domingo, 6 de marzo de 2016
El icono, arte para trascender
Una materia espiritual
Pese a todas las directrices, no hay ningún icono pintado de la misma manera. Hay diferencias de matiz, que otorgan a cada cuadro un encanto especial ofreciendo la firma del pintor o de la escuela a la que pertenece el icono.
Para el creyente ortodoxo, el icono es una ventana en el límite de nuestro mundo y del Más Allá. El icono lleva en sí la energía eterna del tema representado, sume con su encanto al ser humano en un torbellino desencadenado de ilusiones por sus plegarias dirigidas al icono Es como un auténtico milagro que hechiza al espectador, aunque al principio solamente se halle interesado en los aspectos estéticos y artísticos del icono.
Iconos como los de la Virgen Hodigitria, la Virgen de Grusinskaia, La Cena, Mandylion, San Juan Crisóstomo o Santa María de Egipto, llenan el espíritu de quien los ve y admira de una inefable dulzura, de una gracia singular, elevándole a las cimas más altas de la espirituaidad más acendrada.
Es como una aproximación a la gloria Es un canto seráfico entonado por las imágenes representadas en los iconos orientales, como hijos de la iglesia ortodoxa rusa y griega.
Teología del icono
Ante todo, es necesario subrayar la complementariedad entre la palabra revelación y la imagen sagrada. Lo que la palabra lleva al oído, la imagen lo lleva a los ojos y lo muestra haciéndolo accesible a la naturaleza humana. Es una idea del gran defensor de los iconos, San Juan Damasceno, el cual defendía el carácter popular de la iconografía con estas palabras:
"Lo que es la Biblia para las personas instruidas, lo es el icono para los analfabetos, y lo que es la palabra para el oído, lo es el icono para la vista".
La imagen es un sacramental de la iglesia; la Iglesia bendice la imagen para que tenga una fuerza expresiva en la gracia y la presencia que comunica. Si la imagen es auténtica, tiene que ser bella, expresiva y teológicamente exacta para que pueda representar el misterio o la imagen de una persona.
La imagen es recuerdo/memorial, lugar de encuentro de miradas y presencias, es posibilidad de contemplación, es estímulo para la imitación. Hay una relación entre palabra e imagen. Pero hay también dentro de la liturgia una relación entre Eucaristía e imagen. La imagen de cada fiesta representa lo que la Eucaristía nos ofrece. Así la imagen nos ayuda a mantener viva la gracia de la comunión eucarística que nos presenta el misterio.
El icono visibiliza el don que nos hace la Eucaristía. Porque la Eucaristía es la máxima presencia de Cristo y la expresión más alta de la comunión de los Santos. En este sentido las imágenes del templo revelan la plenitud de lo que en él se realiza por la celebración del misterio eucarístico.
Todo icono, para que pueda ser venerado por los fieles, tiene que tener tres cualidades de las que sólo la iglesia puede dar garantía:
Verdadera, en cuanto sus rasgos tienen que corresponder exactamente a la palabra que la ilumina y que la imagen misma visibiliza.
Milagrosa, en cuanto hace ver las maravillas de Dios, aunque a veces se trata también de una imagen que tiene la cualidad carismática de ser una fuente de gracias sobrenaturales y de manifestaciones milagrosas.
A-cherópita, en cuanto que no tiene que responder a una obra simplemente humana, hecha por manos de hombres, sino "no hecha por mano de hombre", inspirada por Dios a través de la mediación de su palabra y la tradición de la Iglesia.
Autor: catholic.net | Fuente: catholic.net
sábado, 5 de marzo de 2016
El arte de saber decir no
La conducta asertiva ofrece la posibilidad de ser consecuentes entre el pensamiento y el actuar, pues por medio de ella, se aprende a negociar, a expresarse francamente de buenas maneras, a negarse ante una situación que no se desea.
Olga Castanyer autora del libro ´La asertividad: expresión de una sana autoestima´* añade: “La persona asertiva conoce sus propios derechos y los defiende, respeta a los demás, por lo que no piensa ganar en una disputa o conflicto sino que busca de forma positiva los acuerdos.”
*(La asertividad: expresión de una sana autoestima. Ediciones Desclée de Brouwer, 1997)
Sin embargo, también es propio de la conducta asertiva, saber identificar el momento más propicio para defender los pensamientos personales, habrán circunstancias en que lo mejor será permanecer en silencio.
Ni pasivos, ni agresivos: mejor asertivos
Decir “si” cuando en realidad se quiere decir “no”, cohibirse de dar opiniones para no generar altercados o manifestar una opinión por las vías inadecuadas, son conductas que revelan ausencia de asertividad. Por tanto, existen dos extremos: la pasividad y la agresión.
La conducta pasiva está ligada a la baja autoestima, por lo general estas personas no están satisfechas consigo mismas y por eso mismo no pueden decir lo que piensan o sienten a los demás. La inseguridad, la evasión para la toma de decisiones y el temor a asumir responsabilidades, son las características predominantes.
Por otro lado, existe una conducta con tendencia a la agresividad, en la que predomina un comportamiento ofensivo que suele agredir a los demás. Esta situación por obvias razones, termina alejando a las personas que le rodean, como también puede suceder que las lleve a inclinarse hacia la agresividad. La manipulación y el deseo de conseguir lo que se quiere para su provecho a costa de lo que sea necesario, son propias de este tipo. La dificultad para autocontrolarse se halla como la raíz del problema.
En el punto medio está la asertividad, la cual desarrolla la capacidad de expresar libremente sentimientos, ideas, puntos de vista, instaurando el respeto como punto de partida, lo cual permite establecer relaciones sociales sanas y armónicas.
Asertividad en nuestas relaciones
Esta habilidad se puede aplicar en los diversos roles de la vida ordinaria:
La asertividad en la educación de los hijos: consiste en desarrollar la destreza para mantenerse firmes ante las decisiones o acciones educativas que se aplican a los hijos, en especial aquellas que no son de su agrado como los límites, normas y consecuencias de un mal comportamiento. Igualmente, la autoridad asertiva se basa en la capacidad de negarles a los chicos algo que les perjudica para su futuro próximo o inmediato, y lo más importante, mantenerse en esa posición, a pesar de sus lloriqueos o pretensiones de manipulación. El buen ejemplo que brindan los padres, tal como la coherencia entre lo que dicen y hacen, son puntos claves de la mencionada conducta. Empoderar a los hijos, darles seguridad y autonomía, son prácticas asertivas.
La asertividad en el matrimonio: se refiere a la comunicación entre la pareja, la posibilidad de negociación entre los gustos individuales para convertirlos en colectivos, las decisiones conjuntas, la forma de decir lo que no le agrada del otro o lo que puede mejorar, del mismo modo que alagarlo, son ejemplos claros de la asertividad en la convivencia de los cónyuges.
La asertividad en el trabajo: dentro de las organizaciones se hace necesario el desarrollo de esta facultad, tanto en los niveles jerárquicos altos hacia los bajos, como en el sentido contrario. Buscar la forma adecuada de sugerirle al jefe algo que podría ser mejor o proponerle nuevas ideas, hacen parte de una comunicación asertiva. En cuanto al trato del jefe hacia sus empleados, debe ser cálido, no tosco, las funciones deben ser emitidas con cordialidad y respeto.
La asertividad en las relaciones interpersonales (amistad): en el caso de los adolescentes o jóvenes, donde la presión grupal y aprobación externa son tan fuertes, la asertividad cumple una importante misión. Muchas veces a pesar de que los chicos saben que consumir drogas, tener relaciones sexuales o invitaciones tentativas de esta clase, no les son para nada beneficiosas, acceden por la imposibilidad de expresar sus puntos de vista contrarios a la insinuación ofrecida. Por tanto, decir “no” en estas circunstancias críticas, hace que las personas tomen las mejores decisiones en momentos que marcarán el resto de sus vidas.
La asertividad se aprende y se desarrolla, basta con la disposición para vivirla en la interacción diaria, la cual es una condición irrevocable de la humanidad.
Autor: LaFamilia.info | Fuente: LaFamilia.info
viernes, 4 de marzo de 2016
24 horas para el Señor: experimentar la misericordia de Dios
Los días 4 y 5 de marzo el Papa Francisco ha convocado la jornada "24 horas para el Señor", con el deseo de que muchas personas se acerquen al sacramento de la Reconciliación, entre ellas muchos jóvenes "quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida".

El Papa Francisco presidirá una liturgia penitencial en la Basílica de San Pedro, el viernes 4 de marzo, demostrando así que el sacramento de la Reconciliación está en el centro del camino de la Nueva Evangelización en toda la Iglesia.


Enlaces con recursos para participar y difundir #24horasparaelSeñor
∙ Página oficial de la iniciativa 24 horas para el Señor (Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización), del año 2015 (pendiente de actualizar este año).
∙ 24 horas para experimentar la misericordia de Dios: página web con recursos.
∙ ¿Por qué confesarnos?: Explicación en la página web de San Josemaría.
∙ La Confesión: motivos y recursos en la página del Santuario de Torreciudad.
El arte de dar lo que no se tiene
A Gerard Bessiere le ha preguntado alguien cómo se las arregla para estar siempre contento. Y Gerard ha confesado cándidamente que eso no es cierto, que también él tiene sus horas de tristeza, de cansancio, de inquietud, de malestar. Y entonces, insisten sus amigos, ¿cómo es que sonríe siempre, que sube y baja las escaleras silbando infallablemente, que su cara y su vida parecen estar siempre iluminadas?. Y Gerard ha confesado humildemente que es que, frente a los problemas que a veces tiene dentro, él "conoce el remedio, aunque no siempre sepa utilizarlo: salir de uno mismo", buscar la alegría donde está (en la mirada de un niño, en un pájaro, en una flor) y, sobre todo, interesarse por los demás, comprender que ellos tienen derecho a verle alegre y entonces entregarles ese fondo sereno que hay en su alma, por debajo de las propias amarguras y dolores. Para descubrir, al hacerlo, que cuando uno quiere dar felicidad a los demás la da, aunque él no la tenga, y que, al darla, también a él le crece, de rebote, en su interior.
Me gustaría que el lector sacara de este párrafo todo el sabroso jugo que tiene. Y que empezara por descubrir algo que muchos olvidan: que ser feliz no es carecer de problemas, sino conseguir que estos problemas, fracasos y dolores no anulen la alegría y serenidad de base del alma. Es decir: la felicidad está en la "base del alma", en esa piedra sólida en la que uno está reconciliado consigo mismo, pleno de la seguridad de que su vida sabe adónde va y para qué sirve, sabiéndose y sintiéndose nacido del amor. Cuando alguien tiene bien construida esa base del alma, todos los dolores y amarguras quedan en la superficie, sin conseguir minar ni resquebrajar la alegría primordial e interior.
Luego está también la alegría exterior y esa depende, sobre todo, del "salir de uno mismo". No puede estar alegre quien se pasa la vida enroscado en sí mismo, dando vueltas y vueltas a las propias heridas y miserias, autocomplaciéndose. Lo está, en cambio, quien vive con los ojos bien abiertos a las maravillas del mundo que le rodea: la Naturaleza, los rostros de sus vecinos, el gozo de trabajar.
Y, sobre todo, interesarse sinceramente por los demás. Descubrir que los que nos rodean "tienen derecho" a vernos sonrientes cuando se acercan a nosotros mendigando comprensión y amor.
¿Y cuando no se tiene la menor gana de sonreír? Entonces hay que hacerlo doblemente: porque lo necesitan los demás y lo necesita la pobre criatura que nosotros somos. Porque no hay nada más autocurativo que la sonrisa. "La felicidad -ha escrito alguien- es lo único que se puede dar sin tenerlo". La frase parece disparatada, pero es cierta: cuando uno lucha por dar a los demás la felicidad, ésta empieza a crecernos dentro, vuelve a nosotros de rebote, es una de esas extrañas realidades a las que sólo podemos acercarnos cuando las damos. Y éste puede ser uno de los significados de la frase de Jesús: "Quien pierde su vida, la gana", que traducido a nuestro tema podría expresarse así: "Quien renuncia a chupetear su propia felicidad y se dedica a fabricar la de los demás, terminará encontrando la propia". Por eso sonriendo cuando no se tienen ganas, termina uno siempre con muchísimas ganas de sonreír.
Autor: José Luis Martín Descalzo | Fuente: Catholic.net
jueves, 3 de marzo de 2016
Don Bosco en el arte
Como una de las figuras más populares de la educación en el mundo, Don Bosco es tema recurrente del arte. El mismo Don Bosco fue sensible a las manifestaciones artísticas y como todo lo que hacía, siempre era tendiente a la educación y formación de sus muchachos y a la defensa de la fe. Además de ser un estudiado intelectual, dominaba varios artes y oficios como la carpintería, la metalistería, la sastrería y la imprenta. Muchas de las iglesias, edificios y escuelas tenían sus aportes, así como el diseño de muchas piezas religiosas, entre las que se destaca la imagen de María Auxiliadora y los Doce Apostóles pintada por Tomás Lorenzone para la Basílica de María Auxiliadora en Turín. Por otro lado era un consagrado escritor y entre sus obras se cuentan innumerables libretos para teatro basados en historias formativas.
Nacido en el siglo de los inicios de la fotografía, Don Bosco es uno de los pocos santos del siglo XIX con un precioso material fotográfico, un medio ante el que tenía una gran fascinación y utilizaba con el ánimo de perpetuar los momentos más importantes de la vida de la Congregación. Don Bosco comenzó a ser fotografiado especialmente después de la segunda mitad del siglo, lo que coincide con el tiempo en el que la fotografía comienza a tener auge y razón por la cual no se tienen fotos de su más temprana juventud y niñez. No dejó en cambio registros fotográficos de personajes como Domingo Savio, cuya imagen se tiene gracias a la descripción de un compañero, ni de su propia madre Margarita Occhiena o de María Dominga Mazzarello.
Numerosas películas han sido producidas con el ánimo de representar la vida de Don Bosco. Entre las más destacadas se encuentran el Don Bosco de Leandro Castellini y el de Ludovico Gasparini, una producción entre Goya y la Editorial CCS y transmitida por la RAI. De ella dice la Revista de Novedades Literarias: (...) «Don Bosco», una biografía magnífica del gran apóstol de la juventud, el santo por antonomasia de la Revolución industrial: Don Bosco. Hijo de campesinos sus primeros años de vida fueron difíciles, pues la pobreza le obligó a abandonar los estudios, si bien su clara vocación al sacerdocio le hizo superar todas las pruebas en su camino (...).
El rostro de Don Bosco se hizo mundialmente popular y ha sido representado en dibujos, pinturas, óleos, murales, vallas, esculturas, diapositivas y material digital procedente de todos los países en donde su nombre se ha asociado a la educación juvenil y la mayoría de dichos trabajos artísticos adaptados a las variadas manifestaciones culturales de los cinco continentes.
Por último, el Apóstol de los jóvenes es objeto preferido de la música dentro de los movimientos juveniles salesianos alrededor del mundo. Muchas canciones son traducidas en diferentes idiomas y diferentes géneros musicales han sido adaptados para rendir homenaje a Don Bosco o para crear letras formativas en las que priman los valores del sistema preventivo. Una de las canciones más populares y traducidas en la actualidad es «Padre, Maestro y Amigo».
Autor: Varios | Fuente: Wikipedia
miércoles, 2 de marzo de 2016
El arte que nace de la fe
No sólo de pan vive el hombre. También de poesía, y pintura, y música, y ciudades y casas habitables. Esta asombrosa especie animal que es el ser humano ha intentado, desde los más remotos tiempos prehistóricos, hacer su entorno más agradable, y dejar la huella de su espíritu en las cosas que tiene alrededor. Así surgió el arte, desde Altamira hasta el Guggenheim. El arte es una de las expresiones más altas de la gran creatividad del ser humano. Es una de las huellas más claras de la cultura de un pueblo.
En todos los lugares por donde el ser humano ha pisado hay cultura artística. El continente europeo ha sido escenario de grandes ensayos artísticos. No hay otro lugar en todo el planeta en el que, en ese espacio tan reducido de terreno, se hayan generado tantos y tan variados estilos artísticos. La creatividad artística del hombre europeo ha ido acompañando sus avances en otros campos, como la ciencia, la técnica, o el derecho.
No todo el arte generado en Europa es “cristiano”, pero sí gran parte del que ha llegado hasta nosotros está inspirado en la fe cristiana que dio origen a los pueblos de Europa. La Anunciación de Fra Angelico, o la Piedad de Miguel Ángel, o el Mesías de Haendel, o el Réquiem de Mozart; Santa María in Fiore deFlorencia, o el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela. Y, en el arte contemporáneo, la Sagrada Familia de Gaudí, la Última Cena de Dalí, el “José y sus hermanos” de Thomas Mann, o la Pasión de Mel Gibson. Incluso en obras de arte que no son estrictamente religiosas, resuena el trasfondo cultural cristiano europeo.
Ciertamente, un estudioso de arte que ignore el evangelio y la tradición cristiana no podrá entender casi nada del arte europeo. Y quien no entiende el arte de su propia tierra, no se puede entender a sí mismo.
Autor: www.4buenasnoticias.com | Fuente: www.4buenasnoticias.com
martes, 1 de marzo de 2016
El arte de vivir juntos
El matrimonio, la unión de vida más plena y total entre dos seres humanos que pueda darse en este mundo, tiene su origen, se mantiene y se perpetúa por el amor. Cada uno de los cónyuges es alguien único e irrepetible, con una personalidad, con un proyecto de vida a realizar, con un destino a alcanzar. El que ambos unan sus personas, sus proyectos de vida, sus destinos, se debe a una realidad llamada amor. El amor conduce al matrimonio, mantiene el matrimonio, perpetúa el matrimonio. Si desaparece el amor, desaparece el matrimonio. De aquí la necesidad de volar juntos, de caminar juntos, en una divina complementación, respetando los propios espacios, y volar uno junto al otro, sin atropellarse.
Cuenta una leyenda de los indios sioux que, cierta vez, Toro Bravo y Nube Azul llegaron tomados de la mano a la tienda del viejo hechicero de la tribu y le pidieron:
Nosotros nos amamos y vamos a casarnos, pero nos amamos tanto, que queremos un consejo que nos garantice estar para siempre juntos, que nos asegure estar uno al lado del otro hasta la muerte. ¿Hay algo que podamos hacer?
El viejo, emocionado al verlos tan jóvenes, tan apasionados y tan ansiosos, les dijo:
Tú, Nube Azul, debes escalar el monte al norte de la aldea, sólo con una red; cazar el halcón más fuerte y traerlo aquí con vida hasta el tercer día después de la luna llena. Y tú, Toro Bravo, debes escalar la montaña del trueno; allá encima encontrarás a la más brava de todas las águilas; solamente con una red deberás agarrarla y traerla para mí, viva.
Los jóvenes se abrazaron con ternura y partieron para cumplir con la misión. El día fijado, frente a la tienda del hechicero, los dos esperaban con las aves. El viejo las sacó de las bolsas y constató que eran verdaderamente hermosos ejemplares de los animales que él les había pedido.
Y ahora, ¿qué debemos hacer? Los jóvenes le preguntaron.
Tomen las aves y amárrenlas una a otra por las patas con esas cintas de cuero. Cuando estén amarradas, suéltenlas para que vuelen libres.
Ellos hicieron lo que les fue ordenado y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron volar, pero apenas consiguieron dar pequeños saltos por el terreno. Minutos después, irritadas por la imposibilidad de volar, las aves comenzaron a agredirse una a otra, picándose hasta lastimarse.
Entonces, el viejo dijo:
Jamás olviden lo que están viendo. Y este es mi consejo: Ustedes son como el águila y el halcón. Si estuvieran amarrados uno al otro, aunque fuera por amor, no sólo vivirían arrastrándose, sino también, más tarde o más temprano, comenzarían a lastimarse el uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos, pero jamás amarrados. Libera a la persona que amas para que ella pueda volar con sus propias alas.
Esta es una verdad en el matrimonio y también en las relaciones familiares, amistades y profesionales. Respeta el derecho de las personas de volar rumbo a sus sueños.
La lección principal es saber que, solamente libres, las personas son capaces de amar.
¡Qué felicidad, qué dicha la de aquel hogar donde cada uno de los cónyuges vive para hacer feliz al otro, lo deja volar con la confianza y seguridad que será fiel! Es feliz, haciendo feliz al otro. Un amor que es paciente, que sabe perdonar siempre, que es comprensivo, que busca servir, que nunca viene a menos, que sabe sacrificarse para hacer feliz al otro, que no es orgulloso, que no reclama "lo suyo", es un amor que está destinado a triunfar, es un amor que es reflejo del Amor de Dios.
Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net
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