martes, 8 de enero de 2013

¿Qué es la vida?






La vida es una aventura apasionante.
Yo la disfruto o la malgasto, la vivo en plenitud o en desventaja.
Si no la has vivido en plenitud, es porque te resignaste.
La verdad es que, las raíces más profundas de tu ser,
se alimentaban de niño de savia celestial.
Luego vino el desencanto, la terrificación, el asco y la náusea.
Desde mi cárcel espiritual, detrás de los duros barrotes,
grito con todo mi cuerpo que quiero ser libre.

Autor: Padre Mariano de Blas L.C. Fuente: Libro Quiero vivir, pensamientos de vida

lunes, 7 de enero de 2013

¿Cuál será tu respuesta?








Dios que te llama pone ante ti una misión. Quizá nos hemos acostumbrado a oírlo y lo repetimos sin penetrar en el trasfondo de amor y en las consecuencias de eternidad que comporta: ¿quién es Dios? ¿Quién soy yo? Y, en el centro, mediándonos, su voz. En esta ocasión, no imperativa, como cuando creó todas las cosas: «Hágase», sino humilde, sugerente, invitante, preñada de amor: «Si quieres ...». Pero, no seamos ingenuos. Esta voz de apariencia humilde, respetuosa, es portadora de un querer de Dios. Es así como el llamado de Dios queda pendiente de tu voluntad. Dios ha expresado su voluntad, ¿cuál será tu respuesta? Es tremendo tener que reducir a esta simplicidad el problema, pero sólo así alcanzamos la luz suficiente para ver. Hay momentos en la vida, cuando cegados por la pasión, el egoísmo o la sensualidad, quisiéramos que el problema tuviera más datos, que fuese más complicado, que hubiese alguna escapatoria, donde pudiésemos suspender la libertad, sin comprometerla... Pero la voz de Dios es espada que penetra y nos saca fuera, a la luz, al desnudo: «Si quieres...».

Fuente: Church Forum 

domingo, 6 de enero de 2013

ORDEN DE PRIORIDADES


Lo más duro de una agenda
es atacar los asuntos
por orden de prioridades,
porque los asuntos más importantes
suelen exigir un gran esfuerzo.
Esa es la razón por la que se van dejando
para luego, para luego y para nunca.
Al final
no hay más remedio que hacerlos,
pero con intereses muy sobrecargados
de ansiedad y tensión.

Autor: P. Mariano de Blas L.C. Fuente: Libro Quiero vivir, pensamientos de vida

sábado, 5 de enero de 2013

El silencio



El silencio tiene por fin atender a las inspiraciones del Espíritu Santo que habita dentro de nuestra alma. Dios no habla en el tumulto de impresiones, ni en la disipación. Cuando el alma está en silencio interior y exterior, cuando el alma está recogida dentro de sí, entonces es cuando Dios habla y cuando el alma puede escucharlo. Muchas veces el Espíritu Santo está clamando con gemidos inenarrables, pero el alma no los oye porque se encuentra fuera de sí, atenta a lo que sucede fuera.

viernes, 4 de enero de 2013

COSAS QUE VALEN





Se podría decir que he comenzado
casi todas las cosas que en la vida
valían la pena:
una lectura, un idioma, una profesión,
hasta la santidad.
Pero me parezco a esos jugadores
que comienzan ganando un partido,
por el fuego que derrochan al inicio,
pero se desinflan luego
y terminan perdiendo.
Arrumbados en el desván
han quedado mis lecturas, mis idiomas,
la profesión y la santidad...
¿No seré capaz de comenzar y continuar
por lo menos lo que cuenta para el más allá?

miércoles, 2 de enero de 2013

A mal tiempo buena cara






Fuera hace frío, mucho frío; se ve el aliento de las personas al respirar, mientras caminan envueltos en abrigos y bufandas y las manos en los bolsillos. Quizá las crestas de los montes estén cubiertas de nieve o de hielo, pero hay gente que tiene su corazón caliente, y no importa el frío de las calles; personas que tienen una razón para vivir, gentes felices y que saben amar, que saben convertir todas las cosas duras de la vida en algo bueno, algo positivo, tienen esperanza, confían en Dios, aman a su prójimo y se esfuerzan por mantener un clima de paz y calor en sus hogares, en su trabajo.


Pero, ¡qué duro debe ser que ahí fuera haga frío y que el corazón esté congelado, hecho hielo, también! Frío por fuera y frío por dentro; Hielo es la desesperanza, dejarse arrancar día a día los restos de confianza a los que uno se agarra para seguir viviendo. Hielo es el rencor y el odio que va pudriendo poco a poco de modo irremediable tantos corazones. ¡Qué hielo tan duro, es el miedo a la vida, al futuro, a la vejez, a la enfermedad y a la soledad!

Necesitamos que salga el sol dentro de nosotros mismos, el sol de la esperanza, del amor, del optimismo, de la paz interior; tenemos que forzarnos a nosotros mismos y, antes que nada, obligarnos a creer que el sol puede salir en nuestra vida.

El que desespera de todo, puede tener muchas razones y excusas, pero también algo de culpa porque penas, sufrimientos, apuros económicos, contratiempos, están repartidos en la vida de todos, pero ahí está también la mente, nuestra mente, para buscar soluciones a los problemas, y unos la usan y otros no.

Ahí están nuestras manos para trabajar, y unos les dan uso y otros no, ahí está Dios que sí ayuda a los que confían, pero unos le rezan a ese Dios y otros le dan la espalda; ahí están las oportunidades que ofrece la vida, pero unos las buscan y otros se excusan diciendo que nada se puede hacer.

El sol de la esperanza puede salir y de hecho sale en la vida de todos los que se fuerzan a sí mismos a creer en Dios y en sí mismos, que se fuerzan a esperar lo mejor, a luchar por salir adelante a pesar de todo

Yo no puedo controlar el clima de afuera, pero sí el interior de mi espíritu. Los problemas lo pueden quebrantar a uno si se deja, pero pueden fortalecerlo si los enfrenta como retos magníficos.

 Autor: Padre Mariano de Blas L.C. Fuente: Libro De paso por la vida 




martes, 1 de enero de 2013

Al empezar el año nuevo. Actitud ante la vida.




1) Para saber

El tiempo de Navidad nos invita renovar nuestra esperanza con miras a un futuro prometedor. El Papa Benedicto XVI ha invitado a todos, especialmente a los jóvenes, a construir una civilización apoyada en tres fuertes columnas: la verdad, el amor y la paz. Tres valores presentados y llevados a su radicalidad por Cristo. El Papa ha manifestado su confianza en los jóvenes y quiere que, así como cuando nació Jesús, los Reyes Magos fueron a adorarle, así ahora todos vayamos a Cristo también con esa voluntad de ponernos a su servicio, aunque en ocasiones se nos presente un ambiente no del todo propicio.

Por eso importa mucho tener una actitud positiva y esperanzadora. Nos puede ayudar un relato que escribió una joven llamada Katy. Sucedió que fue a una convivencia con las compañeras de su escuela. Regresó muy contenta y con entusiasmo. Había tomado algunas notas de lo que había escuchado y las guardó como algo muy valioso.

Sin embargo, la siguiente semana resultó un desastre de tipo emocional. Primero, se sintió profundamente herida por una de sus mejores amigas. Con su mamá tuvo una fuerte discusión y estaba muy preocupada por algunas calificaciones, en particular por las de inglés y matemáticas.

Ni el próximo baile le animaba. Esos días lloraba todas las noches. El viernes se levantó muy desesperanzada y sin ánimos. Al cerrar un cajón con fuerza se cayeron las notas que había tomado en la convivencia y vio una de las hojas que le había dado la encargada de la convivencia. La abrió y leyó. La hoja se dividía en dos partes. Esto decía la hoja:

La vida no tiene que ver con llevar el marcador. No tiene que ver con cuántas personas te telefonean, como tampoco con quien saliste, con quien sales o con quien no has salido.

Tampoco tiene que ver con quien has besado, qué deporte practicas o que muchacho o muchacha te simpatiza. No tiene que ver con tus zapatos o tu cabello o el color de tu piel o dónde vives o a qué escuela vas. Incluso no tiene que ver con las calificaciones, el dinero, la ropa... La vida no tiene que ver con cuántos amigos tienes o si estás solo, y tampoco con cuán aceptada eres o no. La vida definitivamente no trata de eso.

La vida tiene que ver con a quien amas y a quien lastimas; cómo te sientes respecto de ti misma; tiene que ver con la confianza, la felicidad y la compasión. Tiene que ver que estés ahí cuando tus amigos te necesitan y con que sustituyas el odio interior por amor. La vida trata de evitar los celos, superar la ignorancia y adquirir confianza en uno mismo. Tiene que ver con lo que dices y lo que en verdad quieres decir. Tiene que ver con considerar a la gente por lo que es y no por lo que posee; pero, sobre todo, tiene que ver con elegir que tu vida ejerza influencia en la de otra persona de una manera que no habría sido posible sin esa decisión. Con lo que la vida tiene que ver es con estas elecciones.

Ese fin de semana, cuenta Katy, pasó más tiempo con su familia, estuvo más alegre con sus amigas y con gran paz. Tal vez por ello presentó su examen de inglés correctamente, y el de matemáticas aunque más dificultoso lo aprobó. También le fue muy bien en el baile. Y no solo fue cuestión de suerte, sino sobre todo fue un cambio de actitud ante la vida.

2) Para pensar

Precisamente una falta de fe y de esperanza, un descontento con uno mismo, un acendrado egoísmo o un desprecio por la vida, un autoestima muy baja han sido señaladas como algunas de las características de una cultura de la muerte. Juan Pablo II nos previno ante "la difusión de una cultura contraria a la solidaridad, que en muchos casos se configura como verdadera "cultura de la muerte" ("Evangelio de la vida", n.12).

¿Cómo podremos enfrentarnos y vencer a esta cultura de la muerte tan difundida en muchos ambientes? El Papa Benedicto XVI nos señala la solución: "sólo los santos, sólo de Dios, proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo... La revolución verdadera consiste únicamente en mirar a Dios, que es la medida de lo que es justo y, al mismo tiempo, es el amor eterno" (Discurso del 20 de agosto 2005). 

3) Para vivir

Al empezar un nuevo año, podemos recordar las palabras que decía en momentos como estos San Josemaría. Ante el tópico de brindar "Año nuevo, vida nueva", solía refutar que no es vida nueva, puesto que seguimos siendo los mismos, sino que lo que deberíamos decir es: "¡Año nuevo, lucha nueva"!, pues lo nuestro es recomenzar. La vida del cristiano no es pasar por el mundo sin caídas, sino levantarse siempre poniendo más cuidado y apoyarse más en Dios.

Autor: Padre José Martínez Colín Fuente: Church Fórum