viernes, 30 de septiembre de 2011

San Jerónimo

el Papa Benedicto XV lo reconoció como "doctor eminente en la interpretación de las sagradas Escrituras". San Jerónimo subrayaba la alegría y la importancia de familiarizarse con los textos bíblicos: "¿No te parece que, ya aquí, en la tierra, estamos en el reino de los cielos cuando vivimos entre estos textos, cuando meditamos en ellos, cuando no conocemos ni buscamos nada más?" (Ep. 53, 10).
En realidad, dialogar con Dios, con su Palabra, es en cierto sentido presencia del cielo, es decir, presencia de Dios. Acercarse a los textos bíblicos, sobre todo al Nuevo Testamento, es esencial para el creyente, pues "ignorar la Escritura es ignorar a Cristo". Es suya esta famosa frase, citada por el concilio Vaticano II en la constitución Dei Verbum (n. 25).
Verdaderamente "enamorado" de la Palabra de Dios, se preguntaba: "¿Cómo es posible vivir sin la ciencia de las Escrituras, a través de las cuales se aprende a conocer a Cristo mismo, que es la vida de los creyentes?" (Ep. 30, 7). Así, la Biblia, instrumento "con el que cada día Dios habla a los fieles" (Ep. 133, 13), se convierte en estímulo y manantial de la vida cristiana para todas las situaciones y para todas las personas.
Leer la Escritura es conversar con Dios: "Si oras —escribe a una joven noble de Roma— hablas con el Esposo; si lees, es él quien te habla" (Ep. 22, 25). El estudio y la meditación de la Escritura hacen sabio y sereno al hombre (cf. In Eph., prólogo). Ciertamente, para penetrar de una manera cada vez más profunda en la palabra de Dios hace falta una aplicación constante y progresiva. Por eso, san Jerónimo recomendaba al sacerdote Nepociano: "Lee con mucha frecuencia las divinas Escrituras; más aún, que el Libro santo no se caiga nunca de tus manos. Aprende en él lo que tienes que enseñar" (Ep. 52, 7).
A la matrona romana Leta le daba estos consejos para la educación cristiana de su hija: "Asegúrate de que estudie todos los días algún pasaje de la Escritura. (...) Que acompañe la oración con la lectura, y la lectura con la oración. (...) Que ame los Libros divinos en vez de las joyas y los vestidos de seda" (Ep. 107, 9.12). Con la meditación y la ciencia de las Escrituras se "mantiene el equilibrio del alma" (Ad Eph., prólogo). Sólo un profundo espíritu de oración y la ayuda del Espíritu Santo pueden introducirnos en la comprensión de la Biblia: "Al interpretar la sagrada Escritura siempre necesitamos la ayuda del Espíritu Santo" (In Mich. 1, 1, 10, 15).
Así pues, san Jerónimo, durante toda su vida, se caracterizó por un amor apasionado a las Escrituras, un amor que siempre trató de suscitar en los fieles. A una de sus hijas espirituales le recomendaba: "Ama la sagrada Escritura, y la sabiduría te amará; ámala tiernamente, y te custodiará; hónrala y recibirás sus caricias. Que sea para ti como tus collares y tus pendientes" (Ep. 130, 20). Y añadía: "Ama la ciencia de la Escritura, y no amarás los vicios de la carne" (Ep. 125, 11).
Para san Jerónimo, un criterio metodológico fundamental en la interpretación de las Escrituras era la sintonía con el magisterio de la Iglesia. Nunca podemos leer nosotros solos la Escritura. Encontramos demasiadas puertas cerradas y caemos fácilmente en el error. La Biblia fue escrita por el pueblo de Dios y para el pueblo de Dios, bajo la inspiración del Espíritu Santo. Sólo en esta comunión con el pueblo de Dios podemos entrar realmente con el "nosotros" en el núcleo de la verdad que Dios mismo nos quiere comunicar. Para él una auténtica interpretación de la Biblia tenía que estar siempre en armonía con la fe de la Iglesia católica.
No se trata de una exigencia impuesta a este Libro desde el exterior; el Libro es precisamente la voz del pueblo de Dios que peregrina y sólo en la fe de este pueblo podemos estar, por así decir, en el tono adecuado para comprender la sagrada Escritura. Por eso, san Jerónimo exhortaba: "Permanece firmemente adherido a la doctrina de la tradición que te ha sido enseñada, para que puedas exhortar según la sana doctrina y refutar a quienes la contradicen" (Ep. 52, 7). En particular, dado que Jesucristo fundó su Iglesia sobre Pedro, todo cristiano —concluía— debe estar en comunión "con la Cátedra de san Pedro. Yo sé que sobre esta piedra está edificada la Iglesia" (Ep. 15, 2). Por tanto, abiertamente declaraba: "Yo estoy con quien esté unido a la Cátedra de san Pedro" (Ep. 16).
San Jerónimo, obviamente, no descuida el aspecto ético. Más aún, con frecuencia reafirma el deber de hacer que la vida concuerde con la Palabra divina, y sólo viviéndola encontramos también la capacidad de comprenderla. Esta coherencia es indispensable para todo cristiano y particularmente para el predicador, a fin de que no lo pongan en aprieto sus acciones, cuando contradicen el contenido de sus palabras.
Así exhorta al sacerdote Nepociano: "Que tus acciones no desmientan tus palabras, para que no suceda que, cuando prediques en la Iglesia, alguien en su interior comente: "¿por qué entonces tú no actúas así?" ¡Qué curioso maestro el que, con el estómago lleno, diserta sobre el ayuno! Incluso un ladrón puede criticar la avaricia; pero en el sacerdote de Cristo la mente y la palabra deben ir de acuerdo" (Ep. 52, 7).
En otra carta, san Jerónimo reafirma: "La persona que se siente condenada por su propia conciencia, aunque tenga una espléndida doctrina, debería avergonzarse" (Ep. 127, 4). También con respecto a la coherencia, observa: el Evangelio debe traducirse en actitudes de auténtica caridad, pues en todo ser humano está presente la Persona misma de Cristo. Por ejemplo, dirigiéndose al presbítero Paulino —que después llegó a ser obispo de Nola y santo—, san Jerónimo le da este consejo: "El verdadero templo de Cristo es el alma del fiel: adorna este santuario, embellécelo, deposita en él tus ofrendas y recibe a Cristo. ¿Qué sentido tiene decorar las paredes con piedras preciosas, si Cristo muere de hambre en la persona de un pobre?" (Ep. 58, 7).
San Jerónimo concreta: es necesario "vestir a Cristo en los pobres, visitarlo en los que sufren, darle de comer en los hambrientos, acogerlo en los que no tienen una casa" (Ep. 130, 14). El amor a Cristo, alimentado con el estudio y la meditación, nos permite superar todas las dificultades: "Si amamos a Jesucristo y buscamos siempre la unión con él, nos parecerá fácil incluso lo que es difícil" (Ep. 22, 40).
San Jerónimo, definido por Próspero de Aquitania, "modelo de conducta y maestro del género humano" (Carmen de ingratis, 57), nos ha dejado también una enseñanza rica y variada sobre el ascetismo cristiano. Recuerda que un compromiso valiente por la perfección requiere vigilancia constante, frecuentes mortificaciones, aunque con moderación y prudencia, trabajo intelectual o manual asiduo para evitar el ocio (cf. Epp. 125, 11 y 130, 15), y sobre todo obediencia a Dios: "No hay nada que agrade tanto a Dios como la obediencia (...), que es la más excelsa de las virtudes" (Hom. de oboedientia: CCL 78, 552).
En el camino ascético pueden entrar también las peregrinaciones. En particular, san Jerónimo impulsó las peregrinaciones a Tierra Santa, donde los peregrinos eran acogidos y alojados en edificios surgidos junto al monasterio de Belén, gracias a la generosidad de una mujer noble, Paula, hija espiritual de san Jerónimo (cf. Ep. 108, 14).
No hay que olvidar, por último, la contribución ofrecida por san Jerónimo a la pedagogía cristiana (cf. Epp. 107 y 128). Se propone formar "un alma que tiene que convertirse en templo del Señor" (Ep. 107, 4), una "joya preciosísima" a los ojos de Dios (Ep. 107, 13). Con profunda intuición aconseja preservarla del mal y de las ocasiones de pecado, evitar las amistades equívocas o que disipan (cf. Ep. 107, 4 y 8-9; también Ep. 128, 3-4). Sobre todo exhorta a los padres a crear un ambiente de serenidad y alegría entre sus hijos, a estimularlos en el estudio y en el trabajo, también con la alabanza y la emulación (cf. Epp. 107, 4 y 128, 1), a animarlos a superar las dificultades, favoreciendo en ellos las buenas costumbres y preservándolos de las malas porque —dice, citando una frase de Publilio Siro que había escuchado en la escuela— "a duras penas lograrás corregirte de las cosas a las que te vas acostumbrando tranquilamente" (Ep. 107, 8).
Los padres son los principales educadores de sus hijos, sus primeros maestros de vida. Con mucha claridad, san Jerónimo, dirigiéndose a la madre de una muchacha y luego al padre, advierte, como expresando una exigencia fundamental de toda criatura humana que se asoma a la existencia: "Que encuentre en ti a su maestra, y que en su inexperta niñez te mire a ti con admiración. Que nunca vea en ti ni en su padre actitudes que la lleven al pecado por imitación. Recordad que (...) podéis educarla más con el ejemplo que con la palabra" (Ep. 107, 9).
Entre las principales intuiciones de san Jerónimo como pedagogo hay que subrayar la importancia que atribuye a una educación sana e integral desde la primera infancia, la peculiar responsabilidad que reconoce a los padres, la urgencia de una seria formación moral y religiosa, y la exigencia del estudio para lograr una formación humana más completa.
Además, un aspecto bastante descuidado en los tiempos antiguos, pero que san Jerónimo considera vital, es la promoción de la mujer, a la que reconoce el derecho a una formación completa: humana, académica, religiosa y profesional.
Y precisamente hoy vemos cómo la educación de la personalidad en su integridad, la educación en la responsabilidad ante Dios y ante los hombres, es la auténtica condición de todo progreso, de toda paz, de toda reconciliación y de toda exclusión de la violencia. Educación ante Dios y ante los hombres: es la sagrada Escritura la que nos ofrece la guía de la educación y, por tanto, del auténtico humanismo.
No podemos concluir estas rápidas observaciones sobre este gran Padre de la Iglesia sin mencionar la eficaz contribución que dio a la salvaguarda de los elementos positivos y válidos de las antiguas culturas judía, griega y romana en la naciente civilización cristiana. San Jerónimo reconoció y asimiló los valores artísticos, la riqueza de los sentimientos y la armonía de las imágenes presentes en los clásicos, que educan el corazón y la fantasía despertando sentimientos nobles.
Sobre todo, puso en el centro de su vida y de su actividad la palabra de Dios, que indica al hombre las sendas de la vida, y le revela los secretos de la santidad. Por todo esto no podemos menos de sentirnos profundamente agradecidos a san Jerónimo, precisamente en nuestro tiempo.  

Autor: Benedicto XVI, AUDIENCIA GENERAL, Miércoles 14 de noviembre de 2007

martes, 27 de septiembre de 2011

EL CÁNTICO DE LAS CRIATURAS



Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor,por la hermana nuestra madre tierra,la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad


Autor: San Francisco de Asis



Explicación

Esta bella oración de San Francisco es conocida por varios nombres: Cántico de las Criaturas, Alabanzas de las Criaturas e Himno de la Hermana Muerte. Fue escrito en romance umbro (la tierra del santo) y se lo considera el primer poema en la lengua italiana. Se lo celebró como "el más bello trozo de poesía religiosa después de los Evangelios" y "la expresión más completa y lírica del alma y de la espiritualidad de Francisco". La fecha de su composición es el otoño de 1225, posiblemente en San Damián. La estrofa sobre el perdón la redactó con ocasión de una controversia entre el Podestá de Asís, primera autoridad de la ciudad, y el Obispo, reconciliándolos. Y la última, sobre la hermana muerte, la compuso en octubre de 1226.
Las circunstancias físicas en que se hallaba el Pequeñuelo obvian los comentarios y provocan las conclusiones: desangrado por los estigmas, casi ciego, enfermo del hígado, desnutrido y afiebrado. Por el contrario, su vida interior estaba en la mejor salud. Dios había querido recordar a los hombres la pasión de su Hijo a través del cuerpo del Pequeñuelo y, como sólo desde la cruz se preludia la alegría de la Pascua, a la hora de cantar el "aleluya". Ninguno mejor que Francisco.
Lo cantó por todos, por ti y por mi; por los hombres y los astros; por las criaturas y las plantas; por toda esta naturaleza que Cristo reconcilió y pacificó en su cruz. Francisco interpretó el silencioso canto que toda la creación le tributa a Dios, y la silenciosa melodía que Dios canta en la creación. Y lo hizo porque ocupaba el último lugar, y así pudo ser el primero. Porque era el más humilde de los siervos, y esto le permitió comprender como nadie la grandeza de su Señor.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Futbol, hinchadas y valores



Vulgaridades, alcohol, drogas, vandalismo e incluso muertes, son imágenes lamentables que vienen a la mente cuando se habla de las temidas hinchadas de futbol, esa especie de jaurías humanas… miras tan obtusas son desalentadoras, pues esto no sucede en cada encuentro deportivo y mucho menos es una constante en aquellas hinchadas maduras que han preferido ver el brillo del buen futbol, al brillo malicioso de la hoja de un arma blanca. No se puede juzgar solo por los hechos y situaciones desagradables del pasado.
Hinchada, barra, peña o porra -según el término que se acuñe en cada región- significa, frente a las definiciones negativas, un grupo heterogéneo de personas que apoyan de una u otra forma a un determinado equipo de fútbol.
Valores en una barra no faltan, aunque también cuenta con sus vicios y partes que sería preferible olvidar, pero ya basta de estar exaltando el lado tenebroso de las cosas, mejor pulamos aquellos bellos y nobles detalles que muchas veces son condenados al olvido como joyas oxidadas.
Los azulgrana del FC Barcelona ya han superado la barrera de veinte millones de fans en Facebook con 20.375.867 y en Twitter los siguen 1.166.415 usuarios. Por otro lado, 19.645.432 de personas en Facebook y 2.334.634 en Twitter afirman apoyar a los merengues del Real Madrid ( consulta de los sitios oficiales, septiembre 2011). Las hinchadas son una parte importante en la sociedad, no en vano los dos más famosos clubes españoles cuentan con un numero exorbitante de fans. Todo esto sin consultar las cuentas personales de los jugadores.
Con tantos seguidores vale la pena mencionar algunas virtudes que se ejercitan en el estadio, en el corazón de los que pagan un asiento en el templo deportivo y terminan viendo de pie todo el partido, animados por apoyar a su selección desde las gradas.
Nadie es hincha en solitario; se es hincha en grupo, en familia, en barrio, en equipo de fútbol de la escuela o de la cuadra. Las numerosas combinaciones que despiertan el entusiasmo propio de la juventud primero, y de la edad madura después, forjan amistades en la barra, unión entre grupos pequeños con un fin común: Alentar a un equipo.
Alentar, animar, entusiasmar a los jugadores que visten la propia camiseta es el deber primordial de cualquier barra. Cuando la hinchada es madura, cuando la hinchada es fiel, cuando la hinchada a través de los años ha descubierto su razón de ser: no dejará de gritar, no dejará de corear, no dejará de animar, aunque vayan perdiendo por goleada. Ellos no meten goles, pero generan un estado psicológico de obligación en el jugador, aunque este sea extranjero, se siente en casa, siente que la camiseta es parte de su piel, que debe poner todo su esfuerzo para conseguir la victoria.
Capacidad para escoger, fidelidad a un equipo y constancia son otras cualidades de las barras. Un hincha coherente solo se enorgullece de dos camisetas: la de su club, y la de la selección nacional; esas dos las vestirá con orgullo, se sentirá parte del equipo, será el jugador número doce, mientras que con las otras camisetas se sentirá extraño, como vestido por otra persona… Si algo tiene poder de unión nacional es la camiseta de la selección de futbol, aquella camiseta que diluye en uno solo la gama de colores existentes en el futbol local.
En fin, las hinchadas, aun en medio de todos los escombros que han dejado los actos vandálicos y hooliganescos, nos enseñan a ser positivos ante la adversidad, nos animan a ser fieles a un ideal, y sobre todo generan unión a pesar de las diferencias sociales, pues con nuestras variedades, todos somos parte del mismo equipo, la humanidad.
Autor: 
Yrlánder Hernández

domingo, 25 de septiembre de 2011

Habitar en el Corazón de María


El Espíritu Santo, por boca de los Santos Padres, llama también a la Santísima Virgen: Primero, la puerta oriental por la cual el gran sacerdote Jesucristo entró en el mundo; por ella entró la primera vez y por ella vendrá la segunda. Segundo, es menester también saber que la Santísima Virgen es el santuario de la Divinidad, el reclinatorio de la Santísima Trinidad, el trono de Dios, la ciudad de Dios, el altar de Dios, el templo de Dios, el mundo de Dios. Todos estos diferentes epítetos y alabanzas son muy verdaderos por su relación con las diferentes maravillas que el Altísimo ha obrado en María. ¡Oh, qué riquezas! ¡Oh, qué gloria! ¡Oh, qué placer! ¡Oh, qué dicha poder entrar y permanecer en María, en la que el Altísimo puso el trono de su gloria suprema!
Pero cuán difícil es a pecadores como nosotros tener el permiso, la capacidad y la luz para entrar en un lugar tan alto y tan santo, que está guardado, no por un querubín, como el antiguo paraíso terrestre, sino por el mismo Espíritu Santo, que se hizo dueño absoluto de él, y que lo ha llamado Huerto cerrado (Cant. 4,12). María está cerrada; María está sellada; los desgraciados hijos de Adán y Eva, echados del paraíso terrestre, no pueden entrar en este paraíso sino por una gracia particular del Espíritu Santo de que deben hacerse merecedores.
Después que se ha alcanzado por la fidelidad esta insigne gracia, es menester permanecer en el Corazón de María con complacencia, reposar en él en paz, apoyarse en él con confianza, esconderse en él para seguridad, y darse a él sin reserva, a fin de que en este virginal seno el alma sea bien alimentada con la leche de su gracia y de su misericordia maternal; se despoje de las turbaciones, temores y escrúpulos y se ponga en seguridad contra todos sus enemigos: el mundo, el demonio y el pecado que jamás han estado allí. Por esto dice, que los que obran con ella no pecarán: los que están conmigo no pecarán; es decir, aquellos que están en espíritu con la Santísima Virgen no pecarán. Finalmente, para que ella se forme en Jesucristo y a Jesucristo en ella; porque su seno es, como dicen los Santos Padres, la sala de los sacramentos divinos en donde se han formado Jesucristo y todos los elegidos: El Hombre y el hombre en ella nacieron.

Autor: San Luis María Grignion de Montfort, Tratado de la verdadera devoción a la Virgen María

sábado, 24 de septiembre de 2011

Luz de luz



Grandes efusiones de luz y de amor, acompañadas de milagros y de profecías vienen sobre la Iglesia militante.

Es quizá en las épocas más oscuras, mientras miles de almas apostatan, cuando el Espíritu Santo parece querer rescatar con la intensidad del fervor y la frecuencia del heroísmo, las pérdidas sufridas en cantidad y en ex tensión.

En esas visitas incomparables, en esas misiones invisibles en las cuales Dios viene a rehacer la obra de sus manos, la Iglesia siente a sus hilos saltar en su seno, se llena del Espíritu Santo y se maravilla diciendo: “ qué me sucede que mi Señor viene a mí?”.

Esos toques divinos inflaman su corazón, le dan un impulso siempre nuevo. Así la Iglesia es patria de renovaciones espirituales y única fuente de juventud...

En los momentos decisivos de su historia, el Espíritu Santo vendrá en ayuda de su Iglesia por caminos excepcionales. Suscitará en ella milagros de fortaleza, de luz, de pureza. En la Jerarquía o en el pueblo fiel se levantarán hombres y mujeres que tendrán tanta nitidez en la voz y tanta santidad en el coraz6n para anunciar su mensaje, que el mundo creerá volver a escuchar a los apóstoles.

Harán milagros, discernirán los espíritus, hablarán en lenguas. Serán los verdaderos profetas. Profetizarán para iluminar, a la luz de la revelación, el movimiento de su época y las necesidades de los hombres. En ellos volverán a aparecer, balo una forma adapta da a las condiciones nuevas de la vida de la Iglesia, gracias carismáticas que fueron dadas a los primeros cristianos...

Newman tenía razón cuando pretendió que, así como sucedió en el primer Pentecostés, los tiempos de milagros son tiempos de Santidad. (L’Eglise du Verbe Incarné (1942) (Tome II, Págs. 463. 469. 471.)

Autor: Cardenal Charles Lournet

viernes, 23 de septiembre de 2011

Corazón que ama, corazón que late



Hace pocas semanas han nacido dos niños, ninguno de ellos lo ha hecho en mi hospital, pero por diversos motivos he tenido noticias de ellos.

Una tarde cualquiera recibí en mis despacho a Eduardo, acababa de ser padre hacía unos días, pero su hija, su primera hija había nacido con graves secuelas que afectarían seriamente a su calidad de vida. El niño se mantenía con vida por la respiración asistida y las drogas que le suministraban al caso. Los médicos habían aconsejado retirar todo medio extraordinario y dejar morir a la niña. Eduardo se resistía a ello. Buscaba el consejo del sacerdote y el sosiego ante una decisión que implicaba poner a prueba su amor. Él, quería quedarse con su hija, le daba igual su situación, los sacrificios que exigiera y los cuidados que requiriera. Le hice ver que su gesto era heroico de por si. Que aquella niña, sólo por nacer y ser bautizada se había “realizado” y que en definitiva no era él quien la condenaba a la muerte, ni quien le regalaba la vida, sino que era Dios. Que quizás a pesar de retirar esas asistencias extraordinarias, las cuales no hay obligación de mantener, la niña siguiera viva.

Eduardo lloraba, porque Eduardo tiene un corazón que ama. Al final fueron retirados los medios desproporcionados y la niña, por voluntad de Dios sigue con vida. Ahora llega el momento del amor escondido, ordinario, a veces con espinas, pero con la recompensa que supone la entrega a un hijo. El amor de esos padres compensara todas las demás deficiencias.

Pocos días después tenía conocimiento del nacimiento de otro niño, sobrino de un compañero, su situación era muy delicada por lesiones cerebrales. Los padres amaban también a ese niño y lo querían aunque viviera de alguna manera disminuido: ¡¡era su hijo!!, también su primer hijo. Pues bien, por voluntad de Dios este niño ha muerto. Pero me han contado cómo, estando en la Unidad de Cuidados Intensivos de neonatos, al llegar su madre por las mañanas, al entrar por la puerta y saludar a las enfermeras, el corazón de aquel niño empezaba a latir con más fuerza y agitación. Los controles del ritmo cardíaco marcaban una alteración. Aquella voz le era familiar: ¡¡era la voz de su madre!!. Quizás lo único que conocía de ella. Al sentir cerca al ser que le había engendrado a la vida, aquél corazoncito latía de amor y de emoción. Los latidos de ese corazón percibidos con nitidez compensan sin duda los amores recibidos de cualquier hijo.

Un corazón que ama, otro corazón que late, dos corazones que son reflejo del Amor y la Perfección de Dios. ¡Cuántas gracias le doy al Señor por estar en “mi hospital”.

Autor: Paterpan

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Las Cuatro Velas




Cuatro velas se estaban consumiendo tranquilamente. El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo entre ellas.


La primera dice: “¡Yo, soy la Paz! A pesar de mi luz, las personas no consiguen mantenerme encendida.”
Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.

La segunda dice: “¡Yo me llamo Fe! Infelizmente soy superflua para las personas. Porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome.”

Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y ésta se apagó.

En voz baja y triste la tercera vela se manifestó: “¡Yo soy el Amor! No tengo más fuerzas que quemar. Las personas me dejan de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas mismas; se olvidan hasta de aquellas que están a su alrededor.”

… Y también se apagó.

De repente entró una niña y vio las tres velas apagadas. Y dijo: “¿Qué es esto? ¡Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final!”

Entonces, la cuarta vela, habló: “No tengas miedo niña, ¡mientras yo esté encendida, podemos encender las otras velas!”

Entonces la niña tomó la vela de la ESPERANZA y encendió las que estaban apagadas.

Que la vela de la ESPERANZA nunca se apague dentro de nosotros.

martes, 20 de septiembre de 2011

Oración de tu alma



En el silencio de tu alma se esconden los más bellos secretos de tu corazón.

El silencio no es la ausencia de sonidos, es un estado tranquilo en el que puedes oír lo que se mueve en tu interior con mayor claridad
En silencio se descubren maravillosas conversaciones que la palabra sería incapaz de pronunciar.
En el trabajo callado y tranquilo los dones de las personas se hacen visibles.

La palabra, cuando es clara y sincera, nos acerca a los demás, nos ayuda a darnos a conocer, nos muestra lo que los demás piensan y viven… el silencio es el mayor grado de comunicación que podemos conseguir con un ser humano.

Ábreme el cofre sagrado de tu silencio, comparte conmigo desde lo que eres, desde lo que vives, desde lo que lloras y desde donde te alegras… sin palabras.

Entraré de puntillas, sin hacer ruido, para no romper la hermosura que me ofreces a través de tu silencio...
El silencio es el mayor grado de comunicación.

Autor: Desconocido

lunes, 19 de septiembre de 2011

Si tienes Fe


Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz Contigo en la siguiente. Amen.

Autor: Reinhold Niebuhr

domingo, 18 de septiembre de 2011

Oración



-Para orar, es necesario querer orar
-La oración es buscar a Dios, es ponernos en contacto con Dios, es encontrarnos con Dios, es acercarnos a Dios
-Orar es llamar y responder. Es llamar a Dios y es responder a sus invitaciones. Es un diálogo de amor

-Quien tiene el hábito de orar, en su vida ve la acción de Dios en los momentos de más importancia, en las horas difíciles, en la tentación, etc
-En cambio, si no oramos con frecuencia, vamos dejando morir a Dios en nuestro corazón y vendrán otras cosas a ocupar el lugar que a Dios le corresponde

¿Por qué nos desanimamos en la oración?
 
-Algunas veces podemos desanimarnos en la oración, porque creemos que estamos orando, pero lo que hemos hecho no es propiamente oración

Lo que no es oración

-Si no se dirige a Dios, no es propiamente oración
-Si no buscamos una comunicación con Dios, sino únicamente una tranquilidad y una paz interior, no estamos orando, sino buscando un beneficio personal
-Si no interviene la persona con todo su ser (afectos, inteligencia y voluntad) no es oración
-Si no hay humildad y esfuerzo no es oración. Para orar es necesario reconocer que necesitamos de Dios
-Si no hay un diálogo con Dios, no es oración
-Cuando retamos o exigimos a Dios tampoco estamos orando
-Si no nos sentimos poco a poco más identificados con Jesucristo no hemos hecho oración
-Si no tenemos un fruto de más amor a Dios, al prójimo y a nosotros mismos, no hemos hecho oración.

Características de la oración

-La oración se dirige a Dios y no necesita de muchas palabras: Él conoce lo que nos pasa.
-La oración debe ser perseverante: tener paciencia en establecer ese diálogo con Dios.
-La oración debe ser insistente: no abandonarla a la primera sino insistir
-Para orar es necesario ser humildes: es enriquecerse partiendo de nuestra pobreza para abrirnos a la riqueza de Dios.
-La oración es poderosa: se pueden observar en la Iglesia muchos imposibles conseguidos por la oración
-La oración es confiada: al orar se tiene la certeza de que Dios no nos va a fallar y esto debe transformar nuestra vida
-La oración, siempre debe estar precedida del perdón: antes de orar debemos limpiar nuestro corazón...
-La oración es necesaria para no caer en tentación: nos fortalece para vivir siempre cerca de Dios

Consejos para la oración

Cuando comencemos a orar es muy conveniente hacer un ejercicio de reflexión para preparar nuestro corazón. Consiste en detenernos un momento a pensar que es lo que estamos haciendo, con quién estamos hablando

Dedicar cada día unos minutos a la oración personal. Así como dormimos, comemos, trabajamos y descansamos, la oración debe formar parte de nuestra vida diaria.

Algunas recomendaciones prácticas que cada persona puede adaptar a su estilo de vida:

- Lugar: Escoger un lugar específico para orar. No importa cuál sea, mientras nos ayude a obtener el silencio interior que necesitamos

- Horario: Revisar nuestro horario y escoger para la oración un momento en el que nos encontremos en paz y no tengamos muchas ocupaciones y que tampoco nos encontremos muy cansados. Procurar que esta hora sea siempre la misma y mantenerla fija lo más que se pueda

- Postura: La postura es importante, mas no indispensable. La oración no es cuestión de ejercicios físicos, es algo espiritual. Cada quien puede adoptar la postura que quiera, ya que cada persona experimenta las cosas de manera distinta. Nos pueden ayudar algunos ejercicios de relajación y de respiración, pero sin convertirse en el fin de nuestra meditación.


Tipos de oración:
Los caminos de la oración son muchos. Se puede orar de varias formas. Existen muchos modos de entrar en contacto con Dios. Cada quien elegirá el suyo de acuerdo a su personalidad, a sus circunstancias personales, a lo que le llene más espiritualmente en cada momento determinado.

Éstas son:

Oración vocal
Lectura meditada
Contemplación del
Evangelio
Oración sobre la vida cotidiana
Oración de contemplación

Oración vocal:

Consiste en repetir con los labios o con la mente, oraciones ya formuladas y escritas como el Padrenuestro, el Avemaría, el ángel de la guarda, la Salve. Para aprovechar esta forma de oración es necesario pronunciar las oraciones lentamente, haciendo una pausa en cada palabra o en cada frase con la que nos sintamos atraídos. Se trata de profundizar en su sentido y de tomar la actitud interior que las palabras nos sugieren. Es así como podemos elevar el alma a Dios. Podemos apoyarnos en la oración vocal para después poder pasar a otra forma de oración. Todos los pasos en la vida se dan con apoyos y la oración vocal es un apoyo para las demás. La palabra escrita es como un puente que nos ayuda a establecer contacto con Dios. Por ejemplo, si yo leo "Tú eres mi Dios" y trato de hacer mías esas palabras identificando mi atención con el contenido de la frase, mi mente y mi corazón ya están "con" Dios.

La lectura meditada:

Un libro nos puede ayudar mucho en el camino a encontrarnos con Dios. No se trata de leer un libro para adquirir cultura, sino de tener un contacto más íntimo con Dios y el libro puede ser una ayuda para conseguirlo. No se trata de aprender cosas nuevas, sino de platicar con Dios acerca de las ideas que nos inspire el contenido del libro. Hay que leer hasta que encontremos una idea que nos haga entrar en contacto con Dios y ahí frenar la lectura "saboreando" el momento. Es así como se profundiza en las ideas del libro para escuchar a Dios. Si cuando estamos leyendo, se produce una visita de Dios, abandonémonos a Él. Al orar hay algo que nos "llama", una idea en la que sentimos la necesidad de profundizar. Para profundizar volvemos a la idea para verla en todos sus aspectos hasta que llegue a sernos personal, hasta que la hagamos propia. Esta idea mueve nuestra voluntad, nuestra capacidad para el amor, el deseo y el afecto. Esta oración debe terminar con un propósito de vida de acuerdo a las ideas en las que hemos profundizado en compañía de Dios.

Contemplación del Evangelio:

Consiste en leer un pasaje del Evangelio, contemplarlo, saborearlo y compararlo con nuestra vida, tratando de ver qué es lo que debo cambiar para vivir de acuerdo a los criterios de Cristo. Al leer el Evangelio nos vamos a familiarizar con los gestos y las palabras de Cristo, y a comprender su sentido. Poco a poco iremos cambiando nuestra mentalidad y nuestra conducta de acuerdo a los criterios del Evangelio. Comparamos nuestro actuar en la vida con la vida de Jesús en el Evangelio. Se trata de mirar a Jesús más que mirar el pasaje del Evangelio, escuchar su Palabra. Al orar de esta forma, hemos pasado de la reflexión que se detiene a mirar en cada punto a un mirar simplemente a Cristo. Para ponerlo en práctica se necesitan seguir los siguientes pasos:

a) Ponernos en presencia de Dios y ofrecerle nuestra oración. Leer lentamente la escena del Evangelio para tener una visión rápida de conjunto, del lugar donde sucede. Por ejemplo, en Belén, en el templo de Jerusalén, etc. Después pedirle a Dios que adquiramos un conocimiento más hondo de Jesús para amarlo más y poderlo servir mejor.

b)Volvemos sobre el pasaje evangélico y vemos las personas y:
- Vemos a los personajes que hablan y actúan en el pasaje. Fijarnos en cada uno en particular viendo primero su exterior para luego contemplar sus sentimientos más íntimos, sean buenos o malos. Sacar algún fruto personal.
- Después escuchamos las palabras: Penetrar en su sentido, poner atención a cada una de ellas. Algunas palabras las podemos escuchar dirigidas a nosotros personalmente. Sacar un fruto personal.
- Como tercer punto, consideraremos las acciones: seguir las diversas acciones de Jesús o de las demás personas. Penetrar en los motivos de tales acciones y los sentimientos que los han inspirado. Sacar algún fruto personal, recordando que la oración nos debe llevar a la conversión de corazón.

c) Terminar platicando con Jesús o con su Madre la Santísima Virgen María acerca de lo que hemos descubierto.

Oración sobre la vida cotidiana:

Dios está presente en nuestra vida. Los acontecimientos de la vida son un camino natural para entrar en contacto con Dios. Es necesario buscar la presencia de Dios en nuestra vida y descubrir qué es lo que Dios quiere de nosotros. Esta búsqueda y este descubrimiento son ya una oración. Estar atentos a lo que Dios quiere de nuestra vida es hacer oración y nos invita a colaborar con Él. De esta "mirada" sobre mi vida nacerá el asombro, el agradecimiento, la admiración, el dolor, el pesar, etc. De esta manera nuestra vida entera será una oración.

Contemplación:

Se le conoce también como silencio en presencia de Dios. Este es el punto donde culminan todos las formas de orar de las que hemos hablado con anterioridad. Es el momento en que se interrumpe la lectura, o se deja la reflexión sobre un acontecimiento, una idea o un pasaje del Evangelio. Se da cuando ya no hay deseos de seguir lo demás, se ha encontrado al Señor con toda sencillez, después de recorrer un camino. Hemos experimentado interiormente que Dios nos ama a nosotros y a los demás. Es guardar silencio en presencia de Dios con un sentimiento de admiración, de confusión, de gratitud, cuando nos sentimos invadidos por la grandeza de Dios y su amor hacia nosotros y nos ofrecemos a Él.
La oración contemplativa es mirar a Jesús detenidamente, es escuchar su Palabra, es amarlo silenciosamente. Puede durar un minuto o una hora. No importa el tiempo que dure ni el momento que escojamos para hacerla.
Para tener una oración contemplativa, debemos:

a) Recoger el corazón: Olvidarnos de todo lo demás, encontrándonos con Él tal y como somos, sin tratar de ocultarle nada.

b) Mirar a Dios para conocerle: No se puede amar lo que no se conoce. Al mirarlo debemos tratar de conocerlo en su interior, sus pensamientos y deseos.

c) Dejar que Él te mire: Su mirada nos iluminará y empezaremos a ver las cosas como Él las ve.

d) Escucharle con espíritu de obediencia, de acogida, de adhesión a lo que Él quiere de nosotros. Escuchar atentamente lo que Dios nos inspira y llevarlo a nuestra vida.

e) Guardar silencio: Silencio exterior e interior. En la oración contemplativa no debe haber discursos, sólo pequeñas expresiones de amor. Hablar a Jesús con lo que nos diga el corazón.


Autor: Catolic.net

sábado, 17 de septiembre de 2011

TUS METAS



1. TOMA DECISIONES
¿Qué es lo que quieres lograr este año? Necesitas decidir lo que quieres, por qué lo quieres, y cómo lo vas a lograr. Todo depende de ti. Nadie más puede, o debe hacerlo por ti.
2. MANTENTE ENFOCADO
Tu capacidad para mantener tu enfoque desde el principio hasta el final de la meta determina el momento y las condiciones de tus resultados. Revisa tus metas regularmente para mantenerte en el blanco.
3. ESCRIBE TUS METAS
Debes escribir tus metas en algún lugar o se te olvidarán! Y aquí utiliza el método que más te guste y te convenga. ¿Eres de los que les gusta escribir y llevar un diario? Pues, escribelas ahí. ¿Eres de los que vive con la computadora, el ipod y el nuevo teléfono? Bueno, utiliza toda esta tecnología para llevar contigo tus metas y tenerlas bien claras.
4. PLANIFICA
Para cada objetivo, necesitas un plan. Necesitas un mapa de los qué, quién, por qué, dónde, cuándo y cómo de tu meta. Y después pones en claro los pasos a seguir en una escala de tiempo realista. Esto te ayudará a realizar tus metas mucho más fácilmente.
5. SE FLEXIBLE
Recuerda: Puedes planificar y muchas cosas pueden NO salir como lo planificaste. Acéptalo. Es una parte inevitable de la vida, pero piensa en ello como una condición temporal en el camino hacia tu meta final. La parte importante es cómo vas a aprender y crecer a partir de estos desafíos.
6. INVOLUCRA A OTROS
Nadie consigue mucho actuando solo. Establece tu propia “Junta de Personal”, esas personas cuyo conocimiento, sabiduría y carácter respetas, para ayudarte a alcanzar tus metas. Puedes incluso utilizar este ejercicio como un ejercicio grupal con tus amigos o familia donde cada persona comparta sus metas y su plan de acción. Como un “equipo soporte” que te acompañará durante el año. Lo importante es compartir tus metas con los demás y comprometerse a cumplir cada mes para revisar unos de los otros sus objetivos y ofrecer apoyo.
7. TOMA ACCIÓN CON PROPÓSITO
Las metas no se van a lograr por sí solas. Es necesario trabajar sobre ellas de manera contínua y eso significa tomar acción. No guardes la ejecución de tus objetivos hasta el último trimestre del año. Asegúrate de que estás realizando muchos pasos pequeños, hacia tu objetivo durante todo el año. Cada pequeño paso debe hacerte sentir bien y construir tu confianza, porque estás mucho más cerca de tu meta. Importante: el éxito no es un deporte de espectadores – el logro exige acción.
8. DISFRUTA EL VIAJE
La consecución de un objetivo es increíble (francamente increíble, en realidad), pero el viaje debe ser disfrutado y respetado también. Asegúrate de tomarte el tiempo durante tu viaje desde el punto A al punto B para reflexionar sobre lo que has aprendido, lo que se puede mejorar, lo que estuvo bien hecho.
9. RECOMPÉNSATE
Al llegar a tu objetivo o sub-objetivo tomate algún tiempo para celebrar y darte palmadas en la espalda a ti mismo. Mucha gente se olvida de hacer esto. No lo aprecian ni valoran. Asegúrate de hacer algo divertido y especial como símbolo del logro. Y asegúrate también de celebrar los pequeños hitos en el camino. Esto te ayudará a mantenerte motivado. ¡Te lo mereces!
10. REVISA TUS METAS
La vida útil de todos los planes es limitada. Revisa tus metas y plan de acción con frecuencia y de cerca. Es probable que necesites hacer algunos ajustes aquí y allá, de acuerdo a cómo van cambiando las circunstancias. Eso está bien. El cambio es la única cosa en la vida que es constante. Lo más importante aquí es tener una “Imagen General” en tu mente y hacer ajustes creativos para ayudarte a llegar a tu meta final.

viernes, 16 de septiembre de 2011

El oso

Esta historia habla de un sastre, un zar y su oso. Un día el zar descubrió que uno de los botones de su chaqueta preferida se había caído. El zar era caprichoso, autoritario y cruel (cruel como todos los que enmarañan por demasiado tiempo en el poder), así que, furioso por la ausencia del botón mandó a buscar a su sastre y ordenó que a la mañana siguiente fuera decapitado por el hacha del verdugo. Nadie contradecía al emperador de todas la Rusias, así que la guardia fue hasta la casa del sastre y arrancándolo de entre los brazos de su familia lo llevó a la mazmorra del palacio para esperar allí su muerte. Cuando, cayo el sol un guardiacárcel le llevó al sastre la última cena, el sastre revolvió el plato de comida con la cuchara¬ y mirando al guardiacárcel dijo – Pobre del zar. - El guardiacárcel no puedo evitar reírse - ¿Pobre del zar?, dijo pobre de ti tu cabeza quedará separada de tu cuerpo unos cuantos metros mañana a la mañana. - Si, lo sé pero mañana en la mañana el zar perderá mucho más que un sastre, el zar perderá la posibilidad de que su oso la cosa que más quiere en el mundo su propio oso aprenda a hablar. - ¿Tú sabes enseñarle a hablar a los osos?, preguntó el guardiacárcel sorprendido. - Un viejo secreto familiar... – dijo el sastre. Deseoso de ganarse los favores del zar, el pobre guardia corrió a contarle al soberano su descubrimiento: ¡¡El sastre sabía enseñarle a hablar a los osos!! El zar se sintió encantado. Mandó rápidamente a buscar al sastre y le ordenó: -¡¡Enséñale a mi oso a hablar nuestro gustaría complaceros pero la verdad, es que enseñar a hablar a un oso es una ardua tarea y lleva tiempo... y lamentablemente, tiempo es lo que menos tengo... -El zar hizo un silencio, y preguntó ¿cuánto tiempo llevaría el aprendizaje? - Bueno, depende de la inteligencia del oso... Dijo el sastre. - ¡¡El oso es muy inteligente!! – interrumpió el zar – De hecho es el oso más inteligente de todos los osos de Rusia. -Bueno, musitó el sastre... si el oso es inteligente... y siente deseos de aprender... yo creo... que el aprendizaje duraría... duraría... no menos de...... DOS AÑOS. El zar pensó un momento y luego ordenó: - Bien, tu pena será suspendida por dos años, mientras tanto tú entrenarás al oso. ¡Mañana empezarás! - Alteza - dijo el sastre – Si tu mandas al verdugo a ocuparse de mi cabeza, mañana estarán muerto, y mi familia, se las ingeniará para poder sobrevivir. Pero si me conmutas la pena, yo tendré que dedicarle el tiempo a trabajar, no podré dedicarme a tu oso... debo mantener a mi familia. - Eso no es problema – dijo el zar – A partir de hoy y durante dos años tú y tu familia estarán bajo la protección real. Serán vestidos, alimentados y educados con el dinero de la corte y nada que necesiten o deseen, les será negado... Pero, eso sí... Si dentro de dos años el oso no habla... te arrepentirás de haber pensado en esta propuesta... Rogarás haber sido muerto por el verdugo... ¿Entiendes, verdad?. - Sí, alteza. - Bien... ¡¡Guardias!! - gritó el zar –Que lleven al sastre a su casa en el carruaje de la corte, denle dos bolsas de oro, comida y regalos para sus niños. Ya... ¡¡Fuera!!. El sastre en reverencia y caminando hacia atrás, comenzó a retirarse mientras musitaba agradecimientos. - No olvides - le dijo el zar apuntándolo con el dedo a la frente – Si en dos años el oso no habla... – Alteza... - ...Cuando todos en la casa del sastre lloraban por la pérdida del padre de familia, el hombre pequeño apareció en la casa en el carruaje del zar, sonriente, eufórico y con regalos para todos. La esposa del sastre no cabía en su asombro. Su marido que pocas horas antes había sido llevado al cadalso volvía ahora, exitoso, acaudalado y exultante... Cuando estuvo a solas el hombre le contó los hechos. - Estás LOCO – chilló la mujer – enseñar a hablar al oso del zar. Tú, que ni siquiera has visto un oso de cerca, ¡Estás, loco! Enseñar a hablar al oso... Loco, estás loco... - Calma mujer, calma. Mira, me iban a cortar la cabeza mañana al amanecer, ahora... ahora tengo dos años... En dos años pueden pasar tantas cosas en dos años. En dos años... – siguió el sastre - se puede morir el zar... me puedo morir yo... y lo más importante... por ahí el ¡¡oso habla!!

Autor:  Jorge Bucay

jueves, 15 de septiembre de 2011

Jorge Lavat "el estudiante"



  1933 - 2011

 Pelicula el estudiante 

Director: Roberto Girault
País: México
Año: 2009
Duración: 95 minutos
Descripción de la película:

Es la historia de un grupo de jóvenes y un hombre de 70 años, llamado Chano, quien acaba de inscribirse en la universidad para estudiar Literatura, y que con una marcada actitud quijotesca, romperá la brecha generacional. Así, en un encuentro de costumbres y tradiciones diferentes, compartirán deseos y enseñanzas, pero también, en medio del romance, la amistad, y la intriga, tendrán que superar distintas pruebas de la vida.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

El bordado

Cuando era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué estaba haciendo. Ella me respondía que estaba bordando.
 
Yo observaba el trabajo de mi mamá desde una posición más baja que donde estaba sentada ella, así que siempre me quejaba diciéndole que, desde mi punto de vista, lo que estaba haciendo me parecía muy confuso. Ella me sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía:

Hijo, ve afuera a jugar un rato; cuando haya terminado mi bordado, te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo acabado.

Me preguntaba: ¿por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros? y ¿por qué, desde donde yo estaba, todo me parecía tan desordenado?

Unos minutos más tarde, escuchaba la voz de mi mamá diciéndome:

Hijo, ven y siéntate en mi regazo.

Yo lo hacía de inmediato. Al instante, me sorprendía y emocionaba al ver la hermosa flor o el bello atardecer en el bordado. ¡No podía creerlo; desde abajo 

se veía tan confuso! Entonces, mamá me decía:

Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que arriba existía un plan. Había un diseño previo, solo lo estaba siguiendo. Ahora míralo desde mi posición y sabrás lo que estaba haciendo...
Muchas veces, a lo largo de los años he mirado al Cielo y he dicho:

Padre, ¿qué estás haciendo?

Él responde:

Estoy bordando tu vida.

Entonces yo le replico:

Pero se ve tan confuso, es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros, ¿por qué no son más brillantes?

El Padre parecía decirme:

Mi niño, ocúpate de tu trabajo y yo, haciendo el mío. Un día te traeré al cielo, te pondré sobre mi regazo y verás el plan desde mi posición. Entonces, entenderás...

Adaptado de autor desconocido

martes, 13 de septiembre de 2011

DAR TODO LO QUE TENGO



“Dar de sí sin pensar en si”



¿Qué es la Prueba Cuádruple? 

Uno de los códigos de ética más populares y citados que hay en el mundo de los negocios, es la Prueba Cuádruple Rotaria. Fue hecha por el Rotario Herbert J. Taylor en 1932 cuando le pidieron que asumiera el mando de la empresa Aluminum Company en Chicago, que estaba al borde de la bancarrota y buscó la forma de salvar a esta empresa hundida en una depresión por motivos financieros. 

Herbert J. Taylor, fue Presidente de Rotary International en 1954-1955.

Bajo este código de ética consistente en 21 palabras, para que todos los empleados lo llevaran a cabo en sus propias ocupaciones dentro de la empresa, logró sacar a flote a la compañía.


La Prueba Cuádruple


De lo que se piensa, se dice o se hace:


1º  ¿Es la verdad?

2º   ¿Es equitativo para todos los interesados?

3º  ¿Creará buena voluntad y mejores amistades?

4º  ¿Será beneficioso para todos los interesados?



lunes, 12 de septiembre de 2011

Gesto de Amor



Hermosa es la solidaridad y la entrega en amor a toda causa digna en busca del bien de nuestros semejantes. Es la conducta ejemplar que proclama a los cuatros vientos que del quijote no ha muerto el arreglar entuertos, ni se ha perdido en el eco el grito del valiente que, espada en mano, lucha por el triunfo de la justicia y de la libertad.
El ente solidario se proyecta cual gigante derribando paredes divisorias que marginan a los hombres y los hacinan en compartimientos sociales que los alienan y degradan.
La solidaridad es una palabra santa. Es la esencia misma del querer humanos y concretización de los ideales más puros que anidan el pecho del ser viviente.
Esta solidaridad se ve cual sol radiante imposible de ser ocultado en los campos de Nicaragua, en los desiertos de África y en las montanas de Bolivia. Es una avanzada misionera en busca de aquel que pide una mano amiga en su socorro. Es un desfile de batas blancas llevando la salud hasta los lejanos rincones del mundo.
A esta solidaridad militante y combativa se suman cada día todos los hombres de buena voluntad que forjan el mundo nuevo de la esperanza.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Discipulado



No eres discípulo por tu propia cuenta. Un día, es verdad, te presentaste a tu parroquia y te ofreciste, o te enrolaste en un movimiento, en una asociación apostólica, o en una comunidad de base. Pero estabas respondiendo a una llamada. La misma llamada que hizo Jesús a sus apóstoles y discípulos para que fueran sus compañeros en el anuncio de la Buena Nueva a los hombres, especialmente a los más pobres.
Lo mismo que a ellos, Jesús te invitó a encontrarte con Él, a que te vinculases estrechamente a Él, porque es la fuente de la vida y sólo Él tiene palabras de vida eterna (nº 131). Aunque tú la hayas percibido por medios muy humanos, la llamada a ser discípulo misionero la has recibido de Dios.
Dios te necesita. Dios nos necesita. La semilla de la fe que recibiste en tu bautismo ha dado su fruto. Te has sentido “consagrado” al Señor y “exigido” por Él para anunciar a los hombres las maravillas de su salvación. Tu llamada no es un título de honor; es una vocación de servicio. Recuerda que no has elegido tú al Maestro, que fue Cristo quien te eligió…, y que no has sido convocado para algo, sino para Alguien (nº 131). Vive esa relación personal en todo lo que haces por la causa del evangelio.
Para escuchar con sencillez el llamado debes tener un corazón disponible y encontrarte internamente “desarmado”: en el Evangelio, aprende la lección de ser pobre, siguiendo a Jesús pobre y la de anunciar el Evangelio de la paz sin bolsa ni alforja, sin poner tu confianza en el dinero o en el poder de este mundo (nº 31). Un corazón generoso y gratuito es el terreno más abonado para escuchar el llamado y para un encuentro con Él, con una finalidad: “estar con él” y participar de su envío y misión (cfr. Nº 131).

Autor: Pedro Jaramillo

sábado, 10 de septiembre de 2011

La Soledad



La soledad es un sentimiento que nos llena el alma de un silencio frío y oscuro si no la sabemos encauzar. Hay rostros surcados de arrugas, de piel marchita, de labios sin frescura, de ojos empequeñecidos, turbios y apagados que nos hablan por si solos de la soledad. Si sus voces nos llegaran nos dirían de su cansancio, de su miedo, pero sobre todo de su soledad....

Pero no hace falta que seamos ancianos para que en la vida nos acompañe la soledad.

La soledad del sacerdote, aún los más jóvenes, con sus votos de obediencia, pobreza y castidad, pero a veces es más dura la soledad de su propio corazón, que aunque ayudado por la Gracia de Dios no deja de ser humano. Tienen que consolar a los seres que llegan hasta ellos con sus penas, con sus problemas pero su corazón no puede aferrarse a ninguna criatura de la tierra y a veces se sienten solos, muy solos, tan solo acompañados de una gran soledad

La soledad en la adolescencia, duele profundamente por nueva, por incomprensible...Los padres se están divorciando, se quiere a los dos, se necesita a los dos, pero para ellos parece que no existe ese ser que no acaba de comprender y que está muy solo. Ellos tienen sus pleitos, su mal humor. La mamá siempre llorando, el papá alzando la voz... para él nada... tal vez sientan hasta que haya nacido. Si se divorcian será un problema ¿Qué será de él?¡Qué gran soledad, qué amarga soledad!

Las monjas misioneras, los misioneros, lejos de sus seres queridos y en tierras extrañas.

Y la soledad en algunos matrimonios, esa soledad que ahoga, que asfixia...que como dice el poeta: "es más grande la soledad de dos en compañía". El hombre de grandes negocios, empresario importante, magnate en la sociedad que parece que lo tiene todo pero que en el fondo vive una gran soledad.

La soledad de las grandes luminarias siempre rodeadas de personas y siempre solas... Las esposas de los pilotos, de los marinos, de los médicos, saben de una gran soledad y ellos a su vez, en medio del cumplimiento del deber, también están solos. La soledad de las personas que han perdido al compañero o compañera de su vida, ese quedarse como partido en dos porque falta la otra mitad, ese no saber cómo vivir esas horas, ahora tan vacías, tan tristes, tan solas...

Si no convertimos esa soledad en compañía para otros seres quizá, más solos aún que nosotros mismos, si no llenamos ese vacío y esas horas con el fuego de nuestro amor para los que nos rodean y nos necesitan, esa soledad acabará por aniquilarnos, ahogándonos en el pozo de las más profunda depresión.

En realidad todos los seres humanos estamos solos. La soledad está en nuestras vidas pero hay que saber amarla. Si le tenemos miedo, si no la amamos y no aprendemos a vivir con ella, ella nos destruirá. Si le sabemos dar su verdadero sentido, ella nos enriquecerá y será la compañera perfecta para nuestro espíritu. Con ella podremos entrar en nuestra alma, con ella podremos hablar con nuestros más íntimos sentimientos.

Ella nos ayudará, ella, la soledad bien amada y deseada a veces, nos llevará al encuentro de nuestra propia identidad y luego al mejor conocimiento de Dios, que llenará nuestras vidas porque El es todo amor.
Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Por qué se da vida al hombre que no sabe por donde ha de ir, Y a quien Dios ha encerrado?

¿Por qué se da vida al hombre que no sabe por donde ha de ir, Y a quien Dios ha encerrado? (Job 3:23).
¿A dónde vamos?  ¿Hacia dónde te diriges? ¿Sabes hacia donde vas? ¿Que sentido tiene la vida sin Dios?  ¿Que es la verdad sin Dios? Son alguna de las preguntas incomodas que se ha hecho el hombre en toda la historia de la humanidad. Desde los tiempos inmemoriales ha habido grandes filósofos, pensadores religiosos, que se han hecho estas preguntas y la generación entera de este siglo se sigue preguntándose con mas desesperación. Obviamente toda persona que piense un poquito se ve obligada ha hacerse una filosofía aunque no sea un  filosofo, es inevitable no preguntarse ante todo los misterios contradictorias y paradojas de nuestra existencia.
Cuando ya los pensamientos del Positivismo, cuando la filosofía del optimismo, del Existencialismo se desmorona, cuando ya no saben a que circulo girar, cuando la mente se nubla al pensar la realidad de la muerte, cuando ya se dan cuenta que todas las ideas impuestas por la sociedad son meras ideologías inventadas por el hombre mismo, por tratar de calmar el vacio existencial, es ahí cuando  muchos  pensadores no han podido soportar las preguntas incomodas y desesperantes sobre la existencia humana, es ahí cuando muchos han llegado poner punto final a sus vidas por medio del  suicidio. Lo mismo se podría decir de Job cuando llego a su vida la desesperación, la enfermedad, angustia, dolor, resentimiento contra Dios, cuando ya no pudo aguantar mas, cuando ya no sabia a donde ir, a que circulo girar; Llegando ha preguntarse: ¿Por qué se da vida al hombre que no sabe por donde ha de ir, Y a quien Dios ha encerrado? (Job 3:23).
Lo mismo se podría decir de Salomón cuando dijo que todo era vanidad. Eclesiastés 1:2 vanidad de vanidades, todo es vanidad. (Vanidad significa vacio, nada). La vanidad, es el orgullo basado en cosas vanas. Cosa vana es todo aquello que se tiene por valioso pero que en realidad desvía de lo que en verdad vale. Lo vano nos apega a una falsa imagen del hombre, medido por sus riquezas, fama, poder y intelectualismo.  La vanidad podría traducirse también como un deseo de calmar la crisis existencial, de querer saber quienes somos para que servimos si alguien nos ama si amamos a alguien. Entonces la forma de calmar nuestro  sentimiento es engañar al alma, con cosas materiales, búsqueda de la pareja ideal, admiración de la gente, auto exaltación de nuestra personalidad, todo para  engañarse a uno mismo para no sentirse solo en el universo y sentir que uno tiene importancia.
También otro de los grandes problemas del hombre es la filosofía de buscar riquezas perecederas y esperar en ellas. El hombre cegado por la filosofía del materialismo cree que evitará la muerte afanándose  en acumular bienes materiales. Obviamente  esto podría parecer razonable superficialmente por un poco de tiempo, pero en esencia no es así. Porque el dinero ni las cosas materiales no pueden hacer feliz al hombre, ya que Cuanto más se tiene, más se quiere porque nuestros deseos corruptos nunca se sacian, el ser humano es así.  Para esto Salomón nos da una explicación extraordinaria a través  de  su propia experiencia. En Eclesiastés 2:4 al 11 dice: Edifique casas, plante arboles de todo fruto, compre siervas y siervos, tuve posesión grande de vacas y de ovejas, Me amontoné plata y tesoros preciados de reyes, Me hice de cantores y cantoras, de toda clase de instrumentos de música. Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. Y Concluye diciendo su triste realidad en: Eclesiastés 2:11 Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol. Entonces claramente da entender que después de haber experimentado todo lo experimentable hasta hartarse todo lo que ofrece este mundo; dice todo es vanidad y aflicción.
Lo mismo se puede decir de grandes filósofos anónimos. Que han dejado diferentes corrientes de pensamientos, en sus afanes por la búsqueda de la verdad de sus existencias. La filosofía es la búsqueda del hombre, por las causas primarias de todo lo que existe. El hombre desde el tiempo inmemorial ha tratado de resolver el dilema de la existencia y propósito de la vida descansando en sus propios esfuerzos. Realmente esto a sido un ejercicio sutil, ilusorio y frustrante, puesto que el hombre nunca ha llegado ni llegara conocer la verdad por sus propios medios. Por lo tanto la filosofía es una sistema que depende de un racionalismo humano, que no puede, descubrir las verdades fundamentales y definitivas de la vida. Solamente Dios puede hacer eso. Entonces no es sorprendente leer libros de muchos pensadores sin Dios, que acabo de sus vidas han terminado sus vidas en un callejón sin salida.
Muchos han filosofado pensando que el hombre mismo ha creado a Dios, por lo tanto dicen que es una locura creer en la existencia de Dios, en el peor de los casos, algunos dicen que Dios es un capataz intolerante. Dicen que no necesitan de Dios para vivir correctamente, y pueden establecer sus propias reglas para la vida. Los que conocemos a Cristo, sabemos que los que niegan la existencia de Dios, son personas enfermas en el alma, son personas de conciencia cauterizada por su durezas y terquedad ante su creador que en consecuencia son cegados por el dios de este mundo (Anticristo) (1 Juan 5:19).
Por ejemplo estaba leyendo algo sobre Thomas Hobbies. Un gran pensador, filosofo Ingles, Cerca a su momento de muerte dice: Estoy a punto de dar un salto a la oscuridad,  y espero encontrar un oyó para salir de este mundo. Lo mismo diría de Nietzsche un gran pensador filósofo que se hizo llamar ateo, a pesar de venir de padres religiosos. Que escribía libros argumentando que Dios ha muerto. Sin embargo en los últimos años de vida los historiadores confirman que era un individuo mas infeliz y desgraciado que a pocos se convertía en un alterado mental prácticamente fue declarado loco, después  murió en total abandono y soledad. Realmente es sorprendente ver a estos hombres después de tantos años de estudio y servir de cátedra en las universidades sin Dios, que terminen en un callejón sin salida.
                                  Encuentro con Dios.
Después de analizar brevemente algunos corrientes de pensamientos que el hombre a sucumbido en la búsqueda de la verdad, en búsqueda de dar sentido y dirección a sus caminos, creyendo que el hombre puede ser capaz de encontrar cosas que le guíen a la satisfacción sin la necesidad de Dios, modulando y controlando sus propias acciones en orden de caminos inapropiados,  Impulsado por sus propios esfuerzos y habilidades, la cual han terminado en el vacio del infinito sin esperanza alguna. Hablo por experiencia propia, porque  también busque sentido a mi vida, poniendo a un lado a Dios, cuanto mas estudiaba sobre el hombre, la vida y la muerte, por medio de filosofías huecas, descubría mas preguntas y menos respuestas; cada día me moría de desesperación, de angustia, de dolor, sentía el Satanás enemigo de Dios me arrastraba a la muerte por medio de filosofías del suicidio. Hasta que un día Dios por su misericordia interrumpiera en mi vida de manera radical. (Col.2:8) Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo
 Mi amigo no siga buscando dar sentido a su vida por su propio esfuerzo, la cual te llevara a la desesperación y muerte eterna, busque y crea en Dios que te creo, porque quien tiene a Dios lo tiene todo, y el que no tiene a Dios nada tiene, fuera de Dios, todo es vanidad, toda alegría, toda abundancia, todo conocimiento, toda lagrima, todo sufrimiento, todo libertad es vana. Ninguna cosa en esta vida es tan dulce, que no este llena de amargura, solo Dios que creo nuestra alma  puede calmar, llenar el vacio de nuestro existencia. Vanos son para los que piensan hallar perfecto contentamiento en las cosas de este mundo podrido y perdido apartado de Dios. Mi amigo busque á Dios y vivirá su alma, Porque ninguna cosa es mejor, ni mas dichosa para nuestra alma. El que busca otra cosa, no tendrá nada en el fin. Si quieres en tu camino llevar buena compañía, busca á Jesucristo, recibe al Espíritu Santo con gozo, no con el cuerpo, sino con espíritu y verdad, en lo íntimo de tu corazón.
Entonces es en ese momento ocurre el milagro. Es en ese momento Dios rompe las cadenas del poder que han tenido las fuerzas de la oscuridad sobre su vida, y lo libera transportándolo al Reino de Luz, al Reino de Dios. Juan 5:24. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.  Al invitar a Jesús en su vida usted experimentará un nacimiento espiritual. Un nuevo nacimiento por el poder del Espíritu Santo, por fe, no visiblemente sino espiritualmente. El Espíritu Santo es pues el agente que Dios usa para abrir la mente de los creyentes, para que podamos entender las verdades espirituales contenidas en la Biblia.
 La Biblia nos enseña que sin el Espíritu de Dios no podemos entenderla, es por eso que para mucha gente es una locura creer en Dios en algo que no ven.1 Corintios 2:14. Por eso el mundo ni los religiosos  no entienden pues tratan de entenderlo con el poder de su mente natural, por esfuerzo natural del hombre, sin la luz del Espíritu Santo. No importa qué tan religiosa sea una persona, o qué tan grande sea su dedicación intelectual: sin la luz del Espíritu santo no se puede comprender. Entonces en ese instante, cuando tu comprendes cosas ocultas del Espíritu de Dios, es ahí se rompe las ataduras de los huestes del mal. Efesios 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
La biblia dice: bienaventurado aquel que sigue á Cristo en su vida, cruz y pasión, porque en el fin de su vida estará con Cristo, y no temerá ningún mal. Finalmente para concluir déjeme decirte mi querido amigo. Muchos bienes puedes hallar aquí en la tierra, que alteran y hartan; pero que no llenan el vacio del alma por lo tanto te digo busca ha Cristo, busca un solo bien, y ese bien es Dios, en Dios esta el medico de los médicos, manjar á los hambrientos,  alivio á los cansados,  alegría para los desconsolados.  Dios es amor, y no solo es fe, sino fundamento y objeto donde se funda nuestra fe. Porque somos la hechura de sus manos, pues á él solo se debe toda nuestra voluntad y amor.

Autor: Manuel O. Cruz