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viernes, 5 de septiembre de 2014

Decálogo de Benedicto XVI sobre el Rosario



¿Por qué rezar el rosario? ¿no es demasiado repetitivo? Compartimos algunas reflexiones del Papa Benedicto XVI en torno a ésta oración.
 
1.- “El santo rosario no es una práctica piadosa del pasado, como oración de otros tiempos en los que se podría pensar con nostalgia. Al contrario, el rosario está experimentado una nueva primavera”.

2.- “El rosario es uno de los signos más elocuentes del amor que las generaciones jóvenes sienten por Jesús y por su Madre, María”.

3.- “En el mundo actual tan dispersivo, esta oración -el rosario- ayuda a poner a Cristo en el centro como hacía la Virgen, que meditaba en su corazón todo lo que se decía de su Hijo, y también lo que El hacía y decía”.

4.- “Cuando se reza el rosario, se reviven los momentos más importantes y significativos de la historia de la salvación; se recorren las diversas etapas de la misión de Cristo”.

5.- “Con María, el corazón se orienta hacia el misterio de Jesús. Se pone a Cristo en el centro de nuestra vida, de nuestro tiempo, de nuestras ciudades, mediante la contemplación y la meditación de sus santos misterios de gozo, de luz, de dolor y de gloria”.

6.- “Que María nos ayude a acoger en nosotros la gracia que procede de los misterios del rosario para que, a través de nosotros, pueda difundirse en la sociedad, a partir de las relaciones diarias, y purificarla de las numerosas fuerzas negativas, abriéndola a la novedad de Dios”.

7.- “Cuando se reza el rosario de modo auténtico, no mecánico o superficial sino profundo, trae paz y reconciliación. Encierra en sí la fuerza sanadora del Nombre Santísimo de Jesús, invocado con fe y con amor en el centro de cada Avemaría”.

8.- “El rosario, cuando no es mecánica repetición de formas tradicionales, es una meditación bíblica que nos hace recorrer los acontecimientos de la vida de la Señor en compañía de la Santísima Virgen María, conservándolos, como Ella, en nuestro corazón”.

9.- “No debe cesar esta buena costumbre, es más debe proseguir todavía más con mayor compromiso de manera que, en la escuela de María, la lámpara de la fe brille cada vez más en el corazón de los cristianos y en sus casas”.

10.- “(En el rezo del rosario), les encomiendo las intenciones más urgentes de mi ministerio, las necesidades de la Iglesia, los grandes problemas de la humanidad: la paz en el mundo, la unidad de los cristianos, el diálogo entre las culturas”.

Autor: Benedicto XVI. Frases tomadas de los discursos del Papa con ocasión del comienzo y cierre del mes de mayo de 2009

miércoles, 9 de octubre de 2013

Rosario





Misterios Gozosos

1- La Anunciación a Nuestra Señora. La humildad

2- La Visitación a Sta. Isabel. La virtud de la Caridad

3- El Nacimiento de Nuestro Señor. El desapego a lo material

4- La Presentación del Niño. El ofrecimiento de nuestro ser al Padre

5- La pérdida en el Templo. El Celo Apostólico


Misterios Dolorosos

1- La Oración en el Huerto. La Opción al sacrificio

2- La Flagelación del Señor. El dominio corporal

3- La Coronación de Espinas. La rectitud mental

4- Jesús cargado con la Cruz. La Paciencia

5- La Muerte de Nuestro Señor. La aceptación de la Voluntad Divina


Misterios Gloriosos

1- La Resurrección de Jesús. La virtud de la Fé

2- La Ascensión del Señor. La virtud de la Esperanza

3- El envió del Espíritu Santo. El Amor Divino

4- El Tránsito de María Santísima. La Buena Muerte

5- La Coronación de Ntra. Señora. La intercesión de Nuestra Madre


Misterios Luminosos

1. El Bautismo en el Jordán.

2. La autorrevelación en las bodas de Caná.

3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.

4. La Transfiguración.


5. La Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual.


jueves, 23 de mayo de 2013

Ocho consejos prácticos para rezar mejor el Rosario







El Papa Juan Pablo II dijo: "El Rosario es mi oración predilecta. ¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad." (JPII, 29 oct 78) Comenzó a rezarlo desde joven y nunca lo dejó. Él mismo nos cuenta que el Rosario le acompañó en momentos de alegría y de tribulación, y que en él encontró consuelo y le confió sus preocupaciones.

No tan sólo el testimonio de Juan Pablo II y de muchos otros Papas y Santos nos exhortan a rezar el Rosario todos los días, sino la misma Virgen María se ha ocupado en diversas ocasiones de pedirnos recurrir a esta forma de oración contemplativa, especialmente para pedir por la paz del mundo.

Desde mi adolescencia tengo el hábito de rezar el Rosario todos los días, pero debo confesar que a veces caigo en la rutina: no siempre lo rezo bien. A aquellos a quienes les pasa lo mismo que a mí, quisiera compartirles algunos elementos que me ayudan para tratar de rezarlo mejor cada día.

Entre los 8 consejos hay actos, actitudes y reflexiones. Los he ido extrayendo de documentos de la Iglesia, sobre todo del Papa Juan Pablo II, de conversaciones con personas que disfrutan mucho el rezo del Rosario y de mi propia experiencia.



1. Antes de iniciar el Rosario es provechoso guardar unos segundos de silencio para tomar conciencia de lo que vas a hacer y así rezarlo con devoción, no mecánicamente. Adoptar la actitud del hijo que se acerca con mucho cariño a su Madre del cielo y decirle algo así: Aquí me tienes de nuevo, María, quiero estar un rato contigo, mostrarte mi afecto, sentir tu cercanía; quiero que me ayudes a conocer mejor a Tu Hijo, que me enseñes a rezar como Él y a parecerme cada día más a Él.



2. Durante unos minutos o durante todo el rezo del Rosario puedes tener delante una imagen de la Santísima Virgen que te recuerde a la que está en el cielo. A partir de la imagen perceptible con los sentidos, trae a la memoria a tu Madre del cielo y ponte espiritualmente en Sus brazos.



3. Recuerda que el Rosario consiste en meditar y contemplar los principales episodios de la vida de Cristo para conocerlo, amarlo e imitarlo. Mientras rezas las diez Avemarías de cada misterio como si fueran una melodía de fondo que tranquiliza y serena, centras tu oración en Cristo, su vida, sus enseñanzas. Los misterios del Rosario son como un compendio del mensaje de Cristo. Cada misterio tiene sus gracias especiales, grandes temas en qué meditar, grandes enseñanzas. Meditar en los misterios de la vida de Cristo nos ayuda a crecer en nuestra configuración en Él. No es un simple ejercicio intelectual, sino un encuentro vivo con Cristo, pues por las virtudes teologales podemos entrar en contacto real con Cristo.



4. "Contemplar con María el rostro de Cristo" (RVM, 3). Ponte al lado de María y juntamente con Ella recuerda a Cristo. Si rezas así el Rosario, verás que algo sucede en tu alma mientras lo rezas. Experimentas la presencia de María que te dice que Ella está allí, siempre a tu lado, te abraza, te enseña a contemplar a Jesús. Durante el Rosario, María trabaja de manera especial en tu alma, modelándola conforme a la imagen de Jesús. Ella es quien nos conduce de modo más seguro a Cristo y lo hace no sólo con su ejemplo sino con una acción espiritual, profundamente eficaz. Cuando María y el Espíritu Santo trabajan juntos, forman una mancuerna realmente poderosa.



5. Rezar el Rosario es rezar desde el corazón de María. "Aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y la profundidad de su amor". (RVM 1) María es modelo insuperable de contemplación. A partir de la experiencia de María, el Rosario es oración contemplativa; es entrar a la escuela de oración de la Virgen María. Nos enseña mostrándonos a Jesús y permitiéndonos ver cómo ella los vive interiormente.



6. Ten siempre presente que el Rosario es un arma poderosa. Rezándolo con esta certeza de fe, obtenemos abundantes gracias a través de las manos de María. La paz del mundo es una intención particularmente querida por María. Otra intención muy especial y que, como dice Juan Pablo II, requiere hoy "urgente atención y oración", es la familia.



7. Es una oración que ayuda a unificar e integrar toda la vida y a ponerla en manos de Jesús y María, pues a lo largo de los misterios del Rosario podemos ir poniendo en sus manos las personas que más llevamos en el corazón, la familia, los amigos, la Iglesia, la nación, la humanidad, la misión, el trabajo, las preocupaciones e intenciones personales.



8. El hábito de rezar el Rosario todos los días es un modo de asegurar un contacto diario con la Virgen María, de expresarle todo tu afecto, veneración y gratitud. Es bueno tratar de rezarlo cada día mejor, con más atención, disponiéndote con las actitudes correctas, meditando mejor, poniendo más amor.



Muchos más consejos prácticos podemos encontrarlos en la Carta ApostólicaRosarium Virginis Mariae, del Papa Juan Pablo II, que encuentras aquí:


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El contenido de este artículo puede reproducirse total o parcialmente en internet, sin fines comerciales y citando siempre al autor y la fuente de la siguiente manera:

Autor: P. Evaristo Sada, L.C.; publicado originalmente en: http://www.la-oracion.com

martes, 13 de diciembre de 2011

Hermano Lego



Una leyenda cuenta que un Hermano Lego (que no era sacerdote) de la Orden de los Dominicos, no sabía leer ni escribir, por lo que no podía leer los Salmos, como era la costumbre en los conventos de la época.
Entonces, cuando terminaba sus labores por la noche (él era el portero, el barrendero, el hortelano, etc.) se iba a la capilla del convento y se hincaba frente a la imagen de la Virgen María, y recitaba 150 avemarías (el número de los salmos), luego se retiraba a su celda a dormir. Por la mañana, de madrugada, se levantaba antes que todos sus hermanos y se dirigía a la capilla para repetir su costumbre de saludar a la Virgen.

El Hermano Superior notaba que todos los días, cuando él llegaba a la capilla para celebrar las oraciones de la mañana con todos los monjes, había un exquisito olor a rosas recién cortadas y le dio curiosidad, por lo que preguntó a todos quién se encargaba de adornar el altar de la Virgen tan bellamente, a lo que la respuesta fue que ninguno lo hacía, y los rosales del jardín no se notaban faltos de sus flores.

El Hermano lego enfermó de gravedad; los demás monjes notaron que el altar de la Virgen no tenía las rosas acostumbradas, y dedujeron que era el Hermano quien ponía las rosas. ¿Pero cómo? Nadie le había visto nunca salir del convento, ni sabía que comprara las bellas rosas.

Una mañana les extrañó que se hubiera levantado pero no lo hallaban por ninguna parte. Al fin, se reunieron el la capilla, y cada monje que entraba quedaba asombrado, pues el hermano lego estaba arrodillado frente a la imagen de la Virgen, recitando extasiado sus avemarías, y a cada una que dirigía a la Señora, una rosa aparecía en los floreros. Así al terminar sus 150 saludos, cayó muerto a los pies de la Virgen.

Con el correr de los años, SANTO DOMINGO DE GUZMAN, (se dice que por revelación de la Stma. Virgen) dividió las 150 avemarías en tres grupos de 50, y los asoció a la meditación de la Biblia: Los Misterios Gozosos, los Misterios Dolorosos y los Misterios Gloriosos, a los cuales el Beato Juan Pablo II añadió los Misterios Luminosos.
Autor: Anónimo

sábado, 1 de octubre de 2011

¿Qué es el Santo Rosario?



Hasta ahora se ha considerado como la mejor definición del Rosario, la que dio el Sumo Pontífice San Pío V en su "Bula" de 1569: "El Rosario o salterio de la Sma. Virgen, es un modo piadosísimo de oración, al alcance de todos, que consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo un Padrenuestro entre cada diez Avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la Vida de Nuestro Señor". El Rosario constaba de 15 Padrenuestros y 150 Avemarías, en recuerdo de los 150 Salmos. Ahora son 20 Padrenuestros y 200 Avemarías, al incluir los misterios de la luz.

La palabra Rosario significa "Corona de Rosas". Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le estan dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la mas importante de todas.

El Rosario esta compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal.

En el Santo Rosario la oración mental no es otra cosa que la meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre. Estos veinte misterios se han dividido en cuatro grupos: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos.

La oración verbal consiste en recitar quince decenas (Rosario completo) o cinco decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras meditamos sobre los misterios del Rosario.

La Santa Iglesia recibió el Rosario en su forma actual en el año 1214 de una forma milagrosa: cuando Nuestra Señora se apareciera a Santo Domingo y se lo entregara como un arma poderosa para la conversión de los herejes y otros pecadores de esos tiempos. Desde entonces su devoción se propagó rapidamente alrededor del mundo con increíbles y milagrosos resultados.

Entre las varias formas y modos de honrar a la Madre de Dios, optando por las que son mejores en si mismas y mas agradables a Ella, es el rezo del Santo Rosario la que ocupa el lugar preminente. Vale la pena recordar que entre las variadas apariciones de la Santisma Virgen, siempre Ella ha insistido en el Rezo del Rosario. Es asi como, por ejemplo, el 13 de Mayo de 1917 en un pueblo de Portugal llamado Cova de Iria, la Santisima Virgen insiste con vehemencia el rezo del Rosario a los tres pastorcitos, en una de sus muchas apariciones a estos tres videntes.

Siendo un sacramental, el Santo Rosario contiene los principales misterios de nuestra religion Catolica, que nutre y sostiene la fe, eleva la mente hasta las verdadades divinamente reveladas, nos invita a la conquista de la eterna patria, acrecienta la piedad de los fieles, promueve las virtudes y las robustece. El Rosario es alto en dignidad y eficacia, podria decirse que es la oracion mas facil para los sencillos y humildes de corazon, es la oracion mas especial que dirigimos a nuestra Madre para que interceda por nosotros ante el trono de Dios.

El Santo Rosario prolonga la vida liturgica de la Iglesia pero no la sustituye, al contrario enriquece y da vigor a la misma liturgia. Es por ello, que el Santo Rosario se enmarca como una plegaria dentro de la religiosidad popular que contiene un gran tesoro de valores que responde con sabiduria cristiana a los grandes interrogantes de la existencia.

El pueblo latinoamericano es profundamente Mariano, reconoce con una gran sabiduría popular católica, que llegamos a Jesús Salvador a través de Maria Santísima su Madre y desde los mismos tiempos del descubrimiento y de la conquista de América, se genero una gran devoción por la Virgen Maria; en Ella, nuestros pueblos siempre han mirado el rostro maternal de quien nos trajo la salvación y con la primera manifestación explicita de la Reina del Cielo en tierra americana, con rostro y figura de mujer mestiza, en México, se acrecentó aun mayor el amor y la devoción a ella en todos los países hispano parlantes, reconociéndola como nuestra propia Madre, llena de amor, de misericordia y de piedad para con sus hijos. Sentimiento que va en relación directa con el origen mismo de la Maternidad Divina: Maria es Madre de Dios Redentor es también verdaderamente la Madre de todos los miembros de Cristo, porque Ella colaboro con su amor a que nacieran en la Iglesia, los creyentes, miembros de aquella cabeza que es Cristo.

El paso del tiempo, las costumbres modernas, y la innovación de formas de oración, no pueden dejar a un lado el rezo del Santa Rosario. De hecho, los Santos Padres y los Santos han tenido una profunda devoción a este sacramental, nosotros como católicos y como amantes de la Reina del Cielo hemos de ser fervientes devotos del Rosario. Es digno de recordar que la familia que reza unida permanece unida, Que la recitación piadosa y consciente del Santo Rosario nos traiga la paz al alma y nos una mas estrechamente a Maria para vivir auténticamente nuestro cristianismo.
Autor: Catholic.net