6.   Orar es dejarse mirar.

7.   Orar es vivir con su Presencia.

8.   Orar es trato de amistad.

9.   Orar es llegar a buen puerto.

10.    Orar es recuperar toda la esperanza.


       Fuente: Obispo Francisco Cerro Chaves. Obispo de Coria-  Cáceres

miércoles, 26 de febrero de 2014

¿Por qué sólo se santiguan los católicos?






Te escribo de memoria una de las primeras preguntas de un  antiguo catecismo para niños: ¿“Cuál es la señal del cristiano?: La señal del cristiano es la santa cruz”

Todas las instituciones, y ahora especialmente, buscan tener un logotipo definidor de la imagen corporativa. Me atrevería a dar premio a la excelencia a los primeros cristianos como publicistas por haber diseñado la cruz como logotipo de identidad corporativa de la Iglesia: difícilmente se puede encontrar una imagen más sencilla y más “comprehensiva” en intensidad y extensión de la visión,  misión y valores de la Iglesia que mediante la Cruz. En la sencilla cruz se recoge el pasado, el presente y el futuro de la Institución divina de la Iglesia en favor de los hombres. Y, al mismo tiempo, se recoge el caminar diario del cristiano:

“El que quiera ser mi discípulo, tome su cruz, cada día, y sígame” (Lc 23)

Cuando el cristiano hace la señal de la cruz no está haciendo magia, ni exorcismo, como parece que piensan algunos protestantes, sino que está expresando con un  gesto todo el ideal de su vida, indicando que quiere tomar la cruz de Cristo en ese día, en su cabeza y con su corazón, con toda su alma y toda su mente, y además, realizando un acto de fe en la Trinidad, pronunciando mientras se presigna: “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

Por todo ello, muchas Iglesias y lugares cristianos están presididos y coronados por la imagen de la cruz o de Cristo Crucificado, queriendo representar el momento culminante de la historia en el que la humanidad es rescatada por Cristo para Dios Padre.

Comprenderás, Felipe, que me sorprenda que a muchos protestantes les parezca casi blasfemo hacer la señal de la cruz. 

Autor: Javier Ordovás





viernes, 21 de febrero de 2014

ME DIVORCIO DESPUÉS DE 45 AÑOS...







Un anciano llama a su hijo en Nueva York y le dice: "Odio arruinar estos días festivos, pero tengo que decirte que tu madre y yo nos estamos divorciando, 45 años de matrimonio, y tanta miseria ya es suficiente!"

"Papá, ¿qué estás diciendo? “grita el hijo.

"No podemos seguir juntos, la convivencia se ha vuelto insoportable ", explicó el viejo padre. "Estamos hartos el uno del otro"

"¿Porqué papá?, !si estaban de maravilla la última vez que fui a visitarlos!"

!Hijo, ya estoy harto de hablar de esto y es caro hacerlo por teléfono!, por favor avísale de esto a tu hermana a Hong Kong" .

Frenético, el hijo llama a su hermana, y esta al enterarse explota en el teléfono. "Como diablos se están divorciando", ella grita : "Yo me encargo de esto".

Ella llama a su anciano padre de inmediato, y le grita: "No se divorcien aún. No hagan una sola cosa hasta que yo llegue. Voy a llamar a mi hermano de vuelta y los dos estaremos allí mañana. Hasta entonces, no hagan nada, ¿me oyes?" -gritó mientras colgaba el teléfono.

El anciano cuelga el teléfono y se dirige a su esposa. "Lo logramos Amor, nuestros hijos estarán aquí en Navidad y se pagarán ellos el pasaje, Te amo".

Fuente: P Noel Lozano