martes, 13 de noviembre de 2012

Sastre


Cierta vez un hombre visitó a un director espiritual, y le relató su problema:

-- Maestro, soy un sastre. Con los años gané una excelente reputación por mi experiencia y alta calidad de mi trabajo. Todos los nobles de los alrededores me encargan sus trajes y los vestidos de sus esposas. Hace unos meses, recibí el encargo más importante de mi vida: El príncipe en persona escuchó de mí y me solicitó que le cosiera un traje con la seda más fina que es posible conseguir en el país. Puse los mejores materiales e hice mi mayor esfuerzo. Quería demostrar mi arte, y que este trabajo me abriera las puertas a una vida de éxito y opulencia. Pero cuando le presenté la prenda terminada, el príncipe comenzó a gritarme e insultarme.


-- ¿Ésto es lo mejor que puedes hacer? Es una atrocidad. ¿Quién te enseñó a coser?

-- Me ordenó que me retirara y arrojó el traje tras de mí. maestro, estoy arruinado. Todo mi capital estaba invertido en esa vestimenta, y peor aún, mi reputación ha sido totalmente destruida. Nadie volverá a encargarme una prenda después de esto. No entiendo qué sucedió, ha sido el mejor traje que he hecho en años.


El maestro le contestó:


-- Vuelve a tu negocio, descose cada una de las puntadas de la prenda y cóselas exactamente como lo habías hecho antes. Luego, llévala al príncipe de nuevo.


-- Pero obtendré el mismo traje que tengo ahora -protestó el sastre-, además, mi estado de ánimo no es el mismo.


-- Haz lo que te indico, y Dios te ayudará, si realmente confías en Dios, ponlo todo en sus manos, dijo el maestro.


Dos semanas después, el sastre volvió a ver al maestro:


-- Maestro, usted ha salvado mi vida. Cuando le presenté nuevamente el traje al príncipe, su rostro se iluminó y exclamó: "¡Este es el traje más hermoso y delicado que haya visto en toda mi vida!" Me pagó generosamente y prometió entregarme más trabajo y recomendarme a sus amigos. Pero Rabí, deseo saber ¿cuál era la diferencia entre el primer traje y el segundo?


El maestro le dijo:


-- El primer traje, fue cosido con arrogancia y orgullo. El resultado fue una vestimenta espiritualmente repulsiva que, aunque técnicamente perfecta, carecía de gracia y belleza. Sin embargo, la segunda costura fue hecha con humildad y con el corazón quebrado, transmitiendo una belleza esencial que provocaba admiración en quien la veía. Pon todos tus problemas en manos de Dios, en su bandeja junto al altar y deja que sea Dios mismo el que renueve todo tu ser. Tu no lo sabes pero El si sabe lo que hace. Dios te bendiga siempre.
 
Autor: Desconocido

lunes, 12 de noviembre de 2012

Lampara




Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.

La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.

En determinado momento, se encuentra con un amigo.

El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.

Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice:

- ¿Que haces Guno, tu ciego, con una lámpara en la mano? Si tu no ves..

Entonces, el ciego le responde:

- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi...

No solo es importante la luz que me sirve a mi, sino también la que yo uso para que otros puedan servirse de ella.

Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.

Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil...

Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho mas el camino de los demás.

¿Cómo? A través del desaliento, la critica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento.

¡Que hermoso seria si todos iluminaríamos los caminos de los demás!

Sin fijarnos si lo necesitan o no. Llevar luz, y no-oscuridad.

Si toda la gente encendiera una luz el mundo entero estaría iluminado y brillaría día a día con mayor intensidad.

Todos pasamos por situaciones difíciles a veces. Todos sentimos el peso del dolor en determinados momentos de nuestras vidas. Todos sufrimos en algunos momentos... lloramos en otros...

Pero no pensemos solo en nuestro dolor cuando alguien desesperado busca ayuda en nosotros. No exclamemos como es costumbre:

- "La vida es así", llenos de rencor, llenos de odio o de indiferencia.

Al contrario, ayudemos a los demás sembrando esperanza en ese corazón herido.

Nuestro dolor es y fue importante, pero se minimiza si ayudamos a otros a soportarlo, si ayudamos a otro a sobrellevarlo...

Luz... demos LUZ...

Tenemos en el alma el motor que enciende cualquier lámpara, la energía que permite iluminar en vez de oscurecer...

Esta en nosotros saber usarla...Esta en nosotros ser Luz y no permitir que los demás vivan en las tinieblas...

Autor: P. Juan Pablo Esquivel

domingo, 11 de noviembre de 2012

Todo es siempre para bien


Erase una vez un rey que, oyendo de la existencia de un sabio, lo mandó traer para que fuera su consejero. Comenzó el rey de llevarlo siempre a su lado y consultarlo sobre cada acontecimiento de importancia en el reino. El consejo principal del sabio era siempre: "Todo lo que pasa es siempre para bien". No paso mucho tiempo antes que el rey se cansara de oír la misma cosa una y otra vez. 

El rey amaba cazar. Un día mientras cazaba, el rey se dio un tiro en un pie. Presa de su dolor, se volvió hacia su consejero - siempre a su lado-- para pedirle su opinión. Y el consejero respondió como siempre "Todo lo que pasa es siempre para bien." 
Se sumo su coraje a su dolor, y el rey ordenó la prisión para el consejero. 

Esa noche, el rey bajó a la prisión para ver al consejero, y le preguntó que sentía acerca de estar en la cárcel. El consejero respondió como siempre: "Todo lo que pasa es siempre para bien." Esto sólo enfureció más al rey y dejó al sabio en la prisión. 

Un mes más tarde, salió el rey otra vez a cazar. Pero se fue demasiado adelante de sus acompañantes y fue capturado por una tribu hostil. Los nativos lo llevaron a su pueblo para ser sacrificado para los dioses. Por sus tradiciones, solamente ofrendas perfectas son aceptables a los dioses y el rey parecía un espécimen excepcional. 

Pero el próximo día, cuando llegaron los nativos para llevarlo al sacrificio, al inspeccionarlo descubrieron la cicatriz en su pie y tuvieron que rechazarlo para el sacrificio. Lo soltaron y se fue como flecha para su reino - dándose cuenta de lo que le decía su consejero: "Todo es siempre para bien." 

El rey llegó a liberar al consejero quien, al escuchar sus aventuras, le señaló que bien que lo había encarcelado porque ya que siempre estaba a su lado y no tenia imperfecciones, lo hubieran sacrificado en el lugar del rey. 

LEY: No existen coincidencias, accidentes o suerte (buena o mala). Todo lo que pasa tiene un propósito y siempre sucede para el bien de todos los involucrados. 
Como dijo Nieztche: "Lo que no me mata, me hace más fuerte". 
Y como dice un refrán mexicano: "No hay mal que por bien no venga". 

La cuestión para ti es de enfoque: te vas a enfocar en lo "malo" que te pasa, o vas a buscar y abrirte a lo "bueno" que trae consigo. 

Autor: Thomas Michael Powell

sábado, 10 de noviembre de 2012

El mantel



El nuevo Sacerdote, recién asignado a su primer ministerio para reabrir una iglesia en los suburbios de Brooklyn, New York, llegó a comienzo de octubre entusiasmado con sus primeras oportunidades. 

Cuando vio la iglesia se encontró conque estaba en pésimas condiciones y requería de mucho trabajo de reparación. Se fijó la meta de tener todo listo a tiempo para oficiar su primer servicio en la Nochebuena. Trabajó arduamente, reparando los bancos, empañetando las paredes, pintando, etc., y para el 18 de diciembre ya habían casi concluido con los trabajos, adelantándose a la meta trazada. 

El 19 de diciembre cayo una terrible tempestad que azotó el área por dos días completos. El día 21 el sacerdote fue a ver la iglesia. Su corazón se contrajo Cuando vio que el agua se había filtrado a través del techo, causando que un área considerable del pañote, de unos 20 pies por 8 pies cayo de la pared frontal del santuario, exactamente detrás del pulpito, dejando un Hueco que empezaba como a la altura de la cabeza. 

El sacerdote limpio el Desastre en el piso, y no sabiendo que mas hacer sino posponer el Servicio de Nochebuena, salió para su casa. 

En el camino noto que una tienda local estaba llevando a cabo una venta Del tipo "mercado de pulgas", con fines caritativos, y decidió entrar Uno de los artículos era un hermoso mantel hecho a mano, color hueso, con un trabajo exquisito de aplicaciones, bellos colores y una cruz bordada en el centro. Era justamente el tamaño adecuado para cubrir el hueco en la pared frontal Lo compró y volvió atrás camino a la iglesia. 

Ya para ese entonces había comenzado a nevar. Una mujer mayor iba corriendo desde la dirección opuesta tratando de alcanzar el autobús, pero finalmente lo perdió. El Sacerdote la invito a esperar en la iglesia donde había calefacción por el próximo autobús que tardaría 45 minutos mas en llegar La señora se sentó en el banco sin prestar atención al pastor mientras este buscaba una escalera, ganchos, etc., para colocar el mantel como Tapiz en la pared. 

El sacerdote apenas podía creer lo hermoso que lucia y Como cubría todo el área de problema. Entonces él miro a la mujer que venia caminando hacia abajo, desde el pasillo del centro. Su cara estaba blanca como una hoja de papel "Padre,¿donde consiguió usted ese mantel?" El padre le explico. La mujer le pidió revisar la esquina inferior derecha para ver si las iniciales EBG aparecían bordadas allí. Si, estaban.. Estas eran las iniciales de la mujer y ella había hecho ese mantel 35 anos atrás en Austria. La mujer apenas podía creerlo cuando el pastor le contó como acababa obtener el mantel. 

La mujer le explico que antes de la guerra ella y su esposo tenían una posición económica holgada en Austria. 
Cuando los Nazis llegaron, la forzaron a irse. Su esposo debía seguirla la semana siguiente. Ella fue capturada, enviada a prisión y nunca volvió a ver a su esposo ni su casa. 

El pastor la llevo en el carro hasta su casa y ofreció regalarle el mantel, pero ella lo rechazo diciéndole que era lo menos que podía hacer. Se sentía muy agradecida pues vivía al otro lado de Staten Island y solamente estaba en Brooklyn por el día para un trabajo de limpieza de casa. 

Que maravilloso fue el servicio de la Nochebuena! La iglesia estaba casi llena. La música y el espíritu que reinaban eran increíbles. Al final del servicio, el sacerdote despidió a todos en la puerta y muchos expresaron que volverían. 

Un hombre mayor, que el pastor reconoció del vecindario, seguía sentado en uno de los bancos mirando hacia el frente, y el padre se preguntaba por que no se iba. El hombre le pregunto donde había obtenido ese mantel que estaba en la pared del frente, porque era idéntico al que su esposa había hecho años atrás en Austria antes de la guerra y como podían haber dos manteles tan idénticos? El le relato al padre como llegaron los Nazis y como el forzó a su esposa a irse, para la seguridad de ella, y como el estaba supuesto a seguirla, pero había sido arrestado y enviado a prisión. Nunca volvió a ver a su esposa ni su hogar en todos aquellos 35 años. 

El pastor le pregunto si le permitiría llevarlo con el a dar una vuelta. Se dirigieron en el carro hacia Staten Island, hasta la misma casa donde el padre había llevado la mujer tres días atrás. 

El ayudo al hombre a Subir los tres pisos de escalera que conducían al apartamento de la mujer, toco en la puerta y presencio la mas bella reunión de Navidad que pudo haber imaginado. 

Una historia real - ofrecida por el Padre Rob Reid.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Lo ha dado todo





“Quiero hacerte leer en el libro de la vida, donde está contenida la ciencia del amor”. ¡La ciencia del amor! ¡Sí, estas palabras resuenan dulcemente en los oídos de mi alma! No deseo otra ciencia. Después de haber dado por ella todas mis riquezas, me parece, como a la esposa del Cantar de los Cantares, que no he dado nada todavía (Ct 8,7). Comprendo tan bien que, fuera del amor, no hay nada que pueda hacernos gratos a Dios, que ese amor es el único bien que ambiciono.

    
Jesús se complace en mostrarme el único camino que conduce a esa hoguera divina; ese camino es el abandono del niñito que se duerme sin miedo en brazos de su padre. “El que sea pequeñito, que venga a mí” dijo el Espíritu Santo por boca de Salomón (Pr 9,4) y ese mismo Espíritu de amor dijo también que “a los pequeños se les compadece y perdona” (Sab 6,6). Y, en su nombre, el profeta Isaías nos revela que en el último día “El Señor apacentará como un pastor a su rebaño, reunirá a los corderitos y los estrechará contra su pecho” (Is 40,11)...

    

Si todas las almas débiles e imperfectas sintieran lo que siente la más pequeña de todas las almas, el alma de tu Teresita, ni una sola perdería la esperanza de llegar a la cima de la montaña del amor, pues Jesús no pide grandes hazañas, sino únicamente abandono y gratitud, como dijo en el salmo 49: “No aceptaré un becerro de tu casa ni un cabrito de tus rebaños, pues las fieras de la selva son mías y hay miles de bestias en mis montes... Ofrece a Dios sacrificios de alabanza y de acción de gracias”. He aquí, pues, todo lo que Jesús exige de nosotros. No tiene necesidad de nuestras obras, sino sólo de nuestro amor. Porque ese mismo Dios que declara que no tiene necesidad de decirnos si tiene hambre, (Sl 49) no vacila en mendigar un poco de agua a la Samaritana (Jn 4,7). Tenía sed... Tenía sed de amor. Sí, me doy cuenta, más que nunca, de que Jesús está sediento, entre los discípulos del mundo sólo encuentra ingratos e indiferentes, y entre sus propios discípulos ¡qué pocos corazones encuentra que se entreguen a él sin reservas, que comprendan toda la ternura de su amor infinito!     

Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897), carmelita descalza y doctor de la Iglesia. Manuscritos autobiográficos B,1 r°-v°

jueves, 8 de noviembre de 2012

APRENDE A TOMAR DECISIONES SABIAS Y PRUDENTES




El mundo de hoy es exigente y complicado, y más en esta sociedad tan llena de información, de las miles de posibilidades que tocan a nuestra puerta y de lo difícil que es encontrar la más apropiada. Por eso es importante en la vida saber tomar buenas decisiones. Aquí te ofrezco algunas alternativas que a lo largo de mi vida me han servido mucho en esta difícil tarea de escoger lo mejor.

La primera es, espera. Si debes tomar una decisión y reconoces que estás molesto, enojado, o que no tienes dominio propio, grábate esta palabra en la mente: «espera», no hagas nada por el momento. Espera hasta que tus emociones estén bajo control, no actúes de manera impulsiva porque luego vas a lamentarlo. Dale el tiempo a Dios para que te pueda hablar e indicar el camino.

En segundo lugar, escúchate a ti mismo y ve qué es lo que quieres, cómo vas a ser más feliz o cómo vas a ser más justo; sé que hay decisiones que tomes que pueden perjudicar a alguien y ayudar en mucho a otra persona, trata de pensarlo a fondo y busca el menor daño posible para los implicados en tu decisión y, si no es posible, guíate por la justicia, justicia para ti y para los que te rodean.

En tercer lugar, busca sabiduría y consejeros sabios, acércate a personas que realmente puedan ayudarte, con experiencia y buen juicio.

La cuarta palabra es evalúa. Detente y piensa en las decisiones que podrías tomar y considera sus efectos y consecuencias en el tiempo, busca perspectiva: «En 2 ó 3 años, ¿cuáles serán las consecuencias de esta decisión para mí o para los que me rodean? Porque recuerda: es muy fácil tomar decisiones necias, pero es muy difícil tomar decisiones acertadas.

La quinta y más importante, ora y acude a la Sagrada Escritura, el Señor no dejará no hablarte y te dará respuestas. Cuando nos encontramos en situaciones difíciles, recordemos que podemos elegir cuál será nuestra reacción.

Hay ocasiones que el tomar una decisión difícil duele, y duele mucho, pero en el momento, y si la elegimos siguiendo estos pasos y conscientes de que será lo mejor para nosotros y para las personas que amamos, tal vez será un trago amargo al principio, pero después es bien sabido que se experimentará una sensación de libertad y de paz en nuestra alma que es lo que nos dará la certeza de que hemos elegido lo correcto.

Así que no olvides que a diario es necesario tomar decisiones, y que como bien se dijo: ante toda acción hay una reacción, busca siempre el bien, si actúas haciendo el bien y remediando tus errores, podrás vivir tranquilo, feliz y, sobre todo, en paz contigo mismo, sabiendo que has hecho las cosas lo mejor que pudiste.

Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: www.padredennis.com

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Lobos disfrazados de ovejas



Mateo 7, 15-20


 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis.





Reflexión





Un amigo puede ser solo por conveniencia o de verdad. Esos últimos escasean, porque es difícil ser un buen amigo en el sentido profundo de la palabra. Sino es fácil reconocer al mejor amigo, en las dificultades.

Así es también en el caso de los buenos cristianos, ellos se reconocen por sus frutos. Si quieres ser un buen cristiano tienes que vivir fielmente lo que Cristo nos ha encomendado en los mandamientos, y principalmente lo que nos pidió en la última cena, que es amar a todos los hombres como Dios nos ha amado.

Es una tarea ardua, porque no se puede conseguir de un día para otro, sino con el trabajo de todos los días, y la abnegación de uno mismo para agradar a los demás.

Pidamos a Dios que nos dé la gracia de ser verdaderos cristianos al vivir el mandamiento de la caridad hasta sus últimas consecuencias, sólo por amor a él.

Autor: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net